Manifestación en el Día Internacional de la Mujer. © Pablo Blázquez Domínguez/Getty Images
La violencia de género es una violación de derechos humanos. Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada tres mujeres en el mundo (30%) ha sufrido alguna vez en su vida violencia física y/o sexual de un compañero sentimental o violencia sexual de otro hombre sin esa relación. La mayor parte de las veces, el agresor es la pareja; casi un tercio (27%) de las mujeres de 15 a 49 años dicen haber sufrido este tipo de violencias por su pareja. Los hechos y cifras sobre las diferentes formas de violencia contra mujeres y niñas recopilados por ONU Mujeres completan ese retrato social espeluznante.
Las víctimas ocultas. ¿Qué se considera violencia de género en España?
España no es ajena al problema, con más de 1.240 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas desde 2003. De hecho, el registro oficial no recoge a otras víctimas que no mantenían una relación sentimental con su agresor, ni a las mujeres que sufrieron agresión sexual, ni a las que vieron destrozada su vida cuando sus parejas o exparejas asesinaron a sus hijas o hijos para causarles aún más daño... Desde 2013 se contabiliza el número de menores víctimas mortales en casos de violencia de género contra su madre o tutora legal en España, que en la actualidad y desde 2013 son más de 50.
El déficit estadístico del número de mujeres asesinadas por hombres que no son parejas o exparejas ha quedado corregido a partir de 2019, cuando empezaron a contabilizarse todas las víctimas de violencia machista, independientemente de su relación con el agresor (en 2022 fueron 34 mujeres las víctimas). Así lo acordó el Pacto de Estado en materia de Violencia de Género aprobado por el Congreso en 2017, que seguía las recomendaciones de 2011 del Convenio del Consejo de Europa sobre la Prevención y Lucha contra la Violencia contra la Mujer, conocido como Convenio de Estambul, que abogó por reconocer como violencia de género todo tipo de violencia ejercida contra las mujeres por el mero hecho de serlo.
¿Cuáles son las cifras de la violencia de género en España?
En la violencia de género en España hay otras cifras ocultas. Según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019 –cuya amplia muestra la convierte en uno de los retratos de situación más precisos–, 1 de cada 2 mujeres (57,3%) residentes en España de 16 o más años han sufrido violencia a lo largo de sus vidas por ser mujeres . Más de 2,8 millones de niñas y mujeres residentes en España de 16 o más años han sufrido violencia sexual en algún momento de su vida, siendo las mujeres en situación de discapacidad y las mujeres nacidas en el extranjero y las residentes en España las que sufren una mayor violencia física y/o sexual por parte de sus parejas.
La violencia vicaria es una forma de violencia contra la infancia que, además, usa el agresor para castigar a la mujer haciendo daño a sus hijos/as.
Amnistía Internacional lleva años denunciando la persistencia de múltiples obstáculos para la protección e identificación de las víctimas, y subrayando que no basta con la legislación. Hacen falta recursos humanos y materiales para poner en práctica y evaluar –con la participación de víctimas, familiares y expertas en género– las medidas legales, el funcionamiento de los juzgados especializados en violencia machista, la aplicación de los mecanismos de protección.
Hace falta formación a todos los niveles para prevenir el maltrato institucional de las víctimas en ámbitos policiales y judiciales. Y hace falta concienciación social, un objetivo fundamental en el que los medios de comunicación podrían jugar un papel clave.
“El 11% de las mujeres de 16 años o más (2,2 millones) han sufrido violencia física o sexual de sus parejas o exparejas. Y la cifra llega al 24,4% (4,9 millones) cuando los agresores son hombres sin esa vinculación sentimental.”
La larga lucha contra la violencia de género en España
Dificultades para denunciar la violencia de género en España
A pesar de la insistencia de las autoridades en la necesidad de que las víctimas presenten denuncia para poner en marcha los recursos de intervención, no todas las mujeres dan ese paso, aunque cada vez son más las que lo hacen. En 2022 un 35% de las víctimas había denunciado previamente, pero en los primeros años desde que hay estadísticas no se contabilizó ninguna denuncia previa (la serie comienza en 2003). En todo caso los datos confirman que quedan aún muchas barreras por superar.
De hecho, según un estudio de 2019 de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género realizado por la Fundación Igual a Igual, las víctimas de violencia machista tardan ocho años y ocho meses de media en expresar su situación, ya sea en los servicios de apoyo y asesoramiento jurídico, ya sea interponiendo denuncia contra su agresor. Las gotas que suelen colmar el vaso son sobre todo el grave daño psicológico (54%), el daño físico de la última agresión (41%) o el convencimiento de que sus hijos/as son ya conscientes de la violencia doméstica (30%).
Entre los motivos de la tardanza en denunciar –se podrían dar varias respuestas– ocupa un lugar destacado "el miedo a la reacción del agresor" (50%), mientras el 45% creían que podían resolver el problema solas y el 36% "no se reconocían como víctimas". Un 32% aseguró sentirse culpable y responsable de la situación, y un 29% dijo sentir pena por el agresor.
También son importantes las circunstancias personales, como la falta de recursos (el 64% dependían económicamente de su agresor cuando se inició el maltrato, y el 44% cuando pidieron ayuda), la edad (reaccionan antes las mujeres de menos de 35 años, y más tarde las mayores de 65), la maternidad o no (denuncian antes las que no tienen hijos) o el nivel de formación (tardan menos las mujeres con estudios universitarios).
Algunas respuestas ofrecen pistas claras para mejorar las estrategias contra la violencia machista y divulgar más y mejor los recursos de apoyo existentes y los procedimientos judiciales. Muchas víctimas tardaron más en denunciar porque pensaban "que no me podrían ayudar" (15%), porque no sabían "dónde ni cómo pedir ayuda" (21%) o por simple "miedo y desconocimiento al proceso judicial" (19%). Como ejemplo positivo para insistir en la concienciación social, el 27% decidió pedir ayuda gracias al "apoyo de una persona del entorno" que la animó a hacerlo.
Uno de los grandes retos pendientes es que las mujeres y su entorno socio familiar tengan confianza en la legislación y las medidas contra la violencia machista. Y para ello es clave demostrar su eficacia y que las denuncias sirvan para algo. De hecho, durante el primer trimestre de 2023, los juzgados españoles recibieron un total de 146.327 denuncias, un 10,92 % más que en el mismo periodo del año anterior, en el que se registraron 41.765. Las mujeres víctimas de la violencia machista fueron 45.154, un 11,54 % más que hace un año, cuando se contabilizaron 40.481. El 65,72 % de las víctimas tenía nacionalidad española. El número de víctimas menores tuteladas ascendió a 116. La tasa de víctimas de violencia de género por cada 10.000 mujeres fue de 18,4 en toda España, 1,7 puntos más alta que en el primer trimestre de 2022.
Un paso muy positivo para abordar una de las formas específicas de violencia machista, la violencia sexual, ha sido la aprobación, en mayo de 2022, de la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, conocida como la "Ley del sí es sí". Esta ley aborda de manera integral la violencia sexual incluyendo la prevención, atención y protección a las víctimas y pone en el centro el consentimiento, tal como recomienda el Convenio de Estambul. Además garantiza la asistencia integral especializada y accesible a través de la creación de Centros de Crisis disponibles durante las 24 horas del día para atender a las mujeres, niñas y niños que sufran este tipo de agresiones. También promueve dar una formación con enfoque de género a todas las partes implicadas que pueden estar en contacto con la víctima, policía, personal sanitario, forenses, personal de justicia. Se trata de hacer frente a los estereotipos y prejuicios de género cuando las mujeres deciden denunciar la agresión.
¿Qué pide Amnistía Internacional para luchar contra la violencia de género?
Amnistía Internacional ha recordado y sigue recordando a las autoridades españolas que legislar por sí sólo no basta. Ninguna ley o normativa será suficiente si no va acompañada de un verdadero compromiso de las autoridades para ponerla en práctica. Para ello, el Gobierno español debe comprometerse a:
- Hacer una evaluación de todas las medidas establecidas en la Ley Integral de Violencia contra las Mujeres, especialmente en relación al funcionamiento de los juzgados especializados de violencia de género.
- Asegurar que en dicha evaluación hay una participación activa de las víctimas supervivientes y sus familiares para conocer los obstáculos a los que se enfrentan y adoptar medidas adecuadas para atender sus necesidades.
- Asegurar que las medidas establecidas en la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual se cumplen, particularmente la creación de los centros de crisis en todas las provincias, la especialización profesional en los sectores implicados, contar con datos estadísticos para poder evaluar.
- Garantizar que las mujeres víctimas de violencia de género y de violencia sexual, ya sea cometida por pareja o expareja o por terceros, tienen todos sus derechos garantizados y recursos disponibles para su protección, entre ellos el acceso a la asistencia jurídica gratuita.
- Garantizar el derecho a una verdadera reparación de las víctimas, que incluya la no repetición de los abusos.
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En España, miles de mujeres y niñas sufren violencia cada año. Agresiones físicas, psicológicas, sexuales... la violencia de género es una lacra que debemos erradicar.
En Amnistía Internacional luchamos por un mundo donde todas las mujeres puedan vivir libres de violencia. Tú puedes ser parte del cambio.