La Franja de Gaza ocupada podría sumirse el jueves en otro apagón total de las comunicaciones si no se distribuyen de inmediato suministros adecuados de combustible, lo que empeorará una situación humanitaria ya catastrófica, ha afirmado hoy Amnistía Internacional.
Hoy, el grupo Paltel y Jawwal, dos de las mayores empresas de telecomunicaciones en la zona, han emitido una declaración conjunta en la que informan de que sus principales servidores de datos y conexiones se cerrarán gradualmente debido al agotamiento del combustible. El apagón al que se enfrentan Paltel y Jawwal sería irrecuperable hasta que se restablezca el suministro de combustible; al ser los dos mayores operadores en la zona, las consecuencias de esta situación serían devastadoras.
Israel ha permitido hoy la primera entrega de combustible por un único camión del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA) de 24.000 litros que ha entrado hoy en Gaza, pero esto apenas cubre el 9% de las necesidades diarias de combustible. Aunque más combustible sigue estando disponible en la frontera, Israel ha continuado bloqueando su entrada.
“La persistente negativa de Israel a entregar suficiente combustible y a restablecer el suministro de energía detendrá por completo la red de comunicaciones de Gaza. Esto también ha afectado gravemente a la prestación de servicios esenciales a lo que queda de unas instalaciones en ruinas que dispensan tratamiento a miles de víctimas enfermas del implacable ataque contra Gaza y ha dificultado el salvamento de personas heridas atrapadas bajo los escombros de edificios destruidos. La situación se agravará aún más debido al colapso de los servicios de comunicación, que en sí mismo podría equivaler a una violación del derecho internacional”, ha afirmado Rasha Abdul Rahim, directora de Programa de Amnesty Tech.
“Permitir la entrada de combustible y restablecer el suministro de energía es un imperativo humanitario urgente, que no debe demorarse más en ninguna circunstancia”
“La entrada inmediata de volúmenes adecuados de combustible es esencial para que el sistema de atención de la salud pueda prestar unos servicios de los que dependen vidas. Permitir la entrada de combustible y restablecer el suministro de energía es un imperativo humanitario urgente, que no debe demorarse más en ninguna circunstancia.”
Gaza hace frente a una conectividad por debajo del 30% de los niveles anteriores al conflicto desde el 11 de octubre de 2023, según datos de IODA y Netblocks. Otro apagón de las telecomunicaciones no sólo significa aislar a las personas gazatíes unas de otras y del resto del mundo, sino que también impide el salvamento de las personas heridas y de las atrapadas bajo los escombros. Se privará a las personas de acceso a información que puede salvar vidas, como encontrar áreas seguras o contactar con servicios de emergencia. El decisivo trabajo de las agencias humanitarias también se verá gravemente afectado, ya que los miembros de su personal perderán el contacto entre sí.
También está bien documentado que los apagones de las comunicaciones impiden que las organizaciones internacionales y locales documenten las violaciones de derechos humanos, como los homicidios ilegítimos o el uso desproporcionado de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad. Actividades como hablar libremente contra las políticas gubernamentales y documentar y difundir información sobre violaciones de derechos humanos dependen de la capacidad de acceder a las comunicaciones y a Internet.
Estas actividades están protegidas por el derecho internacional de los derechos humanos, que también ampara contra los cierres injustificados de Internet. Por consiguiente, en Gaza, el cierre de las comunicaciones puede encubrir la persistencia de graves violaciones del derecho internacional al amparo de la oscuridad y facilitar la impunidad por la comisión de crímenes de derecho internacional.
Hasta la fecha, 15 proveedores de servicios de Internet (ASN/ISP) han sufrido cortes casi totales que afectan a las comunicaciones a través de telefonía fija, telefonía móvil e Internet en toda la Franja de Gaza. Estos cortes tienen lugar en el contexto del incesante bombardeo de Gaza, que incluye ataques indiscriminados e ilegítimos que han aniquilado a familias enteras y la destrucción generalizada de infraestructuras civiles, incluidas infraestructuras de comunicaciones fundamentales.
Como han confirmado organizaciones como Access Now, los cortes en Gaza son el resultado de una combinación de ataques directos contra infraestructuras fundamentales de comunicaciones y de interrupciones técnicas de los servicios.
“En el contexto de devastadores ataques aéreos contra infraestructuras civiles fundamentales y de disminución de las reservas de combustible, la población civil de Gaza no puede permitirse otro apagón, que podría convertirse en un periodo dilatado de no comunicación, oscuridad e invisibilidad. Israel debe levantar de inmediato el bloqueo de Gaza y permitir la entrada y distribución de combustible y de ayuda de la que salvar vidas entre la población civil. Israel está sometiendo a la población civil a un castigo colectivo, que es ilegítimo y no puede tener justificación, mientras aísla a unas personas de otras y del resto del mundo al aplicarlo”, ha manifestado Rasha Abdul Rahim.
Desde el 7 de octubre, Gaza ha sufrido al menos tres apagones totales de las comunicaciones, que han durado entre 24 y 48 horas. Durante estos apagones, la población gazatí no puede buscar ayuda, acceder a servicios de salvamento ni averiguar si sus familiares y seres queridos están sanos y salvos, lo que se suma a la sensación dominante de precariedad y miedo.
Netstream, uno de los últimos proveedores de redes que quedaban en Gaza, se apagó inicialmente el 26 de octubre, y también se informó del apagón total de sus señales a las 12.00 p. m. hora local el 27 de octubre.
Desde el 27 de octubre, se sucedieron casi 48 horas de oscuridad total, y la conectividad se restableció gradualmente en las primeras horas del 29 de octubre.
En este periodo, se sucedieron los bombardeos en las zonas de Shifa, Al Quds y sus alrededores y en los hospitales indonesios. Se informó de la muerte de al menos 302 personas durante el apagón, lo que elevó la cifra de víctimas de 7.703 a 8.005.
El 31 de octubre, desde aproximadamente las 9:05 p. m., hora local, hasta las 10 a. m. del 1 de noviembre, Gaza sufrió otro apagón total, durante el cual el número de víctimas pasó de 8.866 a 9.061, de las que al menos 195 personas palestinas murieron durante un intenso bombardeo en el que el campo de refugiados de Yabalia, en Gaza, sufrió destrucción generalizada.
Después, entre el 5 y el 6 de noviembre, otro apagón total de las comunicaciones tuvo lugar en Gaza desde las 6 p. m. hasta las 9 a. m., hora local. Durante el periodo de apagón de 24 horas, el número de víctimas mortales pasó a ser de 10.022 ––incluidos 4.104 niños y niñas–– desde la cifra anterior de 9.770 hasta el 5 de noviembre.
Amnistía Internacional reitera su llamamiento urgente para reclamar un alto el fuego inmediato, acatado por todas las partes en el conflicto. Las infraestructuras de Internet y de telecomunicaciones también deben ser restablecidas con carácter de urgencia, para que puedan llevarse a cabo las operaciones de salvamento en medio de los incesantes ataques aéreos y la ampliación de las operaciones terrestres israelíes que se han cobrado la vida de más de 11.000 personas palestinas y han causado el desplazamiento de más de 1,6 millones de personas. En ausencia de abastecimiento de combustible, Amnistía Internacional también pide a la comunidad internacional que presione a Israel y Egipto para que permitan y faciliten el paso rápido y sin trabas de ayuda humanitaria para la población civil en Gaza. Las autoridades egipcias deben activar el servicio de itinerancia (roaming) en las redes egipcias para que la población de Gaza pueda conectarse a los servicios de comunicación.