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Setenta presos expuestos a morir de hambre

Londres.- Al menos 70 reclusos de la cárcel de Black Beach, de Malabo, Guinea Ecuatorial, están expuestos a morir de hambre, según Amnistía Internacional. Entre los que mayor peligro corren figuran 11 extranjeros condenados a prisión en un juicio injusto en noviembre de 2004 y decenas de ciudadanos de Guinea Ecuatorial detenidos por motivos políticos a lo largo de 2004 y recluidos sin cargos ni juicio. Según información recibida por Amnistía Internacional, en las seis últimas semanas la situación se ha agravado mucho, al suspender las autoridades el suministro de alimentos a los presos e impedirles todo contacto con sus familias, abogados y representantes consulares. Muchos de los reclusos de Black Beach están ya muy débiles debido a las torturas y malos tratos que han sufrido o a enfermedades crónicas para las que no reciben la debida atención médica. “Este riesgo inminente de morir de hambre, la falta de atención médica y las espantosas condiciones de reclusión indican de manera vergonzosa que las autoridades de Guinea Ecuatorial no cumplen las obligaciones más básicas que han contraído en virtud del derecho internacional. Si no se hace algo de inmediato, muchos de los presos de Black Beach morirán”, ha manifestado el director del Programa para África de Amnistía Internacional, Kolawole Olaniyan. Según informes, los alimentos proporcionados por las autoridades se redujeron en diciembre de 2004 de una taza de arroz diaria a uno o dos panecillos, y desde el final de febrero de 2005 sólo se ha suministrado comida esporádicamente. Los reclusos dependen ya de los alimentos que sus familias entreguen a los guardias de la prisión, lo que significa que los 11 extranjeros y las decenas de ciudadanos de Guinea Ecuatorial detenidos por motivos políticos en tierra firme están especialmente expuestos a morir de hambre, ya que no tienen familiares en Malabo que les ayuden. Todos los reclusos pasan las 24 horas del día en sus celdas, y los extranjeros tienen además las manos y los pies esposados todo el tiempo. Amnistía Internacional ha sabido que, además de los extranjeros condenados en noviembre del año pasado –seis armenios y cinco sudafricanos–, en la prisión de Black Beach hay también cuatro nigerianos recluidos allí desde hace meses sin cargos ni juicio y sin que se haya notificado su situación a su embajada. Dos ex reclusos de Black Beach se encuentran ahora recluidos en la comisaría central de policía de Malabo. Fueron declarados culpables de internar derrocar al gobierno en junio de 2002 en un juicio injusto, y Amnistía Internacional los considera presos de conciencia y teme que sean torturados. Amnistía Internacional pide a las autoridades de Guinea Ecuatorial que proporcionen de inmediato y de manera habitual a los reclusos alimentos adecuados y la atención médica que puedan necesitar, que les quiten las esposas y grilletes, que pongan fin a su reclusión en régimen de incomunicación y que permitan de inmediato a organizaciones internacionales humanitarias como el Comité Internacional de la Cruz Roja el acceso a todos ellos.

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