En respuesta a una orden ejecutiva del presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, sobre la actuación policial, Kristina Roth, responsable superior de Programas de Justicia Penal de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha manifestado:
“La orden ejecutiva del presidente Trump no es más que un parche, y la ciudadanía no va dejarse engañar fácilmente con medias tintas en un momento en que se está pidiendo un cambio transformador en la actuación policial. Las familias negras seguirán teniendo que preparar a sus hijos e hijas para sobrevivir a su relación con la policía. Estados Unidos necesita normas nacionales mucho más sólidas para establecer parámetros sobre el uso de la fuerza y restringir el uso de medios letales, a fin de garantizar la rendición de cuentas cuando los agentes encargados de hacer cumplir la ley sobrepasan estos límites. Los agentes encargados de hacer cumplir la ley deben respetar los derechos humanos, aplicar la ley en condiciones de igualdad y no ser discriminatorios durante sus actuciones. Esta orden ejecutiva intenta ocultar con una modesta propuesta la dañina retórica de esta administración que fomenta el uso excesivo de la fuerza y el trato policial violento.
“Cuando el agente de policía Daniel Pantaleo mató a Eric Garner hace casi seis años, la política del Departamento de Policía de Nueva York prohibía ya la técnica de estrangulamiento que utilizó el agente. La rendición de cuentas significativa no puede relegarse exclusivamente a las políticas o la formación sobre el uso de la fuerza de un departamento de policía. De hecho, hay departamentos de policía cuyas políticas superan la legislación sobre el uso de la fuerza de su estado y, sin embargo, los agentes continúan matando a personas negras con impunidad. Este tipo de violencia es un fenómeno generalizado en las comunidades negras y pardas. Nuestro sistema de justicia debe hacer honor a su nombre ahora que la gente se ha echado a la calle para exigir que reimaginemos la seguridad pública. Debemos presionar para que se transforme nuestro sistema de justicia penal y se limite el uso de la fuerza como táctica, a menos que sea necesario en una determinada situación y no haya otros medios posibles de aliviar la tensión.
Información general y contexto
Amnistía Internacional Estados Unidos pide reformas significativas para poner fin a la violencia policial e insta al gobierno estadounidense a respetar, proteger y hacer efectivos los derechos humanos de las personas negras. Estos llamamientos incluyen presionar al Congreso para que apruebe la Ley PEACE, incluida en la Ley de Justicia Policial (Justice in Policing Act), a fin de crear una norma nacional sobre el uso de la fuerza que dé prioridad a la limitación del empleo de medios letales para que sea un último recurso en vez de una primera opción. No basta con que sólo nuestros agentes encargados de hacer cumplir la ley federales estén sujetos a limitaciones del uso de la fuerza, y es por ello que la Ley PEACE intenta obligar a los 50 estados a cumplir esta nueva normativa legal.
En respuesta al homicidio de George Floyd, Amnistía Internacional Estados Unidos pide rendición de cuentas policial por el empleo de medios letales. Ahora que las calles se han llenado de manifestantes que piden cambios, Amnistía Internacional Estados Unidos se ha pronunciado contra el uso excesivo de la fuerza en la aplicación de la ley y pide la desmilitarización y el diálogo. Ante la retórica del presidente Trump contra quienes ejercen su derecho a manifestarse pacíficamente, Amnistía Internacional Estados Unidos ha pedido un cambio sistémico.
Amnistía Internacional ha mantenido bajo observación a la policía en ciudades de todo el país donde se han utilizado gas lacrimógeno y otros agentes de control de multitudes en las recientes protestas.En una nueva investigación presentada la semana pasada se analiza el uso indebido de gas lacrimógeno en Estados Unidos y otras partes del mundo. Amnistía Internacional Estados Unidos ha elaborado una guía para los agentes encargados de hacer cumplir la ley que realizan labores de mantenimiento del orden en manifestaciones y una guía para quienes participan en las protestas sobre cómo manifestarse con seguridad.