En respuesta a la firma, por parte del presidente Joe Biden, de una orden ejecutiva que detiene la retirada de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Bob Goodfellow, director ejecutivo interino de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha declarado:
“La reincorporación a la OMS es un primer paso muy necesario para restaurar la cooperación de Estados Unidos con la comunidad internacional y señalar su compromiso de dar prioridad a la salud pública internacional. Sólo si los gobiernos reconocen sus obligaciones en materia de derechos humanos y trabajan juntos podremos controlar la pandemia de COVID-19 y garantizar que todas las personas pueden acceder a atención médica”.
“Mientras el mundo sigue desarrollando y administrando vacunas contra la COVID-19, se necesita, más que nunca, una respuesta global unida y coordinada a esta pandemia. El gobierno de Biden debe proceder de inmediato a apoyar iniciativas globales dirigidas a garantizar un acceso justo a las vacunas para todos los países, como por ejemplo la iniciativa fundamental COVAX, promovida por la OMS. Es de suma importancia que el gobierno de Biden encabece los esfuerzos multilaterales para luchar contra la pandemia y apoye los esfuerzos para financiar la vacunación mundial.”
“Aún más importante, el gobierno de Biden debe liderar los esfuerzos internacionales por dar prioridad a la distribución de vacunas a las personas que más riesgo corren, independientemente del país en el que vivan. Le instamos a implementar un enfoque de la pandemia de COVID-19 basado en los derechos humanos.”
Información complementaria
La OMS es el principal órgano internacional con el mandato de apoyar la salud pública mundial. Además de desempeñar un papel crucial en la lucha contra la pandemia de COVID-19, implementa numerosos programas para prevenir, controlar y tratar el ébola, el sarampión, la malaria, el VIH y sida, y muchas otras enfermedades. Estados Unidos es actualmente el mayor contribuyente de la OMS.
Durante el gobierno del presidente Trump, Estados Unidos se retiró de la OMS, del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, de la agencia cultural de las Naciones Unidas (UNESCO) y del acuerdo global para abordar el cambio climático.