Amnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid Icons
Actuamos por los derechos humanos
en todo el mundo

Comprométete contra la pena de muerte

Acto contra la pena de muerte en Oviedo

Los pocos países que mantienen la pena de muerte están sobre aviso: millones de personas seguimos luchando para que pongan fin a esta práctica inhumana. Sabemos que podemos conseguirlo porque, cuando empezamos a trabajar contra la pena capital en 1977, ésta sólo estaba abolida en 16 países. Al terminar 2023, estaba abolida en 144 países en la ley o en la práctica.

En Irán, por ejemplo, las autoridades intensificaron el uso de la pena de muerte para infundir temor y aumentar su control en la población, ejecutando a, al menos, 853 personas en 2023. Muchas de ellas pertenecían a minorías étnicas; otras habían sido declaradas culpables en relación con las protestas surgidas tras la muerte de Mahsa Amini en septiembre de 2022.

Estados Unidos ejecutó, a pesar de su prohibición, a personas con discapacidad intelectual como Johnny Johnson en 2023 o Willie Pye en 2024, algo contrario a las normas internacionales de derechos humanos. Por su parte, China sigue clasificando como “secreto de Estado” la mayor parte de los datos relacionados con la pena de muerte para tratar de ocultar que es el mayor ejecutor mundial. Arabia Saudí y Egipto se suman a la lista de los países que más ejecuciones realizan.

¿Y qué pasa con las mujeres? Pues que muchas mujeres son declaradas culpables y condenadas a muerte en juicios muy deficientes e injustos que, a menudo, incumplen el debido proceso y no tienen en consideración factores atenuantes, como son los abusos, los actos de violencia y las agresiones sexuales de manera continuada.

Desde Amnistía Internacional lo tenemos claro: la pena de muerte es una grave violación a los derechos humanos.

Firma este manifiesto contra la pena de muerte para que los países que aún la aplican detengan las ejecuciones de inmediato.

AMNISTÍA INTERNACIONAL PIDE CONTRA LA PENA DE MUERTE:

1. Que los países que aún aplican la pena de muerte detengan de inmediato las ejecuciones.

2. Que los países que han abandonado ya las ejecuciones eliminen definitivamente la pena de muerte de su legislación.

3. Que todas las condenas a muerte se conmuten por penas de prisión tras la realización de juicios justos.

¡Firma!

Firma la petición

Ayúdanos a llegar a 20.000

Completa el siguiente formulario:

Al participar en esta acción aceptas la política de privacidad