Raha Bahreini, investigadora del equipo de Irán de Amnistía Internacional, nos habló de las impactantes realidades que enfrenta su país en cuanto a derechos humanos.
Desde detenciones arbitrarias hasta actos generalizados de tortura, la situación es grave y requiere atención internacional urgente. Además, destacó el papel fundamental de las mujeres y minorías en la lucha por la libertad y la justicia en Irán, resaltando un cambio cultural significativo hacia la defensa de los derechos de la mujer.
¿Cuál es el panorama actual de los derechos humanos en Irán?
La situación actual es sumamente preocupante. Durante el año 2023, las autoridades llevaron a cabo un gran número de detenciones arbitrarias. Entre las personas detenidas se encontraban activistas medioambientales, abogados y abogadas de derechos humanos, defensores y defensoras de los derechos de las mujeres, sindicalistas, artistas y familiares de víctimas que buscaban justicia para sus seres queridos asesinados durante las protestas. Además, se han documentado patrones sistemáticos y generalizados de tortura y otros malos tratos por parte de las autoridades. Amnistía Internacional ha registrado casos de palizas, simulacros de ejecución, descargas eléctricas, violaciones y otras formas de violencia sexual, así como la prolongada reclusión en régimen de aislamiento y la negación deliberada de atención médica.
Las mujeres y las minorías son especialmente vulnerables a la discriminación y la violencia sistemáticas en este contexto. Además, las autoridades han incrementado el uso de la pena de muerte como medio de represión. Esta situación ha generado una crisis de impunidad porque no se han aplicado medidas adecuadas para enjuiciar a las personas responsables.
Es importante destacar que en Irán no existe un poder judicial independiente; por el contrario, el sistema judicial opera como un instrumento de represión. Los jueces y altos funcionarios del poder judicial, quienes deberían garantizar la justicia, están implicados en estas violaciones y deberían ser investigados por crímenes de derecho internacional.
Estudiantes iraníes protestan contra el uso del velo obligatorio. © Private
¿Qué papel juegan las mujeres y las minorías en la lucha por los derechos humanos en Irán?
Las mujeres y las minorías marginadas, como los baluchis kurdos y las minorías árabes, han liderado la lucha por la libertad, la justicia y la igualdad en Irán. El movimiento nacional de las mujeres por la libertad comenzó en las provincias kurdas del país, para luego expandirse por todo el territorio. Durante estas protestas, las mujeres y las niñas estuvieron en primera línea, alzando su voz contra décadas de discriminación y opresión, y reclamando sus derechos fundamentales. Lo notable fue que, en esta ocasión, tanto hombres como la sociedad en general se unieron en defensa de los derechos de las mujeres. Aunque el sistema político reprimió la protesta, se logró un avance significativo a nivel cultural y en la conciencia colectiva. La igualdad de género se ha convertido ahora en una de las principales preocupaciones de la sociedad.
¿Cuál es el estado actual de la resistencia de las mujeres contra las leyes que imponen el uso del velo en Irán?
La lucha de mujeres y niñas contra las leyes que imponen el uso del velo ha persistido hasta ahora. Las autoridades han empleado diversas medidas punitivas y abusivas para sofocar esta resistencia. A pesar de ello, tanto las mujeres y niñas como quienes las apoyan han seguido resistiendo a lo largo del último año. Las autoridades han perpetrado múltiples violaciones contra aquellas que optan por no llevar el pañuelo obligatorio en público. Estas acciones van desde negarles el acceso a servicios e instalaciones públicas hasta confiscar masivamente automóviles, citarlas para interrogatorios y abrir expedientes penales en su contra.
En las últimas semanas, la campaña de represión se ha intensificado aún más, con la policía de la moral recurriendo nuevamente a la violencia, deteniendo y golpeando a las mujeres que aparecen en lugares públicos sin el velo obligatorio. A pesar de los esfuerzos de las autoridades por aplastar las protestas callejeras y la ejecución ilegal de cientos de manifestantes, las mujeres y niñas continúan adelante, contando con el respaldo generalizado de la sociedad, que se opone a la imposición del velo y defiende que su uso debe ser una elección personal.
Aunque las autoridades han reprimido las protestas callejeras mediante la violencia, no han logrado extinguir el espíritu de resistencia. Desde Amnistía Internacional pedimos firmas para que detengan la represión de las mujeres.
Manifestantes en Teherán, Irán. Miles de iraníes salieron a la calle para protestar por la muerte de Mahsa Amini, una mujer de 22 años que había sido detenida por la policía de moralidad en la capital, Teherán, por llevar supuestamente el velo islámico obligatorio demasiado suelto. © Sazad/SIPA/2210021500
¿Qué impacto han tenido estas protestas y movimientos de resistencia en la situación de los derechos humanos en Irán?
Las protestas de quienes han salido a las calles en todo el país han sido ignoradas. En los últimos cinco años, Irán ha sido testigo de manifestaciones en las que la sociedad ha demandado un cambio en el sistema político, pidiendo que se respeten las libertades y derechos fundamentales. Pero la respuesta estatal ha sido siempre la represión. A la sociedad le indigna la impunidad sistémica por los asesinatos en masa y la tortura, y el hecho de que no haya rendición de cuentas y sólo haya represión política en respuesta a las legítimas demandas de cambio.
Esta indignación puede conducir a otra ola de protestas, pero la brutalidad de las autoridades es un desafío considerable. Solo a través de la presión internacional podríamos conseguir que frenaran la represión y permitieran el derecho a la protesta pacífica.
¿Cómo es la libertad de expresión en Irán? ¿Qué impacto tiene la censura en los medios de comunicación y redes sociales en la situación de los derechos humanos?
Las autoridades iraníes muestran un completo desprecio por el derecho a la libertad de expresión. Aquellos que ejercen este derecho se enfrentan a detenciones arbitrarias, torturas y juicios injustos, especialmente al criticar a las autoridades o denunciar violaciones de derechos humanos. Los medios de comunicación independientes son prohibidos y, en ocasiones, cerrados a la fuerza, mientras que los medios extranjeros son interferidos para obstaculizar su funcionamiento. Plataformas como YouTube, Telegram, Instagram y X son filtradas para restringir el flujo de información. Además, los partidos políticos independientes y los sindicatos están prohibidos.
La falta de acceso a la información es una preocupación grave, al igual que la privación del derecho a la libertad. A pesar de ello, muchas personas mantienen la valentía de defender los derechos humanos enfrentándose a detenciones arbitrarias, encarcelamiento y tortura, solo porque las autoridades no respetan el derecho a la libertad de expresión.
¿A qué obstáculos se enfrentan los defensores/as de derechos humanos en Irán?
El mayor desafío en Irán radica en el poder judicial que ha criminalizado la defensa de los derechos humanos. Los defensores y defensoras de estos derechos frecuentemente enfrentan acusaciones infundadas relacionadas con la seguridad nacional, como la difusión de propaganda contra el sistema o la conspiración contra la seguridad nacional, simplemente por abogar pacíficamente por los derechos humanos. En algunos casos, las autoridades iraníes consideran la oposición a la pena de muerte como evidencia de actividad delictiva.
Pero, a pesar de estas medidas represivas, el movimiento de derechos humanos en Irán se ha fortalecido, con un creciente número de personas expresando su oposición a la pena de muerte y apoyando a las familias de las víctimas de la violencia estatal. Exigen el fin de la tortura y reclaman el cese de la impunidad. Sin embargo, la organización de la sociedad civil en Irán enfrenta severas limitaciones, ya que las autoridades han reprimido completamente su actividad. Las ONG independientes no pueden operar libremente y los y las abogadas que defienden los derechos humanos corren el riesgo constante de ser encarceladas y convertirse en víctimas de tales violaciones.
Manifestantes en Teherán, Irán. © Sazad/SIPA/2210021500
¿Cómo es el sistema penitenciario y el trato a los prisioneros en Irán?
En las cárceles iraníes, las personas presas se enfrentan a violaciones generalizadas de los derechos humanos. Las condiciones carcelarias son crueles e inhumanas, siendo motivos de especial preocupación el hacinamiento, la falta de atención médica, la insuficiencia de camas y servicios sanitarios, la calidad deficiente de los alimentos y la falta de acceso a agua potable adecuada.
Durante las investigaciones, las personas presas suelen ser sometidos a tortura y malos tratos para obtener confesiones, las cuales, contaminadas por la coerción, son utilizadas por el sistema judicial para emitir condenas injustas. A pesar de estas graves violaciones de derechos humanos, no hay rendición de cuentas. Las autoridades niegan la existencia de tales hechos en lugar de abordarlos y llevar a cabo investigaciones adecuadas.
Un caso muy conocido por el que trabajamos es por el de Narges Mohammadi, Premio Nobel de la Paz en 2023, que cumple una condena de 12 años, 11 meses y 154 latigazos, entre otras sanciones. Pedimos firmas para lograr su liberación.
¿Cómo se explica el aumento de ejecuciones?
Desde el inicio de las protestas en 2022, las autoridades iraníes han incrementado el uso de la pena de muerte para sembrar miedo y terror en la población. La pena de muerte siempre es un castigo cruel e inhumano y, además, conlleva el riesgo de ser utilizada por las autoridades como una herramienta para amedrentar a la población, tal como hemos visto en el país.
Hasta la fecha, al menos nueve personas detenidas en relación con las protestas han sido ejecutadas por las autoridades. Otros siete hombres enfrentan actualmente la pena de muerte por el mismo motivo: Toomaj Salehi, Abbas Deri, Manouchehr Mehman Navaz, Mansour Dahmardeh, Mojahed (Abbas) Kourkouri y Reza (Gholamreza) Rasaei.Todos ellos corren un riesgo inminente de ejecución e invitamos a todo el mundo a que firme la ciberacción que tenemos abierta para detener semejante aberración. Estas sentencias de muerte son el resultado de juicios claramente injustos basados en confesiones obtenidas bajo tortura.
Otro motivo del masivo aumento de ejecuciones en Irán es la reintroducción por parte de las autoridades de una política antidrogas. Más de la mitad de las ejecuciones realizadas en 2023 estuvieron relacionadas con delitos de drogas. Las personas ejecutadas provienen de los sectores más empobrecidos y oprimidos de la sociedad, individuos que, debido a la falta de oportunidades, se ven obligados a cometer delitos menores de tráfico de drogas. En lugar de abordar las raíces profundas de la pobreza y la injusticia, las autoridades simplemente continúan este ciclo de ejecuciones porque las historias individuales de las comunidades afectadas no son escuchadas. Este alarmante aumento en las ejecuciones relacionadas con el narcotráfico no ha recibido la atención ni la condena internacional que merece.
¿Qué procedimientos legales se siguen antes de imponer la pena de muerte en Irán?
Las condenas a muerte suelen dictarse tras juicios notoriamente injustos, breves y a puerta cerrada. Se fundamentan en confesiones obtenidas bajo tortura y en el trato recibido durante la investigación, con los detenidos sin acceso a asesoramiento legal y, en ocasiones, incomunicados y sin contacto con el exterior. A pesar de las alegaciones de tortura presentadas ante las autoridades fiscales y judiciales, estas suelen ser ignoradas, y las confesiones se mantienen como prueba.
La situación es verdaderamente difícil, pero gracias al activismo de defensores y defensoras de los derechos humanos tanto en Irán como en todo el mundo, hemos logrado algunos avances. Colectivamente hemos presionado a las autoridades para revocar sentencias de muerte o retirar los cargos que conllevan la pena capital. Por ejemplo, en 2022, inicialmente se contemplaba la pena de muerte para más de 100 personas, pero gracias a la movilización y condena generalizada, se retiraron los cargos contra muchas de ellas.
También hemos observado que, gracias a campañas internacionales y a una mayor globalización, se han detenido las ejecuciones de delincuentes juveniles condenados por crímenes cometidos cuando eran menores. Estos son logros que merecen ser reconocidos, aunque se hayan alcanzado más por la presión ejercida por activistas de Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos que por un cambio genuino de las autoridades.
Una manifestante sostiene un cartel pidiendo la libertad de Toomaj Salehi durante una protesta en solidaridad con el rapero iraní condenado a muerte por los tribunales de Irán por apoyar el movimiento de protesta contra el gobierno. © SOPA Images/SIPA
¿Cómo trabaja Amnistía Internacional para luchar contra las violaciones de derechos humanos en Irán?
Amnistía Internacional juega un papel crucial al denunciar violaciones de derechos humanos a través de investigaciones exhaustivas que se convierten en fuentes creíbles de información para gobiernos y organismos internacionales y regionales. Además de llevar a cabo estas investigaciones organizamos campañas basadas en ellas, permitiendo la participación de activistas y sociedad en general.
El papel de Amnistía Internacional ha sido vital al exponer las violaciones de derechos humanos que las autoridades iraníes preferirían mantener ocultas. Nuestras denuncias sirven para presionar a líderes y gobiernos de todo el mundo para que tomen medidas de rendición de cuentas. Esto, junto con el trabajo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y las campañas de Amnistía Internacional en todo el mundo, ha logrado la anulación de condenas a muerte, la liberación de prisioneros y la mejora de las condiciones de detención, especialmente en lo que respecta al acceso a la atención médica.
Quizás lo más importante de todo, aunque no siempre resulte en cambios tangibles, ha sido una fuente de solidaridad y esperanza para las víctimas y sus familias. Han visto que sus historias son escuchadas a nivel internacional y han sentido el apoyo cuando más lo necesitaban.
¿Qué acciones puede emprender la ciudadanía en general para apoyar la causa de los derechos humanos en Irán?
Es muy importante concienciar al máximo sobre estas violaciones masivas y denunciarlas, especialmente cuando las autoridades iraníes intentan distorsionar la realidad sobre el terreno ante la comunidad internacional. Son de mucho peso las acciones frente a las embajadas de Irán, así como el envío de cartas y llamadas a la embajada de este país para condenar las violaciones y pedirles que apoyen y anulen las condenas a muerte y detengan las ejecuciones de personas en peligro.
A través de esta movilización y presión colectivas hacemos saber a las autoridades que el mundo está prestando atención y no está aceptando las violaciones que están cometiendo. También es importante que los medios de comunicación cubran estas violaciones masivas, porque esta cobertura mediática puede aumentar la presión sobre las autoridades para que rebajen la tensión y no lleven a cabo más ejecuciones. También esperamos que los gobiernos intervengan a través de canales diplomáticos en respuesta a nuestras conclusiones sobre ejecuciones, ataques contra mujeres y niñas, homicidios e impunidad y hagan declaraciones públicas denunciando estos hechos en los términos más enérgicos.
¿Cuál es tu visión sobre el futuro de los derechos humanos en Irán?
Espero ansiosamente el día en que la gente pueda expresar, a través de protestas pacíficas, sus verdaderos deseos sobre el sistema político para su país. Anhelo el momento en que no nos despertemos cada día con noticias de nuevas detenciones arbitrarias de abogados y abogadas, activistas y disidentes, y en su lugar, la gente pueda expresar libremente sus opiniones.
Deseo fervientemente que las leyes discriminatorias contra las mujeres y las minorías sean abolidas y reemplazadas por legislaciones que prohíban la discriminación. Y, sobre todo, anhelo que Irán se sume a la vasta mayoría de países que han erradicado la pena de muerte, considerada el castigo más cruel e inhumano que ha concebido la humanidad.
Aspiro a que se haga justicia por todas las violaciones masivas y crímenes que han ocurrido en las últimas décadas. Anhelo la instauración de comisiones de la verdad y juicios imparciales que aborden este pasado oscuro y garanticen que tales atrocidades no se repitan en el futuro.