Las autoridades de Burkina Faso deben controlar a las fuerzas de seguridad que han hecho un uso excesivo de la fuerza para reprimir las protestas antigubernamentales pacíficas, ha dicho hoy Amnistía Internacional.
Según los informes de Amnistía Internacional, al menos tres personas han muerto en las protestas y decenas de manifestantes han resultado heridos de bala desde que ayer comenzaran los disturbios.
“El uso excesivo de la fuerza para reprimir a manifestantes pacíficos es inaceptable y las autoridades de transición deben actuar urgentemente para controlar a las fuerzas de seguridad”, ha dicho Gaëtan Mootoo, investigador de Amnistía Internacional para África Occidental.
“Todo uso de la fuerza en la actuación policial durante las manifestaciones, aunque éstas hayan degenerado en violencia, debe ajustarse al derecho internacional. De estos informes de muertos y heridos se desprende que las fuerzas de seguridad han ignorado estos principios básicos.”
“Es crucial que las personas responsables de matar y golpear a manifestantes, periodistas y otros civiles sean identificadas y rindan cuentas. Las autoridades al más alto nivel deben dejar claro públicamente que no se tolerará el uso excesivo de la fuerza”, ha dicho Gaëtan Mootoo.
Ayer, la gente se echó a la calle en Uagadugú y otras ciudades para protestar contra el intento del presidente Blaise Compaoré –que ha dimitido– de modificar la Constitución para alargar su ya prolongada permanencia en el poder. Las fuerzas de seguridad dispararon gas lacrimógeno contra los manifestantes que entraron en la Asamblea Nacional, uno de los edificios oficiales saqueados e incendiados.
En la segunda ciudad de Burkina Faso, Bobo-Dioulasso, los manifestantes saquearon varios edificios, incluidos el Ayuntamiento y la vivienda del alcalde.
Una persona que se encontraba en el barrio de Ouaga 2000 de la capital durante los acontecimientos, dijo a Amnistía Internacional que unos hombres vestidos con uniformes color caqui habían atacado a los manifestantes.
“Comenzaron a golpearlos con cuerdas y luego dispararon con munición real. Ante mis ojos cayeron tres manifestantes, uno de ellos muerto a tiros. Pude sacar una foto en la que se veían las balas que le habían alcanzado en el pecho, matándolo”, añadió.
Un periodista a quien unos soldados dieron el alto en un control de carretera en la capital dijo a Amnistía Internacional: “Se turnaron para golpearme con porras”. El derecho internacional prohíbe el uso de la fuerza por las fuerzas de seguridad excepto cuando es estrictamente necesario y en la medida en que sea necesario para el cumplimiento de sus obligaciones.
Los manifestantes no deben ser detenidos y acusados por ejercer pacíficamente su derecho a la libertad de expresión y reunión, como garantiza la Constitución de Burkina Faso y los tratados internacionales y regionales ratificados por este país.
El presidente Compaoré ha emitido esta tarde una declaración anunciando su dimisión y llamando a la calma.