La suspensión de la directora general de la Policía Nacional, Riah Phiyega, por parte del presidente Jacob Zuma es un paso positivo, aunque muy demorado, y proporcionará a las familias de las víctimas de los tiroteos de Marikana una cierta esperanza de que quizá, por fin, se haga justicia. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional.
Riah Phiyega fue suspendida de su cargo el 14 de octubre de 2015, en espera de que una junta de investigación examine las denuncias de conducta indebida y determine si es apta para ocupar ese puesto.
“Más de tres años después de que la policía abriera fuego contra los mineros en huelga en Marikana, nadie ha rendido cuentas de aquellos actos; la general Phiyega es el primer miembro de la policía sudafricana a quien se suspende de su cargo”, ha manifestado Deprose Muchena, director regional de Amnistía Internacional para África Austral.
“Su suspensión transmite una importante señal de que el gobierno está dispuesto a asumir una recomendación clave de la Comisión Farlam y brinda nuevas esperanzas de que los intentos por encubrir las circunstancias de estos homicidios ilegítimos no se tolerarán. También transmite a las familias de las víctimas de Marikana el importante mensaje de que quizá finalmente se haga justicia.”
El 16 de agosto de 2015, Amnistía Internacional pidió la suspensión de todos los miembros de la policía sudafricana implicados en los homicidios de Marikana y su posterior encubrimiento, en espera del resultado de investigaciones ulteriores.