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Desde hace tres decenios, y de forma creciente a partir de 2011, decenas de miles de personas han sido detenidas en Siria y han desaparecido después sin dejar rastro. Sus familias se ven obligadas a vivir en la oscuridad, sin saber si siguen con vida. Quienes intentan averiguar lo que les ha ocurrido a sus seres queridos corren a su vez peligro.
¿Cómo empezó esta situación?
El gobierno lleva a cabo una campaña generalizada de terror y castigo colectivo contra la población civil en forma de desapariciones forzadas. Desde que estallaron las protestas pacíficas en 2011, el gobierno ha detenido arbitrariamente, torturado e infligido otros malos tratos a un número enorme de personas, muchas de las cuales han muerto bajo custodia.
En Siria, miles de personas han desaparecido sin dejar rastro tras ser detenidas por el gobierno sirio desde 2011. Son las víctimas de desaparición forzada, una situación en la que el Estado o personas que actúan con su autorización, respaldo o consentimiento arrestan o detienen a una persona y después niegan que esté bajo custodia u ocultan su paradero. Aunque la magnitud de los abusoa no se puede comparar con la del gobierno sirio, los grupos armados de oposición también son responsables de desapariciones forzadas, de someter a las víctimas a tortura y otras formas de malos tratos, y de ocultar su suerte o paradero.
Las personas desaparecidas quedan aisladas del mundo, hacinadas en celdas secretas donde la tortura es sistemática, las enfermedades proliferan y la muerte es habitual. Sus familias viven desesperadas, con muy pocas formas, si es que hay alguna, de encontrar a sus seres queridos sin correr riesgos.>
- Maher Tahan fue detenido junto con Abd al-Aziz al-Khayyir —jefe de la Oficina de Asuntos Exteriores del Cuerpo de Coordinación Nacional para el Cambio Democrático— en un puesto de control de los servicios de Inteligencia de la Fuerza Aérea tras su llegada al aeropuerto de Damasco de regreso de una visita a China. Según fuentes no oficiales, lo trasladaron a una sección de los servicios de Inteligencia de la Fuerza Aérea de Al Mezzeh (Damasco) y en febrero de 2013, a un lugar desconocido. Las autoridades sirias niegan su arresto y detención y la agencia estatal de noticias SANA dijo que había sido secuestrado por miembros de un “grupo terrorista”. Varios miembros más del Cuerpo de Coordinación Nacional siguen también detenidos o sometidos a desaparición forzada.
- Razan Zeitouneh, Wael Hamada, Samira Khalil y Nazem Hammadi son activistas sirios pacíficos que trabajaban en el Centro de Documentación de Violaciones (VDC), ONG dedicada a la observación de las violaciones de derechos humanos en Siria. Los cuatro fueron privados de libertad tras ser secuestrados la tarde del 9 de diciembre de 2013 en las oficinas del VDC de Duma, parte de la zona de Goutha Oriental que está bajo el control efectivo de grupos armados de oposición, y no se ha vuelto a tener noticias de ellos desde entonces. Uno de los grupos más poderosos de la zona en el momento de la desaparición es Jaysh al Islam, que hasta ahora ha negado toda implicación en el delito y no parece haber hecho ningún esfuerzo significativo por investigar lo ocurrido a los cuatro activistas. Razan Zeitouneh es una abogada siria de derechos humanos que trabajaba sobre todo en casos de presos de conciencia y otros presos políticos, y una veterana activista de derechos humanos y cofundadora del VDC. Wael Hamada es un activo defensor de los derechos humanos. Nazem Hammadi es abogado, poeta y activista de derechos humanos. Samira Khalil es una conocida activista política y defensora de los derechos humanos que fue presa política del gobierno sirio de 1987 a 1991.
- El 9 de marzo de 2013, miembros de los servicios de Inteligencia Militar llegaron al domicilio de la dentista Rania al-Abbasi, su esposo Abdul Rahman Yasin y sus seis hijos, Dima, Entisar, Najah, Alaa, Ahmed y Layan. En la primera visita de las fuerzas de seguridad a la casa, detuvieron a Abdul Rahman. Las mismas fuerzas de seguridad volvieron al día siguiente y se llevaron dinero, joyas, los automóviles de la familia y la documentación de sus propiedades y de la consulta de Rania. Al día siguiente, regresaron de nuevo y detuvieron a Rania, a los seis niños y a la secretaria de Rania. En el momento de su detención, Dima, Entisar, Najah, Alaa, Ahmed y Layan tenían, respectivamente, 14, 13, 11, 8, 6 y 2 años de edad. Desde ese día no se ha vuelto a tener noticias de la familia y sigue sin conocerse el motivo de su detención. Sin embargo, sus familiares creen que Rania y su esposo podrían haber estado en el punto de mira porque habían prestado ayuda humanitaria a personas que la necesitaban. Las autoridades sirias no han facilitado ninguna información a su familia ni a otros organismos. © Private
- Yusef Eido es un trabajador de ayuda humanitaria de 25 años del barrio de Al Khalidiya de la ciudad de Alepo. En la fecha en que fue detenido trabajaba con un grupo local de ayuda humanitaria para coordinar la entrega de cestas de comida a miembros de su comunidad. Un mes antes de su detención, había sido alcanzado en un ojo por una bala de un francotirador en su mercado local y dijo que tendría que viajar a Alemania para ser operado. El 26 de diciembre de 2012 acudió a las autoridades locales para gestionar su visado y nunca regresó. A finales de 2014, la madre de Yusef viajó a Damasco para buscar a su hijo. Un funcionario le dijo que estaba recluido en la sección 215 de los servicios de Inteligencia Militar y que pronto lo trasladarían a la prisión de Adra. Cuando regresó varios días después, descubrió que el funcionario con el que había hablado no ya no trabajaba allí. Su sustituto negó que Yusef estuviera bajo custodia. Después la familia supo por un ex detenido que Yusef seguía en la sección 215 y que lo habían torturado; sin embargo, no sabe con certeza si esta información es fiable. En imagen el padre de Yusef Eido mostrando una foto de su hijo en el móvil. © Private
- Mohammed Issam Zaghloul es un abogado y defensor de los derechos humanos. Lo detuvieron por primera vez el 23 de agosto de 2011 tras liderar una protesta pacífica en el Colegio de Abogados de Damasco para exigir la libertad de todas las personas detenidas arbitrariamente en Siria. Para salir en libertad tuvo que firmar una declaración en la que prometía no volver a participar activamente en protestas ni “instigar a la opinión pública contra el gobierno”. El 10 de octubre de 2012, un grupo de hombres que se cree que estaban vinculados al gobierno lo secuestró cuando conducía a casa desde el trabajo. Tras el secuestro, pudo ponerse en contacto con su esposa, Maiss, para informarle de lo que había pasado. Cuando la familia se negó a pagar el rescate que le habían pedido, Mohammed fue trasladado a una sección de los servicios de Inteligencia de la Fuerza Aérea de Damasco. Varios ex detenidos confirmaron su presencia en ese centro. Desde entonces su familia ha hecho averiguaciones oficiales y no oficiales sobre el paradero de Mohammed, todas ellas infructuosas. En imagen, Mohammed Issam Zaghloul y sus hijos. © Private
- Islam Dabbas es un estudiante y activista político de Daraya. En la fecha de su detención, el 22 de julio de 2011, organizaba y lideraba protestas pacíficas en su barrio. Según su primo, que fue detenido junto con él y salió en libertad dos meses después, ambos fueron detenidos en su barrio por miembros de los servicios de Inteligencia de la Fuerza Aérea. A Islam lo trasladaron desde una sección de los servicios de Inteligencia de la Fuerza Aérea a la prisión de Saydnaya varios meses después. Su familia pudo visitarlo dos veces en Saydnaya, en junio y noviembre de 2012. Desde su última visita, la familia ha presentado varias solicitudes a las autoridades de Saydnaya para volver a visitarlo, pero las autoridades respondieron en más de una ocasión que ya no estaba bajo su custodia y que no conocían su paradero. © Private
- Fa’eq al-Mir (conocido también como Fa’eq Ali As’ad) es un veterano activista político y miembro destacado del Partido Popular Democrático Sirio. Había sido detenido por las autoridades en varias ocasiones desde 1979 debido a sus actividades políticas. Desapareció el 7 de octubre de 2013 tras salir de su domicilio en el barrio de Al Khoussour de Damasco, controlado por el gobierno. Aproximadamente una hora después de que Fa’eq se marchara, entraron en la vivienda 20 hombres vestidos de civil que se cree pertenecían a las fuerzas de seguridad. Se llevaron su ordenador portátil y exigieron acceso a “todo lo relacionado con sus actividades políticas”, según su hijo Ali. Desde ese día se desconoce el paradero de Fa’eq. Su familia presentó dos solicitudes oficiales de información a las autoridades sirias, en noviembre de 2013 y a mediados de 2014. También ha intentado localizarlo a través de canales informales, pero la información que han recibido hasta ahora es contradictoria y poco concluyente. A su familia le preocupa especialmente la salud de Fa’eq, pues padece hidronefrosis (una enfermedad del riñón) y cálculos renales frecuentes, para los que necesita intervención médica y supervisión periódica. © AI/Mark Esplin
- Abd al-Aziz al-Khayyir es el jefe de la Oficina de Asuntos Exteriores del Cuerpo de Coordinación Nacional para el Cambio Democrático (NCB). Estuvo encarcelado desde 1992 hasta 2005 por sus actividades pacíficas como miembro del Partido de Acción Comunista y fue considerado preso de conciencia por Amnistía Internacional. El 20 de septiembre de 2012, Abd al-Aziz fue detenido en un puesto de control de los servicios de Inteligencia de la Fuerza Aérea tras su llegada a Damasco de regreso de una visita a China como representante del NCB. Según fuentes no oficiales, lo trasladaron a una sección de los servicios de Inteligencia de la Fuerza Aérea de Al Mezzeh (Damasco) y en febrero de 2013, a un lugar desconocido. Las autoridades sirias niegan su arresto y detención y la agencia estatal de noticias SANA dijo que había sido secuestrado por miembros de un “grupo terrorista”. Varios miembros más del Cuerpo de Coordinación Nacional siguen también detenidos o sometidos a desaparición forzada. © AI
- Abdullah al-Khalil es un abogado de derechos humanos y jefe del consejo local para la gobernación de Raqqa. Había sido detenido por las fuerzas gubernamentales en cinco ocasiones desde 2011 por su labor como abogado defensor de presos políticos y por promover los derechos humanos. El 18 de mayo de 2013 unos hombres armados no identificados se lo llevaron cuando salía de su despacho en la ciudad nororiental de Raqqa. El 14 de noviembre de 2013, miembros del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) confiscaron su vivienda y colgaron su símbolo en la fachada. Su suerte y su paradero siguen siendo desconocidos. © AI
- Khalil Matouq desapareció la mañana del 2 de octubre de 2012 cuando se dirigía en automóvil al trabajo desde su domicilio. Teniendo en cuenta el trabajo de Khalil como abogado de derechos humanos y que había varios puestos de control controlados por el gobierno en su ruta habitual a su despacho en la ciudad, su familia pensó enseguida que podría haber sido detenido por las fuerzas de seguridad. Desde entonces, Khalil ha sido visto por fuentes no oficiales en dependencias de varios organismos de seguridad y una sección de los servicios de Inteligencia de la Fuerza Aérea de Damasco. La última vez que se lo vio fue en septiembre de 2013 en la tristemente conocida Sección Palestina 235 de los servicios de Inteligencia Militar, en Damasco. La familia de Khalil no ha recibido más noticias de su paradero desde esa fecha. Las autoridades sirias no han respondido a las reiteradas peticiones de información sobre Khalil de la familia y, en febrero de 2013, después de una investigación oficial realizada por un grupo de abogados, negaron que estuviera bajo custodia. A la familia de Khalil le preocupa especialmente su salud, pues padece una enfermedad pulmonar avanzada. En la imagen, Khalil Maatouk con su mujer. © Private
Tortura
Ex presos hablan de un ciclo interminable de palizas. En el viaje después de la detención. En tránsito entre centros de detención. Como parte de una “fiesta de bienvenida” de abusos al llegar a una prisión. Y en algunos casos, todos los días por cualquier “infracción” menor de las normas que pueda imaginarse, como hablar o no limpiar sus celdas.
Muchas de las personas con las que hablamos dijeron que las habían golpeado con mangueras de plástico, barras de silicona y palos. Algunas habían sido escaldadas con agua caliente y quemadas con cigarrillos. A otras les aplicaron descargas eléctricas tras obligarlas a estar con los pies en el agua.
Algunas de las técnicas utilizadas son tan comunes que tienen sus nombres característicos. Está la “alfombra voladora”, un tablero plegable en el que se sujeta con correas a la persona boca arriba y se levanta un extremo hasta el otro. O el “neumático” (dulab), en el que se mete a la persona en un neumático de vehículo, con la frente tocando las rodillas o los tobillos, y se la golpea.
Hombres y mujeres han sido violados y han sufrido acoso sexual. También se ha amenazado a mujeres de violación en presencia de sus familiares para arrancar “confesiones”.
Condiciones infrahumanas
Hay personas que sufren problemas mentales agudos debido al hacinamiento y la falta de luz solar. En algunos casos, nos dijeron que podía haber más de 50 personas en una celda de sólo 3 por 3 metros. El acceso a atención médica es escaso o inexistente, y es frecuente que personas presas mueran debido a problemas médicos totalmente evitables.
Este horror absoluto está concebido para quebrantar la voluntad y destruir el espíritu de las personas detenidas. Las que sobreviven quedan traumatizadas psicológicamente y quebrantadas físicamente. A menudo necesitan apoyo médico y emocional intensivo para rehacer su vida.
En la mayoría de los casos, el gobierno sirio niega incluso que las fuerzas de seguridad hayan detenido a estas personas. O se niega a facilitar cualquier información sobre su paradero. Esto significa que muchas personas detenidas están “desaparecidas” –fuera de la protección de la ley–, lo que las hace especialmente vulnerables a abusos.
Si desean más información sobre la tortura, malos tratos y muertes bajo custodia, consulten: Syria: ‘It breaks the human’: Torture, disease and death in Syria’s prisons>
Desapariciones forzadas
La campaña de desapariciones forzadas que lleva a cabo el gobierno de Siria desde 2011 parece formar parte de un ataque organizado contra la población civil tanto generalizado como sistemático. La investigación de Amnistía Internacional indica que las desapariciones forzadas en Siria son obra de diversos actores: las cuatro secciones de las fuerzas de seguridad, a saber: el servicio de Inteligencia Militar, los servicios de Inteligencia de la Fuerza Aérea, los servicios de Seguridad Política y el servicio de Inteligencia General (citado a veces como Seguridad del Estado); las fuerzas armadas, y las milicias asociadas al gobierno sirio, incluidas las Fuerzas de Defensa Nacional y las milicias shabiha. Las personas sometidas a desaparición forzada son recluidas en una red de centros de detención de todo el país, que incluye los que están a cargo de las fuerzas de seguridad, cada una de las cuales tiene una sección central en Damasco, así como secciones regionales, municipales y locales; prisiones civiles y centros de detención no oficiales.
Modalidades de desaparición forzada
Amnistía ha hallado que los casos de desaparición forzada suelen pertenecer a tres modalidades principales. En la que afecta a la mayoría de las víctimas de Siria, las víctimas son objeto de desaparición forzada inmediatamente tras su detención o poco después de ella. En la segunda modalidad principal, las víctimas son objeto de desaparición forzada en una fase posterior de su detención, por ejemplo, cuando son trasladadas de un centro de detención a otro o a causa de sucesos externos. En la tercera, las víctimas son detenidas y sometidas a desaparición forzada cuando se dirigen a las autoridades sirias para averiguar la suerte de un familiar que ha sido objeto de desaparición forzada.
La búsqueda de las personas desaparecidas
Las familias cuyos miembros han sido objeto de desaparición forzada tienen pocas opciones para encontrarlos, y esas opciones pueden implicar graves riesgos. Muchas personas sirias han contado a Amnistía Internacional que, como consecuencia de las detenciones y desapariciones forzadas secundarias, han considerado que era demasiado peligroso dirigirse a las autoridades o contactar siquiera con ellas para pedir información sobre el paradero de sus familiares.
Las fuerzas gubernamentales son responsables de la mayoría de los crímenes, incluidos los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad, pues someten a decenas de miles de personas a detención arbitraria, tortura y otros malos tratos y desaparición forzada. Sin embargo, los crímenes de derecho internacional y abusos contra los derechos humanos cometidos por grupos armados de oposición han agravado el sufrimiento de la población civil. Los grupos armados que se oponen al gobierno sirio también cometen violaciones graves del derecho internacional humanitario.
La conducta de las partes en el conflicto armado no internacional de Siria, incluidos los grupos armados de oposición, se rige por las normas del derecho internacional humanitario, conocido también como leyes y usos aplicables en los conflictos armados. La finalidad de este derecho, que se aplica únicamente en situaciones de conflicto armado, es proteger a todas las personas que no participan activamente en las hostilidades, sobre todo a la población civil y a cualquier persona herida, que se haya rendido o haya sido capturada, incluso si ha participado previamente en las hostilidades. Su objetivo principal es limitar, en la medida de lo posible, el sufrimiento humano en tiempos de guerra.
Siria es Estado Parte en los Convenios de Ginebra de 1949. El artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra, que se aplica a todas las partes de un conflicto armado no internacional como el que tiene lugar actualmente en Siria, prohíbe “el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y los suplicios”, “los tratos humillantes y degradantes”, “la toma de rehenes” y “las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante un tribunal legítimamente constituido”. Las violaciones de estas normas —como la tortura o la ejecución sumaria de personas detenidas, sean civiles, soldados capturados o lo que se denomina “infiltrados”– constituyen crímenes de guerra.>