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Actuamos por los derechos humanos
en todo el mundo

Última actualización: 15 de abril de 2024

En los últimos años el mundo está viviendo una creciente crisis de refugiados y refugiadas. Cada día hay personas que deben tomar la decisión más difícil de su vida: abandonar su hogar en busca de una vida mejor, o simplemente salvarla.

El número de personas obligadas a huir de sus hogares sigue creciendo año tras año, y ese crecimiento se cuenta cada 31 de diciembre por millones. Según los últimos datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), al comienzo de 2023 había 108,4 millones de personas desplazadas en el mundo. Si todas ellas tuvieran la misma nacionalidad formarían el decimocuarto país más poblado del mundo, por delante de Turquía, Egipto, Vietnam o Alemania. Al contrario de lo que se suele pensar, la inmensa mayoría de las personas que huyen de forma forzosa no llegan al considerado norte global: países con mayor desarrollo y economías más prósperas y que al mismo tiempo desarrollan narrativas contrarias a sus obligaciones internacionales; sino que se quedan en otras zonas de su propio país, o en territorios cercanos del llamado “sur global”.

Las razones por las cuales las personas migran son diversas y a menudo complejas. Hay personas que se trasladan a otros países para mejorar su situación económica o para continuar su educación. Otras se ven obligadas a abandonar su país para escapar de abusos contra los derechos humanos como la tortura, la persecución, los conflictos armados, la pobreza extrema e incluso la muerte.

Las causas globales que provocan los desplazamientos forzosos se superponen y retroalimentan. Guerras que se perpetúan, nuevos conflictos auspiciados por la escasez de materias primas, sequías agravadas por la crisis climática, países asfixiados por la deuda. Cualquier política migratoria debe, en primer lugar, afrontar las causas de los desplazamientos forzados.

inmigración y refugio

La deriva de las políticas europeas, lamentablemente en consonancia con las tendencias globales, en estas materias amenaza la línea de flotación de los consensos que creíamos consolidados, como el deber de rescate ante un naufragio, o el propio derecho de asilo sin que pueda ser suspendido de facto a discreción de los dirigentes. Mientras que la positiva respuesta ante los desplazamientos provocados por la invasión de Ucrania han mostrado una vez más que ofrecer una acogida adecuada solo depende de la voluntad política.

Por otra parte, el Pacto Europeo de Migración y Asilo recientemente aprobado por la Unión Europea supondrá a buen seguro un mayor sufrimiento y mayor riesgo de vulneraciones de derechos humanos para las personas que buscar llegar a Europa.

En España, las personas migrantes y refugiadas tienen que hacer frente a las expulsiones en caliente y a la desprotección. En Amnistía Internacional llevamos muchos años luchando contra las múltiples dificultades que se encuentran las personas que necesitan refugio. Entre las peticiones que trasladamos a las autoridades españolas se encuentran la necesidad de establecer vías legales y seguras para que las personas migrantes y refugiadas no se jueguen la vida en viajes peligrosos, poner fin a las prácticas de expulsiones sumarias y colectivas, conocidas como “devoluciones en caliente”, la importancia de combatir los discursos demonizadores y la criminalización de las organizaciones que trabajan con estas personas, la urgencia de una solidaridad europea que no se deje a la libre decisión de los Estados.

El derecho de asilo está regulado por el Derecho Internacional y es una obligación de los Estados. 

Derecho a buscar refugio y asilo

Mira más allá de la frontera

Cuando te sientas frente a una persona concreta y la miras a los ojos, dejas de ver a una persona refugiada o migrante, y te fijas en el ser humano que tienes delante, que es igual que tú. Una persona que ama, que sufre, que sueña... Este vídeo lo demuestra. Es maravilloso.

Ver vídeo

La crisis mundial de refugio en cifras

35,3 M

Personas refugiadas actualmente en todo el mundo, según datos de ACNUR.

76%

Alrededor del 85% de las personas refugiadas son acogidos en países de renta media y baja. Fuente: ACNUR

8.600

Personas perdieron la vida en 2023 en una ruta migratoria. Fuente: IOM

Cruzar la frontera: un viaje de lo más peligroso

La imposibilidad de llegar a un tercer país por vías legales, les obliga a exponer su vida a múltiples peligros y aún en el caso de que consigan llegar a un país seguro, pueden ser detenidas o son objeto de actos racistas o xenófobos. La falta de estructura familiar y las dificultades, tanto económicas como de acceso a derechos, les convierte en un grupo especialmente vulnerable. A un viaje lleno de peligros y temores, le suceden otras amenazas a la llegada, esta vez en forma de racismo, xenofobia y discriminación.

En el intento de escapar de situaciones desesperadas, las personas refugiadas y migrantes arriesgan su vida en peligrosos viajes. Así sucede en el mar Mediterráneo y la ruta hacia Canarias, pero también en el sudeste asiático. En América Central, miles de personas que intentan cruzar México son secuestradas, violadas o pierden la vida en uno de los viajes más peligrosos del mundo. Durante el trayecto están expuestas a sufrir abusos a manos de funcionarios de los servicios de migración, agentes de policía, militares, traficantes de seres humanos y bandas criminales. En Estados Unidos, el gobierno debe detener de inmediato las expulsiones ilegales de solicitantes de asilo en la frontera con México y facilitar la recepción sin demora de los miles de personas afectadas y la tramitación de sus casos de acuerdo con la legislación estadounidense.

Acogida de personas refugiadas

En el caso de España, llegan a través de las costas. Amnistía Internacional ha denunciado cómo en el último repunte de llegadas a las Islas Canarias, las personas se encontraron con falta de información sobre sus derechos, incluido el derecho a solicitar asilo; ausencia de asistencia letrada y de interpretación de calidad; niños y niñas no acompañados a quienes la policía no identifica, detenidos y enviados a centros para personas adultas y que ven sustraídas sus pertenencias; y falta de infraestructuras para una adecuada recepción.

La organización también ha denunciado la persistencia de expulsiones ilegales (prohibidas por varios tratados internacionales) por parte de las autoridades del país, así como la desprotección de quienes podrían estar huyendo de abusos de derechos humanos en sus países de origen, especialmente en relación a condiciones de acogida, falta de visados humanitarios y la necesidad de un programa de reasentamiento digno. Todas estas prácticas pudieron comprobarse con dramáticas consecuencias en la masacre de Melilla, ocurrida en el puesto fronterizo con Marruecos en junio de 2022.

Los gobiernos muchas veces ignoran el mecanismo de reparto de personas refugiadas diseñado por la Comisión Europea, así como las obligaciones legales e imperativos humanitarios y culpan a quienes se dedican al tráfico y la trata de seres humanos de enviar a la muerte a miles de personas. La lucha contra los delincuentes es fundamental, pero eso no exime a los gobiernos de proteger a las personas refugiadas y migrantes. Parece que a muchos les preocupa más la protección de las fronteras que salvar vidas.

Ningún ser humano es ilegal. Refugees welcome

Mientras haya violencia y guerra, la gente seguirá viniendo, y Europa debe encontrar mejores maneras de ofrecer protección.

John Dalhuisen, investigador de Amnistía Internacional

Recomendaciones globales

Ante esta realidad, nuestras principales recomendaciones globales en materia de asilo y refugio son:

Deben ponerse fin a las devoluciones ilegales de personas afganas que están realizando tanto Irán y Turquía en sus fronteras, como las deportaciones masivas desde Pakistán.

Estados Unidos debe terminar con las expulsiones sin permitir la oportunidad de solicitar asilo, tras la decisión judicial de prorrogar las medidas excepcionales que se habían adoptado durante la pandemia del COVID-19. La continuidad de esta práctica pone en riesgo la vida de miles de personas de toda América al ser devueltos a los países de los que huyeron donde sus vidas corren peligro y representa un claro incumplimiento de la legislación estadounidense y el derecho internacional de los derechos humanos.

La crisis de derechos humanos en Venezuela ha obligado a millones de personas a huir del país en busca de protección. Ante el hecho de que muchos países de su entorno han cerrado sus puertas a las personas de esta nacionalidad, Amnistía Internacional reclama que se les ofrezca protección internacional a quienes huyen por este motivo y pide que se prohíban todas las devoluciones forzosas a este país.

Adoptar y abogar en los foros multilaterales y dentro de la Unión Europea por la adopción de medidas que faciliten vías legales y seguras de acceso a España, Europa y otros destinos seguros de personas solicitantes de asilo y de protección internacional. Dichas medidas pueden incluir, entre otras, programas de reasentamiento y el patrocinio comunitario de personas refugiadas y solicitantes de asilo. Se debe prestar especial atención a las necesidades de los colectivos más vulnerables como menores, mujeres víctimas de violencia de género, víctimas de trata y personas enfermas.

Refugio e migración
La gente muere mientras los gobiernos gastan miles de millones en controlar fronteras

Personas desplazadas por el clima

"La sequía ha sido insoportable este año. Han sido casi tres meses sin llover. Si esto sigue así no podremos seguir viviendo aquí", residente en Burigoalini, Bangladesh.

El cambio climático se está convirtiendo en una de las principales causas en el aumento de los desplazamientos forzados. Cada año, más de 20 millones de personas deben abandonar su hogar y trasladarse a otros puntos de su propio país debido a los peligros que causan la creciente intensidad y frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias inusualmente fuertes, sequías prolongadas, desertificación, degradación ambiental, ciclones o aumento del nivel del mar.

Los países más ricos -que son los principales responsables de la crisis climática- tienen la obligación de poner a disposición recursos financieros adecuados para apoyar a las personas que se enfrentan a pérdidas y daños, incluido el desplazamiento. Otras formas de reparación incluyen el apoyo a las personas que necesitan reubicarse porque su territorio se está convirtiendo en inhabitable debido al cambio climático.

Desplazamientos por clima. Refugio y migración
Yo soy refugio

CONTRIBUCIONES POSITIVAS DE LAS PERSONAS MIGRANTES Y REFUGIADAS

Las contribuciones positivas de las personas migrantes, como sus competencias, recursos y diversidad, casi nunca son noticia. Sin embargo, estas buenas noticias también existen. Un ejemplo: según el Banco Mundial, la migración internacional es buena porque los trabajadores pueden ir a los lugares donde son más productivos. El valor del dinero que las personas migrantes envían a los países en desarrollo (las llamadas “remesas”) fue de 529.000 millones de dólares estadounidenses en 2018, tres veces superior a la cantidad que los gobiernos dedican a la ayuda al desarrollo.

¿Qué hace Amnistía Internacional para ayudar a las personas refugiadas y migrantes?

Con sus muchos años de experiencia, Amnistía Internacional ha intervenido con éxito en miles de casos de personas que corrían riesgo de devolución a países donde estaban expuestas a sufrir tortura y otros abusos graves contra los derechos humanos. Apoyamos y protegemos a estas personas por medio de presión internacional, acciones de solidaridad, investigación y trabajo de ayuda humanitaria. También impulsamos cambios en las políticas y legislaciones, y en ocasiones, llevamos a cabo acciones sobre casos individuales. Nuestro personal ha tenido acceso sin precedente a esas mismas personas, a los lugares donde viven o están detenidas y a las autoridades que se ocupan de ellas. Además, hemos logrado que gobiernos y organismos regionales mejoren los mecanismos de protección de las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo.

Nuestro trabajo influye en la orientación y las prioridades de organizaciones internacionales y en la elaboración de normas internacionales y regionales, así como en las políticas de migración y refugio de los Estados. Podemos examinar el problema en todas las regiones y poner de manifiesto la “cadena de abusos” del viaje que realizan las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo desde su lugar de origen al lugar de destino.

Sabemos que los abusos contra los derechos humanos afectan de distinta forma en las diversas partes del mundo. Tenemos los conocimientos, la capacidad y el compromiso a largo plazo necesarios para influir positivamente en todas las estas regiones y conseguir avances.

Las personas refugiadas y migrantes tienen derechos
Regular la entrada a la UE, es una cosa y negársela a todas las personas refugiadas, otra muy distinta. Lo primero es sensato y legítimo, mientras que lo segundo es inhumano e ilegal.
John Dalhuisen, investigador de AI

¿Qué pide Amnistía Internacional?

Las personas refugiadas:

  • no deben ser obligadas a regresar a un país en el que corren el riesgo de sufrir abusos contra los derechos humanos; 
  • deben ser reasentadas cuando se hallen en una situación vulnerable;
  • no deben ser discriminadas;
  • deben ver respetado su derecho de acceso al trabajo, a tener un alojamiento y a recibir una educación;
  • deben poder circular libremente y mantener sus documentos de identidad y viaje propios.

Las personas solicitantes de asilo:

  • deben poder entrar en un país para solicitar asilo;
  • no deben ser devueltas a un país en el que estén en situación de riesgo;
  • deben tener acceso a procedimientos de asilo justos y efectivos, y si son devueltos a un país, la devolución debe hacerse de modo seguro y con dignidad;
  • deben tener acceso a la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) si lo necesitan o desean hacerlo.
Personas refugiadas huyendo de un conflicto armado