Nueva campaña de Amnistía Internacional: Matar es matar. Pena de muerte NO

Madrid.- El próximo 10 de octubre se celebra el día internacional contra la pena de muerte. Con este motivo, Amnistía Internacional lanza una nueva campaña en España bajo el lema: MATAR ES MARTAR. PENA DE MUERTE NO. Esta campaña se centra en los tres países que acumulan el 80% de las ejecuciones en todo el mundo: Estados Unidos, Irán y China. A través de la página web: www.actuaconamnistia.org los ciudadanos podrán escribir directamente a los presidentes de estos países pidiéndoles el fin de la aplicación de la pena de muerte y encontrarán información actualizada con los casos de los tres españoles condenados a muerte en el extranjero: Nabil Manakli (Yemen), Pablo Ibar (EE.UU.) y Francisco Larrañaga (Filipinas). “La muerte no equivale a justicia. La pena de muerte es una violación de los mismos cimientos del valor humano y la dignidad. Es ultrajante que los Estados sigan llevando a cabo ejecuciones. No ha habido ninguna investigación que demuestre el efecto disuasorio de esta pena más que otros castigos; al contrario, a menudo se aplica de forma discriminatoria y no tiene sentido en la sociedad moderna que respeta los derechos humanos”, asegura Amnistía Internacional. Actualmente, hay 80 países abolicionistas para todos los crímenes, 15 abolicionistas sólo para crímenes ordinarios y otros 23 abolicionistas en la práctica. Por el contrario, 78 países siguen aplicando la pena de muerte. Según Amnistía Internacional, al menos 2.756 personas fueron condenadas a muerte en 2003 en 63 países y de ellas, 1.146 fueron ejecutadas en 28 países. Entre todos, destacan los casos mencionados de Estados Unidos, Irán y China. En Estados Unidos desde enero a septiembre de 2004 se han ejecutado a 42 personas, que junto con las 65 ejecutadas en el año 2003 supone un total de 927 presos muertos desde que la Corte Suprema de Estados Unidos anuló en 1976 la suspensión de las ejecuciones. En el año 2003, el gobierno norteamericano llevó a cabo su tercera ejecución federal desde 1963. Las tres ejecuciones han tenido lugar bajo el actual mandato del presidente George W. Bush. Además, Estados Unidos es el único país que reconoce abiertamente que ejecuta a personas por delitos cometidos cuando eran menores edad y reclama para sí el derecho a hacerlo en virtud del derecho internacional. Actualmente, está previsto que Adremy Dennis, de raza negra, sea ejecutado en Ohio el próximo miércoles 13 de octubre. Fue condenado a muerte por el asesinato de Kurt Kyle. Tenía 18 años y cinco meses en el momento de cometer el delito. En China, según los últimos informes recibidos por Amnistía Internacional, al final del año 2003 al menos 726 personas habían sido ejecutadas. Aunque se cree que las estadísticas son muy superiores, debido a que el gobierno chino las mantiene en secreto. Un destacado legislador chino sugirió en marzo de 2004 que en su país se ejecuta a “casi 10.000 personas al año”. Asimismo es escalofriante que en Pekín, próxima sede los Juegos Olímpicos 2008, uno de los proyectos de construcción que las autoridades han sacado a concurso bajo el lema: “Un nuevo Pekín, una nueva Olimpiada: una oportunidad para China y para el mundo”, sea una cámara de ejecución en la que los condenados a muerte por el Tribunal Popular Superior de Pekín serán ejecutados mediante inyección letal. Para Amnistía Internacional “esto es una negación clara de la conservación de la dignidad humana, tal y como reconoce la Carta Olímpica y que Pekín se ha comprometido a respetar y defender”. Igualmente es estremecedor, de acuerdo con un informe publicado en Internet, que cientos de escolares, entre 6 y 17 años, fueran conducidos recientemente a presenciar seis sentencias de muerte con motivo de una festividad popular. Los escolares, de primaria y secundaria, escucharon todos los detalles por los que se acusaban a los presos, incluyendo asesinato, asalto y violación. Después presenciaron cómo se les sentenciaba a muerte. En cuanto a la ejecución de personas por delitos cometidos cuando eran menores de 18 años, está prohibida por ley, pero se ha continuado ejecutando a menores porque, según parece, los tribunales no se toman la molestia de determinar su edad. Conforme a la información de Amnistía Internacional, durante los primeros ocho meses del 2004 más de 50 personas han sido condenadas a muerte tras ser halladas culpables de actividades “separatistas” y “terroristas” en la Región Autónoma Uigur del Sin-Kiang, en el noroeste de China. Se teme que puedan ser ejecutadas en cualquier momento. En Irán, al menos 129 personas han sido ejecutadas en lo que va de año y 108 personas fueron ejecutadas en 2003, muchas de ellas en público. La ejecución de Ateqeh Rajabi, de 16 años de edad, es la décima ejecución de un menor documentada por Amnistía Internacional en Irán desde 1990. Además, según los últimos datos de que dispone Amnistía Internacional, un joven afgano de 16 años llamado Feyz Mohammad ha sido condenado a muerte por un tribunal de menores de Karaz. Los cargos presentados contra él son distribución de aproximadamente 7 kilogramos de morfina y pertenencia a una banda dedicada al narcotráfico. Su ejecución puede llevarse a cabo en cualquier momento. Todas las fuerzas políticas españolas contra la pena de muerte El pasado martes 5 de octubre el pleno del Congreso de los Diputados español aprobó por unanimidad una declaración institucional en contra de la pena de muerte, su exigencia de que se conmute la pena de muerte a los españoles condenados en el mundo y de que las ejecuciones cesen de inmediato en todos los países. Españoles condenados a muerte en el extranjero Actualmente, permanecen condenados a muerte en el extranjero los siguientes ciudadanos españoles: Nabil Manakli, en peligro de ejecución inminente en Yemen. Fue detenido en 1997 acusado de planear actos de sabotaje y asesinatos por un atentado con bomba ocurrido en Adén en ese mismo año. El año pasado las gestiones de las autoridades de las UE y de España, incluidos el Rey Juan Carlos I y el gobierno español consiguieron aplazar la ejecución, pero la condena continúa. Pablo Ibar, más de 3 años en un corredor de la muerte de Florida (Estados Unidos). En 1994 Pablo Ibar fue acusado junto a Seth Peñalver de asesinar a tres personas durante un robo en la mansión en la que se encontraban las víctimas. Según la familia y su abogado, el proceso estuvo lleno de irregularidades. Actualmente, se sigue esperando que el tribunal decida si se le repite o no el juicio. Francisco Larrañaga, a la espera de la decisión del Tribunal Supremo de Filipinas. En 1999 fue condenado a cadena perpetua por un tribunal de primera instancia, junto con otros seis acusados, por secuestro, violación y muerte de dos mujeres filipinas. En 2004, el Tribunal Supremo revisó la sentencia y la aumentó a pena de muerte. Hoy su abogado ha recurrido la decisión del Tribunal Supremo.