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El gobierno de Nigeria parece decidido a aplastar la disidencia y ahogar la libertad de expresión

AP Photo/Sunday Alamba

La persistente oleada de arrestos y detenciones de periodistas y blogueros en el marco de la disolución violenta de protestas pacíficas por las fuerzas de seguridad subraya cómo el gobierno de Nigeria parece decidido a aplastar la disidencia y ahogar la libertad de expresión, ha afirmado hoy Amnistía Internacional.

La organización hace un llamamiento a las autoridades para que garanticen el derecho de la población nigeriana a la libertad de reunión pacífica y a la libertad de expresión, tal como garantizan el derecho internacional de los derechos humanos y la Constitución nigeriana.

La intensificación en los últimos meses de la intimidación de periodistas y blogueros parece un intento descarado del gobierno de Nigeria de amordazar a las voces disidentes en el país
Makmid Kamara, director de Amnistía Internacional Nigeria.

“Junto con la agresión violenta de las fuerzas de seguridad contra manifestantes pacíficos, esta represión constituye una creciente amenaza para los derechos humanos consagrados en el derecho internacional y en la Constitución nigeriana.” Represión violenta de protestas

El 22 de septiembre, la policía impidió una protesta pacífica de miembros del Movimiento Islámico en Nigeria en la capital del país, Abuja. La manifestación pedía la liberación de su líder, Sheikh Ibrahim Al Zakzaky, que está recluido sin juicio desde diciembre de 2015. Para dispersar la protesta pacífica, la policía disparó botes de gas lacrimógeno que causaron algunas lesiones leves.

Unas dos semanas antes, el 6 de septiembre, la policía impidió que miembros del movimiento “Devuélvannos a Nuestras Hijas” se congregaran para marchar hasta la villa presidencial de Aso Rock para reclamar al gobierno medidas adicionales para lograr la liberación de las escolares de Chibok secuestradas por Boko Haram hace más de dos años. La marcha de protesta había sido debidamente notificada a la policía. Desde el secuestro de las niñas de Chibok en abril de 2014, el movimiento se reúne pacíficamente en la Fuente de la Unidad, donde en fechas recientes se ha observado una constante presencia policial con el aparente objetivo de impedir cualquier forma de reunión civil.

Numerosos partidarios de la independencia de Biafra están privados de libertad –en muchos casos desde finales de enero– por intentar celebrar reuniones pacíficas o por participar en ellas. En varias ocasiones, las fuerzas de seguridad han usado fuerza excesiva contra activistas pro Biafra que han asistido a marchas de protesta en el sureste de Nigeria, o que han intentado hacerlo. Amnistía Internacional ha documentado casos de detención, desaparición forzada y a menudo homicidio de partidarios y miembros de varios grupos pro Biafra en la región. Intimidación y detención de periodistas y blogueros

En los últimos meses se ha observado también un aumento de las detenciones de periodistas y su posterior reclusión sin juicio.

En la primera semana de septiembre, el editor Emenike Iroegbu fue detenido en presencia de su familia por presunta difamación. En agosto, el destacado bloguero Abubakar Usman fue sacado a la fuerza de su domicilio por agentes de Comisión de Delitos Financieros y Económicos (EFCC). El organismo contra la corrupción económica afirmó que había sido detenido por actividades que vulneraban la Ley de Delitos Cibernéticos, aunque la EFCC no pudo señalar las disposiciones de la Ley que el bloguero había infringido.

En Nigeria se detiene a personas, especialmente periodistas y blogueros, por el mero hecho de expresar opiniones críticas tanto en plataformas convencionales como en medios sociales. Un ejemplo reciente es la reclusión de Jamil Mabai, acusado de publicar comentarios en Facebook y Twitter en los que criticaba al gobierno del estado de Katsina.

Asimismo, el 5 de septiembre, las fuerzas armadas ordenaron la búsqueda de Ahmed Salkida, periodista nigeriano radicado en los Emiratos Árabes Unidos que después fue arrestado por los servicios de seguridad del Estado a su llegada a Nigeria. Salkida fue una de las tres personas detenidas que estuvieron recluidas durante un breve periodo por sus presuntos vínculos con Boko Haram y por facilitar la publicación de un vídeo de Boko Haram sobre las niñas de Chibok secuestradas.

“Tomados en conjunto, son signos preocupantes de las crecientes violaciones del derecho de la población de Nigeria a celebrar libremente reuniones pacíficas y a expresar sus opiniones sin temor a detenciones o actos de hostigamiento”, ha afirmado Makmid Kamara.

Amnistía Internacional Nigeria hace un llamamiento al gobierno nigeriano para que cumpla sus obligaciones en virtud del derecho internacional de los derechos humanos y de las disposiciones sobre derechos fundamentales de la Constitución de Nigeria, que garantizan la libertad de reunión pacífica y de expresión. Todas las personas deben poder expresar su opinión, incluso mediante la protesta pacífica.”

Amnistía Internacional Nigeria pide también al gobierno de Nigeria que tome medidas urgentes para poner fin a la reclusión sin juicio y a la intimidación y el hostigamiento de periodistas y blogueros, así como al uso excesivo de la fuerza por las fuerzas de seguridad para dispersar protestas pacíficas.

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