Cada 8 de septiembre, el mundo se une para conmemorar el Día Internacional de la Alfabetización; un día que nos recuerda la importancia de la lectura y la escritura y nos llama a reflexionar sobre el acceso equitativo a la educación como un derecho universal.
La alfabetización representa un derecho humano básico; el derecho a la educación y el acceso al conocimiento, una puerta hacia la igualdad y la libertad individual. Este día nos insta a seguir trabajando para cerrar las brechas educativas y promover la inclusión de todas las personas, sin importar su origen, género o situación económica, en el camino hacia la plena alfabetización.
Una clase cerrada en una escuela pública de Colombo. © Ishara S. Kodikara/AFP vía Getty Images
Origen del Día Internacional de la Alfabetización
En un mundo que había sido testigo de las terribles consecuencias de la Segunda Guerra Mundial y la discriminación sistemática, la comunidad internacional se unió para proclamar que la alfabetización era un pilar esencial de la igualdad y la dignidad humana. Este reconocimiento puso sobre la mesa que todas las personas tienen el derecho inalienable de acceder al conocimiento y la educación, sin importar su origen étnico, género, religión o condición social.
En 1967, la UNESCO estableció el Día Internacional de la Alfabetización para destacar su importancia y promover iniciativas para combatir el analfabetismo en todo el mundo.
Desde entonces sirve como un recordatorio anual de que el acceso equitativo a la educación es básico en un mundo justo e igualitario. La alfabetización no es solo una habilidad, sino un derecho humano que empodera a las personas y les permite participar plenamente en la sociedad.
Varios niños y niñas rohingya aprenden en una madrasa del campamento improvisado de Balukhali, en Cox's Bazar, Bangladesh. © Mamunur Rashid/Alamy Stock Photo.
Desafíos de la alfabetización
En muchas partes del mundo, especialmente en regiones en desarrollo, el analfabetismo sigue siendo una barrera para el progreso. La falta de acceso a una educación de calidad, la pobreza y las barreras culturales son obstáculos que deben superarse.
Una sociedad con altos niveles de alfabetización se caracteriza por su dinamismo, donde las ideas fluyen y los debates prosperan. Por otro lado, la falta de alfabetización es un obstáculo para alcanzar una mejor calidad de vida y puede fomentar la exclusión y la violencia.
La alfabetización, siendo un derecho humano fundamental, todavía se enfrenta a una serie de desafíos significativos en todo el mundo. Uno de ellos es la desigualdad en el acceso a la educación. En muchas partes del mundo, las disparidades económicas, geográficas y de género hacen que el acceso a la educación de calidad sea desigual. Esto viola el principio de igualdad de derechos, ya que niega a ciertos grupos la oportunidad de desarrollarse plenamente.
La pobreza también es un factor importante que contribuye al analfabetismo. Las personas en situaciones de pobreza se enfrentan a grandes dificultades para acceder a recursos educativos y, a menudo, se ven obligadas a trabajar desde una edad temprana, viéndose privadas del acceso a la educación.
La discriminación y la marginación persisten en muchas sociedades, negando a grupos minoritarios o marginados su derecho a la educación. Esto incluye a las niñas y mujeres en algunas culturas donde la igualdad de género no está garantizada.
Los conflictos armados y las crisis humanitarias también obstaculizan la educación, ya que las escuelas pueden ser destruidas o inaccesibles en áreas afectadas, lo que tiene un impacto a largo plazo en las vidas de las personas afectadas.
La educación como derecho: celebrando el Día de la Alfabetización. © Arthur Swiffen
En España, casi el 98,1% de la población mayor de 15 años tiene habilidades de lectura y escritura. Sin embargo, todavía existen más de 750.000 personas adultas analfabetas en el país. En el resto del mundo, a pesar de que las tasas de alfabetización en países desarrollados son comparables a las de España, todavía hay 773 millones de personas adultas que no poseen las competencias básicas en lectoescritura, según los datos de la UNESCO.
El Día de la Alfabetización es una oportunidad para destacar las iniciativas globales que buscan promover la alfabetización. La UNESCO, junto con otras organizaciones, trabaja incansablemente para mejorar la educación en todo el mundo. Programas como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Campaña Mundial por la Educación desempeñan un papel crucial en la promoción de la alfabetización, que es también uno de los logros a alcanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible dentro de la Agenda 2030.
La educación es un derecho inalienable de todos los seres humanos. A medida que celebramos los avances logrados, también debemos reconocer que aún queda mucho por hacer. La alfabetización es la clave para un mundo más igualitario, justo y próspero. Todos tenemos un papel que desempeñar en la promoción de la educación y la erradicación del analfabetismo. En este Día de la Alfabetización, unámonos en nuestro compromiso de llevar la luz del conocimiento a todos los rincones del mundo.