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Arabia Saudí: Alarmante represión de la libertad de expresión en Internet

©Getty Images

En el último año, las autoridades saudíes han intensificado su brutal represión contra las personas que hacen uso de espacios en Internet para expresar sus opiniones, ha afirmado hoy Amnistía Internacional.

La organización ha documentado 15 casos de personas condenadas en 2022 a penas de entre 10 y 45 años de prisión únicamente por actividades pacíficas en Internet, incluida la condena de mayor duración que se cree se ha impuesto nunca a una mujer saudí por la expresión pacífica en Internet.

Arabia Saudí también se ha infiltrado al menos en una empresa de redes sociales para obtener de forma ilegítima información sobre disidentes y controlar la información que se difunde en Internet sobre el país.

Arabia Saudí tiene un largo y tristemente célebre historial de represión de defensores y defensoras de los derechos humanos, periodistas y miembros de la sociedad civil, y entre sus objetivos figuran ahora ciudadanos y ciudadanas ‘corrientes’ que ejercen de forma pacífica su derecho a la libertad de expresión en Internet. Estas escandalosas condenas transmiten a toda la ciudadanía saudí y a quienes residen en el país el escalofriante recordatorio de que no se tolerará la disidencia”, ha afirmado Philip Luther, director de Investigación y Trabajo de Incidencia de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.

“Al mismo tiempo, Arabia Saudí intenta infiltrarse en las plataformas de Internet para controlar la información que se publica sobre el país y sus dirigentes. Estas tácticas represivas ponen en evidencia la hipocresía de Arabia Saudí al organizar eventos globales que pretenden apoyar la libre circulación de información en Internet”.

Las 15 personas fueron enjuiciadas por el Tribunal Penal Especializado, creado originalmente para juzgar casos de terrorismo. Para enjuiciar a estas personas, el Tribunal ha utilizado disposiciones imprecisas en virtud de las leyes sobre ciberdelincuencia y terrorismo que equiparan la expresión pacífica y la actividad en Internet con el “terrorismo”. Amnistía Internacional ha documentado cómo todas las etapas del proceso judicial del Tribunal Penal Especializado están empañadas por violaciones de derechos humanos.

Estas personas fueron objeto de diversas violaciones de derechos humanos durante su detención, como la reclusión en régimen de incomunicación y de aislamiento, a menudo durante meses seguidos, y se les negó el acceso a asistencia letrada durante todo el periodo de detención en espera de juicio. A algunas de ellas también se les han impuesto prohibiciones de viajar arbitrarias, lo que es contrario al derecho internacional de los derechos humanos.

El notable aumento de la duración de las penas de prisión impuestas por el Tribunal Penal Especializado se produce después del nombramiento de un nuevo juez como presidente del tribunal en junio de 2022. Esta persona formó parte de la delegación enviada por las autoridades saudíes a Estambul en octubre de 2018 para presuntamente limpiar las pruebas del asesinato y descuartizamiento del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí, según la relatora especial de la ONU sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias.

Las medidas represivas contra la expresión en Internet son sólo uno de los instrumentos de las autoridades saudíes para reprimir la disidencia. Hasta febrero de 2023, Amnistía ha documentado 67 casos de personas enjuiciadas en Arabia Saudí por ejercer su derecho a la libertad de expresión, de asociación y de reunión pacífica, entre las que hay defensores y defensoras de los derechos humanos, personas que ejercen el activismo político pacífico, periodistas, poetas y clérigos y otras. De estas personas, 32 fueron enjuiciadas por expresar pacíficamente sus opiniones en las redes sociales. Amnistía es consciente de que es probable que el número real sea muy superior.

Activistas y otras personas encarceladas por publicar tuits

La organización ha examinado documentos judiciales y ha hablado con organizaciones de la diáspora saudí y con familiares y amistades de las 15 personas a las que se ha condenado a largas penas principalmente por expresarse en las redes sociales.

Salma al Shehab

Estudiante de doctorado en la Universidad de Leeds (Reino Unido), madre de dos hijos y miembro de la minoría chií de Arabia Saudí, en agosto de 2022 el Tribunal Penal Especializado aumentó en apelación a 34 años su condena inicial de 6 años de prisión, seguida de la prohibición de viajar durante 34 años. Se confiscó su teléfono móvil y se le ordenó cerrar su cuenta de Twitter. Estuvo recluida en régimen de aislamiento durante 285 días y se le negó el acceso a un abogado durante todo el periodo de detención en espera de juicio. Fue declarada culpable de usar Twitter para apoyar a activistas de los derechos de las mujeres como Loujain al Hathloul. Salma tenía unos 2.000 seguidores.

Noura al Qahtani

El mismo día que Salma al Shehab era condenada a 34 años de prisión, se aumentó de 13 a 45 años de prisión la condena de Noura al Qahtani, de casi 50 años, saudí y madre de cinco hijos. También se le prohibió viajar durante 45 años, se confiscó su teléfono móvil y se cerró su cuenta de Twitter. Amnistía Internacional cree que esta condena es la más larga que se ha impuesto a una mujer saudí por la expresión pacífica en Internet.

Mahdia al Marzougui

Mahdia al Marzougui es una enfermera tunecina residente en Arabia Saudí a la que el Tribunal Penal Especializado aumentó la condena, de 3 años y 6 meses a 15 años de prisión, en septiembre de 2022, seguida de deportación, por tuits en los que comentaba acontecimientos de Túnez. Tenía menos de 100 seguidores en Twitter. Según su familia, Mahdia también estuvo recluida en régimen de aislamiento.

Saad Ibrahim Almadi

Saad Ibrahim Almadi es un ciudadano saudí-estadounidense de 72, ingeniero jubilado, y fue detenido en un viaje a Arabia Saudí el 21 de noviembre de 2021. Según su familia, estuvo recluido en régimen de aislamiento durante dos meses. El 8 de febrero de 2022, el Tribunal de Apelación del Tribunal Penal Especializado aumentó la pena de prisión de Saad de 16 años y 2 meses a 19 años, más prohibición de viajar de la misma duración. Saad fue acusado de una serie de tuits críticos con Arabia Saudí que publicó cuando estaba en Estados Unidos. Tenía menos de 200 seguidores en Twitter. Su familia ha sabido después que entró en coma durante su reclusión y necesita tratamiento médico urgente.

Diez hombres egipcios nubios:

En octubre de 2022, el Tribunal Penal Especializado condenó a 10 egipcios nubios, indígenas de un grupo étnico minoritario del sur de Egipto y el norte de Sudán, a entre 10 y 18 años de prisión por cargos de publicar material en las redes sociales y por mostrar solidaridad con una organización islamista prohibida. Un familiar dijo a Amnistía Internacional que algunos de estos hombres tienen graves problemas de salud. Tras la apelación de su abogado, el 2 de febrero de 2023 el Tribunal Penal Especializado confirmó las condenas de prisión.

Mohammed al Rabiah

Partidario del derecho de las mujeres a conducir automóviles en Arabia Saudí, Mohammed al Rabiah fue detenido en mayo de 2018 durante una oleada de represión contra los defensores y defensoras de los derechos humanos. El Tribunal Penal Especializado aumentó su pena de prisión de 6 a 17 años en diciembre de 2022, según activistas, pese a haber cumplido su condena en septiembre de 2022.

Infiltración en Twitter

No se sabe con certeza cómo el gobierno saudí identificó a las personas mencionadas supra ni por qué decidió actuar contra ellas. Sin embargo, estos enjuiciamientos recientes coinciden con revelaciones de que las autoridades de Arabia Saudí se han infiltrado en Twitter para recopilar información sobre disidentes.

En diciembre de 2022, un tribunal de Estados Unidos declaró culpable a un exdirectivo de Twitter, Ahmad Abouammo, de espiar para Arabia Saudí, “accediendo, siguiendo y transmitiendo información confidencial y sensible que podría utilizarse para identificar y localizar a usuarios de Twitter de interés para la familia real saudí”. Según el acta de acusación formal, que Amnistía Internacional ha examinado, Abouammo proporcionó los nombres y la información de cuentas de Twitter “que publicaban información crítica con, o incómoda para, la familia real saudí y el gobierno del Reino de Arabia Saudí”. Además, el acta de acusación formal afirma que un funcionario saudí se comunicó con Abouammo y le pidió que se eliminara una cuenta de un usuario de Twitter que había “publicado información crítica sobre la familia real saudí y un miembro de la familia real saudí” y se compartiera la información personal de la cuenta.

“Las autoridades saudíes deben poner en libertad de inmediato y sin condiciones a todas las personas detenidas por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión. Twitter también debe llevar a cabo investigaciones internas para identificar el impacto de los intentos de infiltración de las autoridades saudíes en su trabajo, si no lo ha hecho ya, y hacer públicos los resultados de sus investigaciones. También debe indicar con claridad qué medidas ha tomado para impedir este tipo de vulneraciones en el futuro”, ha declarado Philip Luther, de Amnistía Internacional.

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