El 13 de septiembre de 2022, Mahsa Amini, de 22 años, fue detenida en Teherán por la “policía de la moral” y golpeada violentamente. Más tarde fue llevada a un hospital en coma y tres días después murió. Su muerte desató una oleada de indignación en todo el país; una oleada que las fuerzas de seguridad han reprimido de forma desproporcionada y sangrienta. En el último año, más de 500 personas han muerto, más de 22.000 han sido detenidas y al menos 7 han sido ejecutadas en relación con las protestas
Munición real contra manifestantes, miles de detenciones y encarcelamientos arbitrarios, desapariciones forzadas, homicidios ilegítimos, tortura y otros malos tratos y condenas a largas penas de prisión o a muerte tras juicios manifiestamente injustos. Estos son solo algunas de las graves violaciones de derechos humanos cometidas por las autoridades para aplastar el levantamiento de la sociedad iraní.
Si alguien ha sido protagonista de este levantamiento, esas son las mujeres y las niñas, a quienes la “policía de la moral” persigue de forma habitual por no cumplir con las leyes abusivas, degradantes y discriminatorias sobre el uso obligatorio del velo; unas leyes que obligan a mujeres y niñas —a partir de los 7 años—, a cubrirse el pelo con un velo y cuyo incumplimiento puede ser motivo de detención, pena de prisión, multa o latigazos. Además, desde noviembre de 2022, miles de niñas han sido envenenadas y hospitalizadas en lo que parece una clara campaña contra las estudiantes que mostraban su cabello en público mientras vestían el uniforme escolar.
Esta represión es un símbolo del desprecio de las autoridades iraníes a la dignidad humana y los derechos de las mujeres y las niñas. Firma para pedir a las autoridades iraníes que respeten los derechos de las mujeres y detengan este baño de sangre.
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Firma y enviaremos esta petición en tu nombre a las autoridades de Irán.
Enviaremos esta petición junto con tu nombre, apellidos y país.
Señor Gholamhossein Mohseni Ejei:
Hace un año, la joven de origen kurdo Mahsa Amini fue detenida por la policía de la moral. Murió tres días después. Tras su muerte, miles de personas salieron a la calle, liderados por las mujeres iraníes, para reclamar derechos y libertades. Por su parte, las autoridades respondieron con violencia y represión. Se calcula que más de 500 personas han muerto y que más de 22.000 han sido detenidas. Al menos 7 han sido ejecutadas en relación a su participación en las protestas.
Entre las graves violaciones de derechos humanos cometidas por las autoridades iraníes figuran homicidios ilegítimos tras el uso injustificado de fuerza letal, detenciones y encarcelamientos arbitrarios y masivos, desapariciones forzadas, tortura y otros malos tratos y condenas a largas penas de prisión o a muerte tras juicios manifiestamente injustos. Especialmente preocupante es la persecución a mujeres y niñas que se atreven a desafiar las degradantes leyes sobre la obligatoriedad del uso del velo.
Como Presidente de la Magistratura iraní, le pido que:
• Pongan en libertad a todas las personas detenidas por ejercer pacíficamente sus derechos humanos, incluido el derecho a la protesta, así como a la libertad de expresión.
• Proporcionen a las personas detenidas acceso a sus familias y a abogados de su elección, sean protegidas de la tortura y otros malos tratos y se investiguen las denuncias de tortura.
• Lleven ante la justicia a los responsables de haber cometido tortura contra manifestantes
• Concedan a los observadores independientes pertenecientes a embajadas acceso a los juicios relacionados con las protestas.
• Procedan a abolir todas las leyes y prácticas abusivas, degradantes y discriminatorias, como la obligatoriedad de uso del velo, que degrada a las mujeres y las niñas y violan su derecho a la igualdad, la intimidad y la libertad de expresión y de creencias.
Atentamente,
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