Algunos Gobiernos espían todo lo que hacemos en Internet. Los documentos que Edward Snowden hizo públicos en 2013, por lo cual tuvo que huir de Estados Unidos, han revelado cómo las agencias de seguridad estatales utilizan la vigilancia masiva para recoger, almacenar y analizar en secreto millones de comunicaciones privadas de personas en todo el mundo. Cuando los Gobiernos nos espían de esta manera están violando nuestros derechos humanos.
La vigilancia masiva es ilegal según las leyes internacionales de derechos humanos. Por tanto, los países deben trasladarlo a sus legislaciones para que se garanticen nuestros derechos y que solo un juez pueda autorizar que se intervengan nuestras comunicaciones.
En nombre de la seguridad y de la lucha contra el terrorismo, los políticos nos dicen que necesitan más poderes para investigar y prevenir atentados. Esta vigilancia indiscriminada simplemente nos convierte a todos en presuntos delincuentes y a nuestras actividades en sospechosas, pero no existen pruebas de que la vigilancia masiva sea realmente efectiva.
Hay personas que dicen: "si no has hecho nada malo, no tienes nada que ocultar". Sin embargo, la pregunta debería ser: "si no he hecho nada malo, ¿por qué se está violando mi intimidad?". Con la excusa de la seguridad, se podrían utilizar esos datos privados para atacar a periodistas, perseguir a activistas, crear perfiles para discriminar a minorías y acabar con la libertad de expresión. “Quienes están mirando estos datos están buscando criminales. Tú podrías ser la persona más inocente del mundo, pero si alguien programado para buscar patrones de criminalidad mira tus datos, no van a encontrarte a ti, van a encontrar a un criminal”. Edward Snowden.
Nuestros gobiernos nos enfrentan a un dilema falso: seguridad o libertad. En un estado de derecho, donde las leyes equilibran ambos conceptos, las personas son inocentes hasta que se demuestra lo contrario y tienen derecho a que se respete su vida privada. Por tanto, antes de violar estos derechos, los gobiernos tienen que tener indicios de que se está cometiendo un delito. No pueden buscar pruebas aleatoriamente en nuestras comunicaciones privadas antes de que se cometa ese delito.
“Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.”
Artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
Varios países dan "carta blanca" a la vigilancia indiscriminada en sus leyes. En Francia se permite interceptar masivamente comunicaciones, retener información durante largos períodos de tiempo y se ha eliminado la autorización judicial previa. También Reino Unido ha introducido en su legislación mayores poderes de espionaje. Polonia ha otorgado poderes de vigilancia incompatibles con el respeto a la privacidad a la policía y otras agencias.
Con la “Ley de Libertad” (Freedom Act), Estados Unidos ha intentado poner fin a la recopilación en masa de grabaciones de llamadas telefónicas, pero es solo un primer paso, ya que no abarca muchos otros aspectos de la vigilancia masiva revelada por el exanalista de la NSA Edward Snowden. Otros países como China o Rusia también vigilan internet con total desprecio a la intimidad de las personas.
● La GCHQ y la NSA hackearon la mayor base de datos de tarjetas SIM del mundo, lo que les permitió espiar en secreto llamadas de voz y datos de miles de millones de teléfonos móviles.
● Los espías de Estados Unidos y Reino Unido almacenaron imágenes de webcam de millones de usuarios de internet que no eran sospechosos de haber cometido ningún acto delictivo.
● Los espías de Reino Unido pueden encender el micrófono de tu teléfono móvil y escuchar tus conversaciones incluso si tienes el teléfono apagado.
El 5 de junio de 2013, el exanalista de la CIA y de la NSA Edward Snowden decidió revelar la existencia de programas de vigilancia sobre las comunicaciones de millones de ciudadanos de todo el mundo. A través de The Guardian y The Washington Post, supimos que, en nombre de la seguridad y sin ningún control judicial, la NSA y el gobierno británico habían rastreado e-mails, llamadas telefónicas y mensajes encriptados. Empresas como Facebook, Google y Microsoft habían sido obligadas a entregar información de sus clientes por órdenes secretas de la NSA. Esta misma agencia grabó, almacenó y analizó los ‘metadatos’ de las llamadas y de los mensajes de texto enviados en México, Kenia y Filipinas. Incluso llegaron a espiar el móvil de la canciller alemana Angela Merkel.
Snowden hizo las filtraciones a la prensa desde Hong Kong y actualmente vive en Rusia, donde se le concedió asilo. No puede volver a Estados Unidos porque está acusado de revelar información clasificada a personas no autorizadas y de robo de propiedad del gobierno federal.
Para unos un héroe y para otros un traidor, gracias a las revelaciones de Snowden la opinión pública es más consciente de su derecho a la privacidad y ha reaccionado oponiéndose al espionaje masivo.
Aunque queda un largo camino para asegurar que los Gobiernos no se metan en la vida privada de las personas, los tribunales han declarado ilegales algunos aspectos de estos programas y las empresas tecnológicas han tenido que posicionarse ante un escándalo capaz de dañar seriamente su reputación.
Edward Snowden se opuso con determinación a todo un sistema que socavaba el derecho a la privacidad. En vez de perseguirlo, el Gobierno de Estados Unidos debería protegerlo.
“Quienes están mirando estos datos están buscando criminales. Tú podrías ser la persona más inocente del mundo, pero si alguien programado para buscar patrones de criminalidad mira tus datos, no van a encontrarte a ti, van a encontrar a un criminal.”
Edward Snowden
Vigilancia es el seguimiento de las comunicaciones, acciones o movimientos de una persona por un gobierno, empresa, grupo o persona.
En general, cuando es selectiva, se basa en indicios suficientes de conducta delictiva y está autorizada por una autoridad estrictamente independiente, como un juez.
La vigilancia masiva indiscriminada es el control de las comunicaciones por Internet y telefónicas de un gran número de personas -a veces de países enteros- sin que existan indicios suficientes de conducta delictiva. Este tipo de vigilancia no es legal.
Los "cinco ojos" se refieren a una alianza de intercambio de información formada por Australia, Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Reino Unido. La Alianza de los Cinco Ojos tiene su origen en la colaboración en inteligencia de Reino Unido y Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
La Jefatura de Comunicaciones del Gobierno es la agencia de seguridad responsable de facilitar datos sobre comunicaciones al Gobierno de Reino Unido.
La Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) es responsable de reunir y analizar información y datos de inteligencia en Estados Unidos.
Si usas internet o un teléfono móvil, la respuesta es que probablemente sí. Hay programas como Prism y Upstream (de la NSA) y Tempora (de la GCHQ) que acceden a datos de Google, Microsoft y Yahoo, etc., y a cables de fibra óptica que llevan comunicaciones globales por internet.
Algunos gobiernos almacenan y analizan historiales de navegación, búsquedas en internet, mensajes de correo electrónico, mensajes instantáneos, conversaciones por webcam y llamadas telefónicas. También reúnen metadatos -datos sobre datos-, como destinatarios de correo electrónico, horas de llamadas y registros de ubicación.
Se guardan en grandes centros de datos donde unos algoritmos informáticos pueden hacer búsquedas en ellos y analizarlos. También están a disposición de las autoridades de las agencias de seguridad de los "cinco ojos" a través de potentes bases de datos como XKeyscore. Tienen acceso a los datos, en diferentes grados, agencias de inteligencia de 41 países.
Es una violación grave de nuestro derecho a la intimidad. También limita la libertad de expresión, pues las personas estarán menos dispuestas a comunicarse libremente si saben que se las está vigilando.