Con motivo de la celebración de la 21ª edición de la Jornada Internacional contra la Pena de Muerte “Ciudades por la Vida”, la Comunidad de Sant’Egidio y Amnistía Internacional siguen denunciando cómo, a pesar de la tendencia mundial hacia la abolición de la pena de muerte, en el último año se ha producido un preocupante aumento de las ejecuciones en países como Irán o Arabia Saudí y se ha alcanzado la cifra más alta en casi un decenio.
La Jornada de Ciudades por la Vida se convoca desde 2002 para impulsar la abolición de la pena capital en todo el mundo y conmemora la primera vez que fue prohibida en el Gran Ducado de Toscana en 1786. Se trata de una iniciativa internacional impulsada por la Comunidad de Sant’ Egidio, con el apoyo de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, de la cual Amnistía Internacional y Sant’Egidio son miembros fundadores y en la que se agrupan más de 60 organizaciones, colegios de abogados, sindicatos y autoridades locales y regionales de todo el mundo.
Este año participarán en la iniciativa más de 2.300 ciudades en todo el mundo, entre ellas, Roma, con la iluminación del Coliseo, Buenos Aires, París o Bukavu en la República Democrática del Congo. En España, son más de 30 las ciudades que participan: Valladolid, León, Ávila, Gijón, Bilbao, Tarragona y Barcelona, entre otras, que llevarán a cabo actos, como la iluminación de edificios emblemáticos con sus respectivos ayuntamientos, así como jornadas en escuelas y universidades y otros actos reivindicativos.
Datos preocupantes sobre la pena de muerte
En 2023, Amnistía Internacional registró 1.153 ejecuciones, un aumento del 31% (270) respecto a las 883 ejecuciones conocidas en 2022 y la cifra más alta en casi un decenio con una fuerte subida en Oriente Medio.
Pese a este aumento, el número de países que llevaron a cabo ejecuciones fue el más bajo registrado por Amnistía Internacional.
Los cinco países que llevaron a cabo el mayor número de ejecuciones en 2023 fueron Arabia Saudí, China, Estados Unidos, Irán y Somalia. Irán, por sí solo, fue responsable del 74% de todas las ejecuciones registradas y Arabia Saudí, del 15%. Somalia y Estados Unidos llevaron a cabo más ejecuciones en 2023.
El número de condenas a muerte impuestas en todo el mundo en 2023 aumentó un 20%, elevando el total a 2.428.
A pesar de los retrocesos, algunos avances
A pesar de la actuación de una minoría, continuaron los avances. En la actualidad, 112 países son totalmente abolicionistas y 144 han abolido la pena de muerte en la ley o en la práctica.
Se documentaron ejecuciones en 16 países, el número más bajo registrado por Amnistía Internacional. No se registraron ejecuciones en Bielorrusia, Japón, Myanmar y Sudán del Sur, países que sí habían llevado a cabo ejecuciones en 2022.
En Asia, Pakistán derogó la pena de muerte para delitos de drogas y Malasia abolió la pena de muerte preceptiva. Las autoridades de Sri Lanka confirmaron que el presidente no tenía la intención de firmar órdenes de ejecución, lo que disminuyó la preocupación de que se reanudaran las ejecuciones.
Aunque ningún país abolió la pena de muerte en el África subsahariana, siguen tramitándose proyectos de ley para abolirla en Kenia, Liberia y Zimbabue, lo que supone un cambio en la tendencia de la región.
Cabe destacar que el 18 de noviembre de 2024, la Tercera Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución sobre la moratoria de la pena de muerte con 131 votos a favor, 36 en contra, 21 abstenciones y 5 ausentes. Se trata de un resultado histórico, con cinco votos a favor más que en 2022 y con un número mínimo de ausentes y abstenciones, que en conjunto se han quedado en 26. Desde la primera votación de 2007, cuando los votos a favor eran 104 y los votos en contra, 54, ha aumentado considerablemente el consenso global, algo que refleja un cambio de punto de vista de muchos países. Es un avance para la votación definitiva del próximo diciembre.