Ante la decisión anunciada hoy de aplazar la vista sobre la extradición de Julian Assange, Massimo Moratti, director adjunto de la Oficina Regional para Europa, ha manifestado:
“Aplazar las vistas sobre la extradición de Julian Assange es una decisión acertada. En todas partes, los sistemas de justicia están sometidos a una presión inmensa debido a la crisis de la COVID-19, y es imperativo que los tribunales sigan garantizando un proceso justo a las personas.
El tribunal ha reconocido acertadamente que hay demasiados obstáculos, y demasiado en juego, para seguir adelante con la vista en tales circunstancias.
Seguir adelante con un calendario tan apretado y utilizando la videoconferencia en sustitución de la declaración presencial en una fase tan importante como la probatoria pondría a Julian Assange en situación de clara desventaja. Prácticamente no tiene acceso a su equipo jurídico desde que se decretó el confinamiento, por lo que el tiempo para preparar una defensa adecuada ha sido mínimo.
Es lógico aplazar las actuaciones para que Julian Assange pueda preparar su defensa contra su transferencia a Estados Unidos por cargos relacionados con sus legítimas publicaciones. Consideramos que Julian Assange no debe ser enviado a Estados Unidos en ninguna circunstancia, ya que correría peligro de sufrir graves violaciones de derechos humanos.”
Información complementaria
La causa se ha aplazado hasta el 4 de mayo, fecha en que se acordará un nuevo calendario de vistas. El juez señaló que la primera fecha en la que podía asegurarse un periodo bastante amplio para la continuación de los procedimientos era noviembre de 2020.
Las cárceles británicas están sujetas al confinamiento y no se permiten visitas. Los protocolos establecidos para frenar la propagación de la COVID-19 impiden en gran medida a las personas detenidas y presas reunirse con sus equipos defensores y darles instrucciones. El uso de la tecnología de videoconferencia es difícil ya que, al circular por las instalaciones como requiere el acceso a esta modalidad de comunicación, corren peligro de infectarse. Las llamadas telefónicas están controladas y no se permite a las personas detenidas ver ningún documento pertinente.
Los propios tribunales están trabajando en condiciones excepcionales, celebrando reuniones y vistas por teléfono y videoconferencia. Hay mucho trabajo acumulado en los calendarios judiciales debido a que los preparativos requieren gran cantidad de recursos.
Según su equipo defensor, Julian Assange no ha podido comunicarse con ellos ni darles instrucciones de manera eficaz y constante en estas circunstancias.