QUE LA VIOLENCIA POLICIAL NO SIGA BATIENDO RÉCORDS EN BRASIL
Esta acción ha finalizado (22 de agosto de 2016).
Más de 32.000 personas habéis firmado la petición de Amnistía Internacional en contra de la violencia por parte de las fuerzas de seguridad en Brasil, solicitando que se ponga fin a los homicidios policiales y a otras violaciones de derechos humanos. La campaña ha llamado la atención a las autoridades internacionales y nacionales organizadoras de los Juegos Olímpicos por los abusos cometidos (124 muertes en Río de Janeiro a manos de la policía entre abril y junio de este año, en su mayoría sin investigar) y reclamar una política de seguridad pública que respete y proteja los derechos humanos de todas las personas.
En Amnistía Internacional seguiremos trabajando para que la libertad de expresión y reunión pacífica sean plenamente respetados y protegidos por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. No queremos que los Juegos Olímpicos de 2016 sean recordados por un récord de muertes a manos de las fuerzas de seguridad.
¡Gracias por tu colaboración!
Pedro Ivo, 19 años, vivía en la favela de Acari en Río de Janeiro. El 17 de julio de 2014 se detuvo brevemente para hablar con su amigo Lucas, de 17 años. En ese momento policías militares llegaron disparando y todo el mundo empezó a correr. Las balas alcanzaron a ambos. Sus cuerpos quedaron tirados en el suelo, a un metro de distancia uno del otro.
Vitor Santiago Borges no murió, pero en un incidente similar perdió parte de una pierna y quedó postrado en la cama parapléjico. Un grupo de soldados que ocupaba el complejo de favelas de Maré, también en Río, tiroteó el coche en el que regresaba a su casa, junto a cuatro amigos, el 13 de febrero de 2015.
“Quienes vivimos aquí somos todos sospechosos. Eso no es justo. Le podía haber pasado a cualquiera. Pero me pasó a mí. Y me destrozaron la vida.”Vitor, herido en tiroteo militar.
Historias como las de Pedro, Lucas y Vitor se multiplican en Brasil, el país con mayor número de homicidios del mundo. En 2014, año en que Brasil acogió el Mundial de fútbol, 60.000 personas fueron víctimas de homicidio. Lo escandaloso es que miles de estas muertes fueron causadas por las fuerzas de seguridad que debían proteger a la población. La mayoría de las víctimas son varones jóvenes negros de las favelas. La mayor parte de los homicidios cometidos por policías y militares no se investigan.
Además, en las semanas previas y en el transcurso del Mundial de Fútbol de 2014, la policía reprimió de forma violenta las manifestaciones utilizando gases lacrimógenos, granadas paralizantes, balas de goma e incluso armas de fuego. Desde entonces, pocas cosas han cambiado, las autoridades siguen tratando a los manifestantes como “enemigos públicos”.
No queremos que esto se repita durante los juegos olímpicos de Río 2016. La población debe sentirse protegida por la policía, no amenazada. Pedimos a la Comisión de Seguridad de los Juegos Olímpicos que garantice que las operaciones de seguridad incorporan los derechos humanos.
Preparativos
Los preparativos de Río para los Juegos Olímpicos de este verano podrían desencadenar otra oleada de violencia policial contra manifestantes y residentes de favelas.