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Nigeria debe apoyar a las niñas supervivientes de Boko Haram
Durante más de una década, Boko Haram obligó a niñas y mujeres jóvenes a casarse por la fuerza y convertirse en sus «esposas», a algunas incluso varias veces, sometiéndolas a años de servidumbre doméstica y violencia sexual, incluido el embarazo forzado.
Muchas niñas y jóvenes que lograron escapar de Boko Haram regresaron a zonas controladas por el Gobierno con grandes necesidades que siguen completamente descubiertas, a pesar de que los crímenes que sufrieron tienen serias consecuencias para su salud física y mental, y de que siguen sin tener acceso a la educación, sufriendo estigmatización y rechazo por parte de sus familias y comunidades.
Estas niñas y jóvenes supervivientes de la violencia extrema han encontrado ahora el valor para hablar y reclaman que se les devuelva la vida. Solicitan ayuda gubernamental para tener acceso a la asistencia sanitaria, educación y oportunidades de subsistencia. «Quiero olvidar que una vez viví con Boko Haram. Quiero salir de este campo y empezar de nuevo», dijo Ezinne Efosa (nombre ficticio para garantizar su seguridad), una superviviente de Maiduguri, estado de Borno.
Insta al presidente de Nigeria a apoyar con medios suficientes a las niñas supervivientes de Boko Haram, garantizando su acceso a atención médica, a educación y a medios de subsistencia adecuados.
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Enviaremos esta petición junto con tu nombre, apellidos y correo electrónico.
Estimado Presidente Tinubu,
Me dirijo a usted en relación al futuro de las niñas y jóvenes que sufrieron terribles abusos durante el cautiverio de Boko Haram en el noreste de Nigeria.
Boko Haram utilizó a estas niñas como «esposas», casándolas a la fuerza, algunas varias veces, y sometiéndolas a años de servidumbre doméstica y violencia sexual, incluido el embarazo forzado. Boko Haram adoctrinó a niñas y jóvenes en la ideología del grupo y las obligó a vivir bajo normas estrictas, limitando gravemente su derecho a la libertad de circulación y prohibiéndoles abandonar el grupo por temor a perder la vida. Boko Haram también ha obligado a niñas y jóvenes a presenciar castigos, como decapitaciones, flagelaciones y amputaciones de miembros. Algunas niñas fueron convertidas a la fuerza. Muchos de los crímenes documentados por Amnistía Internacional constituyen crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.
Muchas niñas y mujeres jóvenes que escaparon posteriormente de Boko Haram regresaron a zonas controladas por el gobierno con necesidades específicas. A la mayoría de las supervivientes entrevistadas por Amnistía Internacional se les ha negado el acceso a la justicia, a la educación, a oportunidades de ganarse la vida, incluida la formación profesional, y a servicios de salud adecuados, incluidos servicios de salud mental y atención a la salud sexual y reproductiva.
A pesar de algunos esfuerzos de reunificación familiar, el gobierno nigeriano no ha tomado medidas efectivas para cumplir con sus obligaciones internacionales de derechos humanos para reintegrar a estas niñas y mujeres jóvenes. Además, en lugar de atender sus necesidades específicas, muchas han permanecido recluidas ilegalmente bajo custodia militar en diversos centros de detención de los estados de Borno y Adamawa.
Tras años de sobrevivir a violaciones de derechos humanos y abusos, las niñas y jóvenes con las que habló Amnistía Internacional están enviando un mensaje claro: quieren rehacer sus vidas. Por ello, le insto a usted y a su gobierno a que tomen medidas apropiadas y efectivas para empoderar a todas las supervivientes garantizando que:
• tengan una evaluación médica voluntaria inmediatamente después de abandonar Boko Haram y puedan acceder a servicios de atención sanitaria completos y confidenciales tras su reintegración;
• puedan acceder a la educación pública haciendo que las escuelas de los estados y de los campos de desplazados internos sean abiertas y seguras, eliminando todos los costes y tasas asociadas a la educación primaria y desarrollando programas dirigidos a erradicar el estigma y la discriminación contra ellas;
• los programas de formación profesional y técnica sean eficaces, de modo que ayuden a las niñas y jóvenes a ser económicamente autosuficientes a largo plazo.
Atentamente,
Me dirijo a usted en relación al futuro de las niñas y jóvenes que sufrieron terribles abusos durante el cautiverio de Boko Haram en el noreste de Nigeria.
Boko Haram utilizó a estas niñas como «esposas», casándolas a la fuerza, algunas varias veces, y sometiéndolas a años de servidumbre doméstica y violencia sexual, incluido el embarazo forzado. Boko Haram adoctrinó a niñas y jóvenes en la ideología del grupo y las obligó a vivir bajo normas estrictas, limitando gravemente su derecho a la libertad de circulación y prohibiéndoles abandonar el grupo por temor a perder la vida. Boko Haram también ha obligado a niñas y jóvenes a presenciar castigos, como decapitaciones, flagelaciones y amputaciones de miembros. Algunas niñas fueron convertidas a la fuerza. Muchos de los crímenes documentados por Amnistía Internacional constituyen crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.
Muchas niñas y mujeres jóvenes que escaparon posteriormente de Boko Haram regresaron a zonas controladas por el gobierno con necesidades específicas. A la mayoría de las supervivientes entrevistadas por Amnistía Internacional se les ha negado el acceso a la justicia, a la educación, a oportunidades de ganarse la vida, incluida la formación profesional, y a servicios de salud adecuados, incluidos servicios de salud mental y atención a la salud sexual y reproductiva.
A pesar de algunos esfuerzos de reunificación familiar, el gobierno nigeriano no ha tomado medidas efectivas para cumplir con sus obligaciones internacionales de derechos humanos para reintegrar a estas niñas y mujeres jóvenes. Además, en lugar de atender sus necesidades específicas, muchas han permanecido recluidas ilegalmente bajo custodia militar en diversos centros de detención de los estados de Borno y Adamawa.
Tras años de sobrevivir a violaciones de derechos humanos y abusos, las niñas y jóvenes con las que habló Amnistía Internacional están enviando un mensaje claro: quieren rehacer sus vidas. Por ello, le insto a usted y a su gobierno a que tomen medidas apropiadas y efectivas para empoderar a todas las supervivientes garantizando que:
• tengan una evaluación médica voluntaria inmediatamente después de abandonar Boko Haram y puedan acceder a servicios de atención sanitaria completos y confidenciales tras su reintegración;
• puedan acceder a la educación pública haciendo que las escuelas de los estados y de los campos de desplazados internos sean abiertas y seguras, eliminando todos los costes y tasas asociadas a la educación primaria y desarrollando programas dirigidos a erradicar el estigma y la discriminación contra ellas;
• los programas de formación profesional y técnica sean eficaces, de modo que ayuden a las niñas y jóvenes a ser económicamente autosuficientes a largo plazo.
Atentamente,