Mientras el presidente Biden, la vicepresidenta Harris y el Congreso de los Estados Unidos dan la bienvenida a Washington al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, Amnistía Internacional advierte de que Estados Unidos está al tanto del uso ilegítimo que hace el gobierno de Israel de armas de origen estadounidense, incluso para cometer crímenes de guerra, y será cómplice de nuevas violaciones cometidas con estas armas.
“Ya basta”, ha dicho Paul O’Brien, director ejecutivo de Amnistía Internacional Estados Unidos. “El gobierno de Estados Unidos ha recibido numerosas pruebas de especialistas de todo el mundo de que el gobierno israelí ha utilizado armas de origen estadounidense en crímenes de guerra y homicidios ilegítimos. De continuar con las transferencias de armas, Estados Unidos será cómplice de las violaciones del derecho internacional cometidas con ellas.”
En ausencia de un embargo de armas del Consejo de Seguridad de la ONU, Amnistía Internacional pide a los Estados la imposición inmediata de un embargo integral de armas a Israel, Hamás y otros grupos armados palestinos hasta que deje de existir un riesgo sustancial de que estas armas puedan ser usadas para cometer violaciones graves del derecho internacional humanitario o de los derechos humanos, o facilitar su comisión.
Los Estados que continúen transfiriendo armas a Israel o a Hamás y otros grupos armados palestinos a sabiendas de que el Estado o grupo receptor está usando estas armas para cometer “hechos internacionalmente ilícitos” —entre los que figuran crímenes de derecho internacional, como crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad— no sólo están incumpliendo su obligación de garantizar el respeto del derecho internacional humanitario, sino que de hecho están ayudando a que se cometan estas violaciones.
“Investigaciones propias de Amnistía Internacional han mostrado en múltiples ocasiones que el gobierno de Israel está usando armas suministradas por Estados Unidos para cometer graves violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, así como de la legislación y la política estadounidenses”, ha afirmado O’Brien. “La Corte Internacional de Justicia concluyó que el riesgo de genocidio en Gaza es una posibilidad real, e incluso en su propio análisis, Estados Unidos determinó que es razonable concluir que las fuerzas de seguridad israelíes han utilizado armas estadounidenses para violar el derecho internacional humanitario. En su reciente opinión consultiva, la Corte también estableció que la ocupación de los Territorios Palestinos Ocupados por Israel es ilegítima y que debe ponerse fin a ella con urgencia. En vista de estas conclusiones, y como primera medida, el presidente Biden debe poner fin a la complicidad de Estados Unidos con las violaciones graves del derecho internacional que comete el gobierno de Israel, y suspender inmediatamente la transferencia de armas al gobierno de Israel.”
“El presidente Biden ha expresado su preocupación por las acciones de las fuerzas israelíes en Rafá en diversas ocasiones, e incluso esta preocupación le hizo retrasar un envío de armas”, ha añadido O’Brien. “Sin duda sabe que continuar con las transferencias de armas agravará aún más, sin paliativos —e ilegalmente— el desastre, el sufrimiento humano y las muertes que él y el gobierno de Estados Unidos están haciendo posible con los impuestos de los ciudadanos y ciudadanas estadounidenses.
Las empresas que fabrican y exportan armas también tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos y el derecho internacional humanitario a lo largo de toda su cadena de valor. Esta responsabilidad es independiente de las obligaciones propias del Estado en materia de derechos humanos y existe más allá del cumplimiento de las leyes y normas nacionales. Las empresas que presten asistencia material en la comisión de un crimen de guerra pueden ser declaradas responsables legalmente de dicho crimen.
“Con miles de vidas civiles en juego todos los días, el gobierno de Estados Unidos y las empresas estadounidenses se están exponiendo a ser responsables y culpables por su complicidad”, ha concluido O’Brien. “Es hora de suspender con carácter de urgencia todas las transferencias de armas al gobierno de Israel y de presionar en favor de un alto el fuego permanente.”