La situación de los derechos humanos en Yemen, donde una coalición internacional encabezada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) interviene en un encarnizado y largo conflicto, es catastrófica.
Un conflicto ignorado, que no olvidado, objeto de un apagón informativo que oscurece la tragedia de lo que la ONU calificó hace unos años como la mayor catástrofe humanitaria mundial, asolado por la violencia y la impunidad. En las últimas semanas ha recuperado cierto protagonismo mediático a raíz de los ataques de los rebeldes huzíes a barcos en el Mar Rojo como respuesta a la ofensiva israelí en Gaza. EE.UU., Reino Unido, apoyados por otros países, han bombardeado posiciones de los huzíes en Yemen.
Repasamos los orígenes de este conflicto, su evolución y veremos cómo España puede contribuir a paliar esta crisis.
¿Qué está pasando en Yemen?
Diversos analistas señalan que se trata de una guerra por poderes entre Irán y Arabia Saudí. Como telón de fondo está un enfrentamiento sobre el poder regional, la presencia de grupos armados yihadistas en el este del país, el acuerdo nuclear con Irán y cuestiones como el petróleo, el gas y las inversiones saudíes y emiratíes en el extranjero, incluidas las que hacen para lavar su reputación (el sportwashing”).
Multitud de facciones responsables de atrocidades
El de Yemen es un conflicto que viene de largo en el que múltiples actores han cometido violaciones graves del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, incluidos presuntos crímenes de guerra.
El grupo armado Ansar Allah (también conocidos como los huzíes), respaldado por Irán, la coalición internacional saudí y emiratí que también incluyó en su momento a Jordania, Egipto y Kuwait, el gobierno yemení reconocido internacionalmente apoyado por los saudíes y emiratíes apoyadas por EE. UU. y Reino Unido, entre otros, el Consejo de Transición del Sur y las Fuerzas Conjuntas, milicias armadas y respaldadas por Emiratos.
Miembros de las tribus leales a los huzíes levantan sus armas en Saná, Yemen, 26 de mayo de 2016. © REUTERS/Khaled Abdullah
2. Los orígenes del conflicto
Las hostilidades entre las partes en Yemen y la participación militar de Arabia Saudí en este país se remontan a la guerra civil que ha tenido lugar de forma intermitente en Yemen al menos desde 2004, cuando se produjeron, de forma intermitente, seis guerras, con sangrientos combates entre las tropas gubernamentales y Ansar Allah (“Seguidores de Dios”), el movimiento rebelde de los huzíes del norte de Yemen en la provincia de Sadá, fronteriza con Arabia Saudí, creado en los años 90 del siglo XX por miembros del clan Al Huzi para renovar el zaidismo, una rama del chiísmo.
En el sur de Yemen, decenas de miles de personas participaron en protestas esporádicas contra lo que percibían como una discriminación contra los habitantes del sur desde 2007, años después de la reunificación del país que, durante la Guerra Fría, había sido dividido en dos Estados. El gobierno respondió con una represión brutal a las demandas de secesión en el sur del país.
Entre agosto de 2009 y febrero de 2010 el gobierno yemení llevó a cabo una ofensiva militar, denominada "Tierra quemada", que supuso el despliegue de una fuerza militar sin precedentes contra los huzíes. Centenares de personas perdieron en la vida en los intensos bombardeos, documentados por Amnistía Internacional, en Sadá de fuerzas saudíes y yemeníes a finales de 2009 y principios de 2010 que causaron daños generalizados en viviendas y otros edificios civiles como mezquitas y escuelas, así como en industrias e infraestructuras locales.
Una mujer sostiene una pancarta mientras asiste a una manifestación para exigir la destitución del entonces presidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh, en Saná el 24 de julio de 2011. © REUTERS/Khaled Abdullah
Ahí empezó el largo y penoso historial saudí de violaciones de las leyes de la guerra, que no ha dejado de empeorar desde 2015. Por ese motivo AI se opuso entonces con éxito a una propuesta de venta de tanques a los saudíes por parte del gobierno español.
Tras las protestas por democracia de 2011 en Yemen, en plena Primavera Árabe, Amnistía pidió que se suspendieran las transferencias de armas y municiones a la policía yemení y a las fuerzas de seguridad, pues podrían utilizarse para ejercer una fuerza excesiva o letal en la vigilancia de las protestas a favor de la reforma.
En septiembre de 2014, el grupo armado Ansar Allah (los huzíes) tomó por la fuerza el control de la capital yemení, Saná. En febrero de 2015, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 2201, que les pedía que retiraran sus fuerzas de las instituciones gubernamentales. El 26 de marzo de 2015 una coalición militar internacional inició su operación militar en Yemen e impuso un bloqueo naval y aéreo de facto a las zonas controladas por las fuerzas huzíes y del ex presidente Saleh.
La gente prepara las tumbas de las víctimas de los ataques aéreos contra un centro de detención para ser enterradas en un cementerio en Sadá, Yemen, 25 de enero de 2022. © REUTERS/Naif Rahma
3. ¿Qué atrocidades se han cometido en una guerra tan larga?
Desde 2015, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) han cometido, con total impunidad, más de 300 presuntos crímenes de guerra documentados por la ONU, AI y otras ONG.
Entre 2018 y 2022, AI documentó múltiples ataques aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudí contra la población civil e infraestructuras civiles en Yemen, incluidos edificios de telecomunicaciones, viviendas, hospitales y escuelas, que provocaron la muerte de civiles, entre ellos niños y niñas. Estos ataques podrían constituir crímenes de guerra. Sin embargo, en julio de 2018, el rey saudí Salman promulgó un real decreto por el cual se concedía una amnistía general a todo el personal militar que hubiera participado en el conflicto yemení.
Pesar a haber retirado sus fuerzas terrestres del sur de Yemen a finales de 2019, los Emiratos Árabes Unidos siguen apoyando a fuerzas locales que han detenido arbitrariamente, hecho desaparecer por la fuerza, torturado y abusado de decenas de personas durante las operaciones de seguridad, incluso transfiriendo armas a estas fuerzas.
Según una investigación de AI, Emiratos es un importante canal de distribución de vehículos acorazados, sistemas de mortero, fusiles, pistolas y ametralladoras, que se están desviando ilegalmente a milicias que no rinden cuentas y están acusadas de crímenes de guerra y otras violaciones graves de derechos humanos.
En octubre de 2021, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU puso fin al mandato del Grupo de Expertos Eminentes (GEE) sobre Yemen tras una intensa campaña de presión de Arabia Saudí ante el Consejo. Era el único mecanismo de investigación internacional e imparcial para las violaciones del derecho internacional humanitario en Yemen. Tras esa decisión, criticada por Amnistía, se registró un aumento de los bombardeos aéreos y de las víctimas civiles en Yemen con 648 ataques aéreos registrados entre octubre y diciembre de 2021. En ese año, la media de bombardeos fue de 5 al día y el número de víctimas civiles fue de al menos 70 personas.
Una niña desplazada de la ciudad portuaria de Hodeidah en el Mar Rojo mira cómo su madre lava su biberón de leche, 10 de julio de 2018. © REUTERS/Khaled Abdullah
La última tregua en Yemen auspiciada por las Naciones Unidas duró unos pocos meses de abril a octubre de 2022. A pesar de que no se pudo prorrogar, en varias regiones yemeníes se detuvieron las operaciones militares, en especial los ataques aéreos de las fuerzas de la coalición internacional, y la mayoría de los ataques terrestres de otras partes. Sin embargo, continuaron los enfrentamientos esporádicos entre las partes en conflicto y la reducción de las actividades militares no se tradujo en una disminución de las violaciones cometidas. Así, aumentaron los incidentes con minas terrestres, explosivos y restos de material bélico coincidiendo con el regreso de las personas desplazadas internamente a sus zonas de origen.
Entre enero y el 30 de abril de 2022, los guardias fronterizos saudíes llevaron a cabo homicidios ilegítimos masivos de migrantes etíopes en la frontera yemení que causaron la muerte de aproximadamente 430 migrantes y lesiones a otros 650 en bombardeos y disparos transfronterizos. Estas prácticas pueden constituir crímenes de lesa humanidad. Los guardias habían recibido formación del ejército estadounidense entre 2015 y 2023. El informe del Grupo de Trabajo sobre Arabia Saudí para el Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos de la ONU incluía sendas recomendaciones de EE.UU. y Austria que pedían una investigación y rendición de cuentas sobre estos homicidios.
Durante 2023, la organización independiente yemení de derechos humanos Mwatana for Human Rightsdocumentómás de 1.100 incidentes de violaciones cometidas por diversas partes en conflicto en Yemen que causaron la muerte de 161 civiles y lesiones a 355 civiles, incluidos ataques ilegítimos, restricciones a la libertad de circulación y al acceso humanitario; detenciones arbitrarias y desplazamientos internos forzados. Según el análisis de AI sobre Yemen para el Examen Periódico Universal al que se someterá en la ONU en 2024, continúan las violaciones en medio del conflicto.
A finales de diciembre de 2023, el Enviado Especial del secretario general de la ONU celebró el compromiso de las partes para aplicar un alto el fuego en todo el país, mejorar las condiciones de vida en Yemen y reanudar un proceso político integrador bajo los auspicios de las Naciones Unidas. La ONG Mwatana lo celebró como un paso sin precedentes hacia la paz.
Un hombre desplazado de la ciudad yemení de Hodeidah, en el Mar Rojo, recibe una ración de alimentos en Saná, Yemen, el 3 de julio de 2018. © Reuteres/Khaled Abdullah
4. ¿Qué pasa con la venta de armas españolas a la coalición?
Entre 2015 y junio de 2023 (últimos datos oficiales), España exportó armas a Arabia Saudí por valor de cerca de 2.500 millones € y autorizó licencias de armas a ese país por importe de más de 3.500 millones €. Todo ello, pese al riesgo sustancial de uso en un conflicto que se ha cobrado al menos miles de víctimas, máxime cuando la contribución de España a la ayuda humanitaria en Yemen ha sido ínfima (9 millones de euros hasta 2022).
Las corbetas de Navantia, viento en popa…
Desde 2015, AI ha manifestado su oposición a esta operación y reclamado al Gobierno español la suspensión de las ventas de armas a la coalición saudí-emiratí que puedan usarse en Yemen para cometer atrocidades. En este contexto, la empresa Navantia anunció a finales de diciembre de 2023 que en 2024 entregará la última de las cinco corbetas fabricadas en los astilleros de Cádiz.
Con motivo de la escala en el puerto de Sagunto del último los más de 40 “barcos de la muerte” que han visitado puertos españoles en los últimos años hemos reclamado al gobierno español que condicione la autorización de la exportación de armas a Arabia Saudí y EAU al fin al bloqueo de Yemen y de la impunidad. En esos casos hemos reclamado información sobre la carga a bordo de los barcos de la naviera saudí “Bahri”, que no se autorice el tránsito de esos barcos ni que cargasen armas debido al riesgo sustancial de uso en Yemen.
España y Arabia Saudí son amigos, pero hay amistades que matan
El gobierno español se enfrenta a una prueba de toque sobre su compromiso con el respeto a los derechos humanos. No todo vale en la venta de armas y el gobierno debe suspender la venta de aquellas que se pueden usar en Yemen para cometer atrocidades para no correr el riesgo de ser cómplice de la comisión de crímenes de guerra. La pelota está en su tejado y tú puedes ayudarnos a que así sea. ¡Firma nuestra ciberacción urgente!