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Los derechos humanos son derechos y libertades fundamentales que tenemos todas las personas por el mero hecho de existir. Respetarlos permite crear las condiciones indispensables para que los seres humanos vivamos dignamente en un entorno de libertad, justicia y paz. El derecho a la vida, a la libertad de expresión, a la libertad de opinión y de conciencia, a la educación, a la vivienda, a la participación política o de acceso a la información son algunos de ellos.
Los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes. Engloban derechos y obligaciones inherentes a todos los seres humanos que nadie, ni el más poderoso de los Gobiernos, tiene autoridad para negarnos. No hacen distinción de sexo, nacionalidad, lugar de residencia, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, edad, partido político o condición social, cultural o económica.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París en 1948, tras el tremendo impacto de la Segunda Guerra Mundial. Los 30 artículos constituyen el marco de referencia al que deberían ajustarse las leyes y la acción política en todos los países. A pesar de que los Estados y la comunidad internacional deben garantizar la protección de estos derechos universales, en muchos lugares del mundo se vulneran todos los días en la calle, en los hogares, en las cárceles, en los campos de personas refugiadas, en las fábricas o en Internet, entre otras posibilidades.
Lucha por los derechos humanos con tu firma
Los 30 artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos incluyen los derechos básicos que toda persona debe disfrutar para tener una vida digna. Se dividen en dos tipos: derechos civiles y políticos y derechos económicos sociales y culturales.
La promoción y protección de los derechos humanos es esencial para garantizar la dignidad y el bienestar de todas las personas. Es importante que los gobiernos, las organizaciones internacionales, las empresas y la sociedad civil trabajemos juntos para asegurar que son respetados y protegidos en todo el mundo.
“Privar a las personas de sus derechos humanos es poner en tela de juicio su propia humanidad”
Los derechos civiles y políticos tienen su expresión jurídica vinculante en diversos tratados internacionales, como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP). El Comité de Derechos Humanos de la ONU vela porque se cumplan las disposiciones de este pacto. Todos los derechos civiles y políticos garantizan nuestra capacidad para participar en la vida civil y política en condiciones de igualdad. Nadie (ni el Estado, ni una empresa, ni un grupo o una persona) puede privarnos de ellos. Nacemos libres e iguales en dignidad y derechos. Algunos de los principales son:
Todos los seres humanos tenemos derecho a vivir libres y con seguridad. Nadie tiene derecho a privar de vida a otra persona y, sin embargo, todavía hay países donde se practica la pena de muerte.
A finales de 2021, 108 países habían abolido la pena de muerte para todos los delitos y 144 la habían anulado en la ley o en la práctica. En Amnistía trabajamos para poner fin a las ejecuciones y abolir la pena capital en todo el mundo y en toda circunstancia. Cuando comenzamos esta campaña en 1977, la pena capital estaba abolida solo en 16 países.
¿Y por qué estamos en contra de la pena de muerte? Te lo contamos en un post completo y detallado. Descubre nuestras respuestas aquí.
Hay Estados, empresas y grupos armados, entre otros agentes, que violan los derechos humanos. Emily (nombre ficticio) explicó al equipo de investigación de Amnistía que se encontraba sobre el terreno evaluando la situación de las trabajadoras domésticas en Qatar: “La señora dice: ‘[Eres] un monstruo, te voy a cortar la lengua’. Yo tengo miedo. Me dice: ‘Te voy a matar’. Siempre malas palabras. Yo sólo soy una [criada], y no puedo hacer nada”. Otras trabajadoras domésticas en Qatar dijeron que habían sufrido abusos físicos a manos de sus empleadores o miembros de la familia, unos abusos que incluían escupitajos, golpes, patadas, puñetazos y tirones de pelo.
La tortura sigue siendo un método utilizado para aterrorizar y disuadir a personas de emprender acciones consideradas “amenazantes” por muchos gobiernos.
Le ocurrió, por ejemplo, a Steven Tendo que huyó de Uganda por ser víctima de persecución y tortura. Tendo llegó a Estados Unidos para solicitar asilo, pero fue detenido y recluido. Durante un largo periodo no recibió tratamiento para su diabetes y su salud se deterioró seriamente hasta el punto de quedarse ciego de un ojo. El activismo de Amnistía Internacional se puso en marcha y la presión colectiva logró que Steven empezara a recibir la atención médica que necesitaba hasta el punto de recuperar gran parte de la visión. Ahora puede leer con gafas. La presión y el activismo social continuaron hasta lograr detener su deportación inminente a Uganda y su ansiada puesta en libertad. El activismo, ¡funciona!
Además, en diciembre de 2022, un juez libanés acusó formalmente de tortura a cinco miembros de la Seguridad del Estado en la causa del refugiado sirio Bashar Abdel Saud, que murió bajo custodia en agosto. “Bashar Abdel-Saud murió cruelmente [...]; las imágenes de su cuerpo con hematomas y cortes profundos constituyen un desolador recordatorio de la necesidad de aplicar con urgencia la ley contra la tortura de 2017. Es inaceptable que se sigan cometiendo actos de tortura en centros de detención libaneses y con tal brutalidad; las autoridades deben poner fin de inmediato a esta práctica”, denunció Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“En virtud del derecho internacional, la tortura y otras formas de malos tratos son siempre ilegales”
Todo hombre, mujer, niño y niña tienen derecho a estar libres de discriminación. En torno a 70 países penalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y la gran mayoría las castiga con penas de cárcel. En 11 países la homosexualidad podría suponer la pena de muerte, aunque no todos la aplican.
En julio de 2022 fue legalizado en Suiza el matrimonio entre personas del mismo sexo y, en octubre, en Eslovenia. En noviembre se levantó en Pakistánla prohibición de la premiada película Joyland, uno de cuyos principales personajes es una persona transgénero.
En Amnistía luchamos para proteger el derecho a que nadie sea detenido arbitrariamente y, si ocurre, que se haga justicia. También nos oponemos a la desaparición forzada. Un método que se utiliza a menudo como una estrategia para sembrar terror en la sociedad. En muchos conflictos y en dictaduras militares se producen desapariciones, especialmente cuando se intenta reprimir a la oposición política.
Un caso emblemático de Amnistía Internacional fue la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en México en 2014. A pesar de la fuerte presión internacional, nacional y de las familias de los estudiantes desaparecidos, aún se desconoce su paradero, y sigue bajo investigación el esclarecimiento de los hechos. El informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia concluye que la desaparición de estos 43 estudiantes fue un “crimen de Estado”.
El derecho a la presunción de inocencia evitaría casos como los de Guantánamo, donde todavía permanecen más de 30 personas recluidas sin cargos ni juicio. Desde Amnistía pedimos que los reclusos sean acusados y juzgados con imparcialidad o liberados. En 2021 se estrenó la película El Mauritano basada en el libro de memorias que escribió un ingeniero de telecomunicaciones mauritano sobre su limbo jurídico en Guantánamo ylas torturas que allí sufrió.
Algunos gobiernos espían todo lo que hacemos en Internet. Edward Snowden tuvo que huir de Estados Unidos tras hacer públicos los documentos que demuestran cómo las agencias de seguridad estatales utilizan la vigilancia masiva para recoger, almacenar y analizar en secreto las comunicaciones privadas de personas en todo el mundo. "La gente que analiza estos datos busca delincuentes", contó a Amnistía Internacional Snowden. "Podrías ser la persona más inocente del mundo, pero si alguien programado para ver patrones de delincuencia analiza tus datos, no va a encontrarte a ti, va a encontrar a un delincuente".
Actualmente hay más de 25 millones de personas refugiadas.Se trata de una crisis de envergadura mundial en la que unos pocos países se ven obligados a hacer mucho más de lo que les corresponde, sencillamente, por su proximidad a zonas de crisis; mientras que otros, los más ricos, hacen poco o nada por proteger a estas personas y respetar sus derechos.
Expresar tu opinión de forma abierta, publicar en redes sociales, participar en manifestaciones, etc. es un derecho universal de todos y todas. Pero en muchos países hay gente que va a la cárcel –o sufre algo peor– simplemente por hablar o manifestarse. Si quieres conocer el mapa de las principales amenazas del periodismo en el mundo, te lo contamos aquí. Y si tienes dudas sobre si tiene límites la libertad de expresión, qué dice el derecho internacional al respecto o por qué es tan importante defenderla, no te pierdas nuestro reportaje: Los límites de la libertad de expresión y la apología del odio.
Tenemos derecho a votar o a formar parte del gobierno de nuestro país. Además, todos los votos deben de tener el mismo valor. Por eso en Amnistía InternacionaI adoptamos el caso de Fred Bauma e Yves Makwambala. Dos presos de conciencia encarcelados por actuar en favor de la democracia. Gracias a las miles de firmas y a la presión internacional fueron puestos en libertad junto con otros dos activistas de su organización.
“La libertad de expresión es la base de los derechos humanos, la raíz de la naturaleza humana y la madre de la verdad. Matar la libertad de expresión es insultar los derechos humanos, reprimir la naturaleza humana o suprimir la verdad.La libertad de expresión es la base de los derechos humanos, la raíz de la naturaleza humana y la madre de la verdad. Matar la libertad de expresión es insultar los derechos humanos, reprimir la naturaleza humana o suprimir la verdad.La libertad de expresión es la base de los derechos humanos, la raíz de la naturaleza humana y la madre de la verdad. Matar la libertad de expresión es insultar los derechos humanos, reprimir la naturaleza humana o suprimir la verdad.La libertad de expresión es la base de los derechos humanos, la raíz de la naturaleza humana y la madre de la verdad. matar la libertad de expresión es insultar los derechos humanos, reprimir la naturaleza humana o suprimir la verdad.”
Liu Xiaobo, Premio Nobel de la Paz en 2010
Cuando trabajamos, tenemos derecho a recibir un salario digno y a tener tiempo para descansar. Cuando tenemos una necesidad especial (en el caso de sufrir una enfermedad o no tener empleo), tenemos derecho a recibir protección social. Son sólo dos ejemplos de los derechos económicos, sociales y culturales (DESC), que también son derechos humanos. Otros de los principales son:
Todas las personas tienen derecho a acceder a una alimentación saludable, pero entre 720 y 811 millones de personas enfrentaron hambre en 2020 según la FAO (la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
Sean de la etnia, religión o nacionalidad que sean, los y las menores tienen derecho a la educación. Sin embargo, 124 millones de niños y niñas en todo el mundo no van a la escuela, según datos de UNICEF. Un símbolo es Malala Yousafzai, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2014 y defensora del derecho a la educación de niños y niñas. En nuestro reportaje te contamos su historia y su lucha el derecho a la educación, que casi le costó la vida.
Todos y todas tenemos derecho a vivir en un medio ambiente saludable y a recibir atención médica de calidad en condiciones de igualdad. En Amnistía Internacional lanzamos nuestra campaña: Defiende la sanidad pública en España para pedir a las Comunidades Autónomas el 25% de inversión sanitaria para atención primaria recomendado por la Organización Mundial de la Salud. La Atención Primaria es clave para garantizar el derecho a la salud.
La vivienda debería ser accesible a todas las personas que, además, deberían tener cierta seguridad de tenencia que las proteja de desalojos forzados, hostigamiento y otras amenazas. En España, hay una crisis de la vivienda y Amnistía Internacional ha publicado varios informes que documentan esta violación del derecho a la vivienda por parte de las autoridades españolas.
Acceder a bibliotecas, museos, teatros, cines o estadios son solo algunos ejemplos de derecho a la cultura. También se incluye el derecho a disfrutar de los beneficios de los avances científicos.
Toda persona tiene derecho al trabajo, así como a su libre elección. También se tiene derecho a la misma remuneración por un mismo trabajo realizado. Además toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute de tiempo libre y a una limitación razonable de las jornadas de trabajo. "Es difícil trabajar porque el objetivo es horrendo [...] Me duelen los pies, me duelen las manos y me duele la espalda después de hacer el trabajo", contó un trabajador de una plantación de aceite de palma a Amnistía Internacional. La organización publicó un informe denunciando las violaciones de derechos humanos.
Amnistía Internacional también denuncia eltrabajo infantil. En todo el mundo hay 160 millones de niños y niñas víctimas de trabajo y explotación infantil.
Los DESC no son un mero catálogo de buenas intenciones por parte de los Estados. Son derechos humanos que se derivan de tratados internacionales como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) y las normas establecidas por organismos especializados como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
“El ser humano construye demasiados muros y no suficientes puentes”Isaac Newton
Son los que firman y ratifican las normas internacionales de derechos humanos y, por tanto, los que tienen la obligación de respetarlas. Amnistía Internacional insta a todos los gobiernos a que lo hagan.
Los grupos armados deben respetar las normas del derecho internacional humanitario, sobre todo las contenidas en los Convenios de Ginebra. En Amnistía denunciamos las violaciones de derechos humanos y las sacamos a la luz. Por ejemplo, investigadores de la organización entrevistaron a mujeres y niñas secuestradas por el Estado Islámico que habían escapado o habían sido puestas en libertad tras el pago de un rescate por sus familias. Varias de ellas habían estado al borde del suicidio o tenían hermanas o hijas que se habían suicidado a consecuencia de los atroces abusos sufridos durante su cautiverio.
Las personas tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos. También los grupos y empresas. Por ejemplo, deben evitar consecuencias graves para el medio ambiente en los territorios donde operan, y sus actividades no deben conllevar en ningún caso desalojos forzosos. Desde Amnistía denunciamos 20 casos de delincuencia empresarial y la impunidad de la que gozan las grandes compañías.
Somos mucho más fuertes cuando nos tendemos la mano y no cuando nos atacamos, cuando celebramos nuestra diversidad [...] y juntos derribamos los poderosos muros de la injusticia.”
Cynthia McKinney, política y activista estadounidense
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Más de 13.000 niñas han sido envenenadas en Irán por participar en actos de protesta en defensa de los derechos de las mujeres. Son ataques directos al derecho a la salud y a la educación de millones de niñas y están llegando demasiado lejos. Firma para que las autoridades iraníes investiguen estos ataques y los responsables no queden impunes.