La historia de Amnistía Internacional se ha desarrollado siempre bajo la premisa del célebre proverbio chino: "Más vale encender una vela que maldecir la oscuridad". Porque siempre es mejor luchar y trabajar por un mundo mejor que lamentarse.
Nuestra tenacidad y nuestra defensa de los derechos humanos ha sido siempre y será lo que nos ha permitido cambiar la vida de tantas personas. Gente de toda condición, sexo y edad que, sin el apoyo de los 10 millones de activistas comprometidos que forman parte de Amnistía hoy, estarían un poco peor. En este reportaje os traemos sus palabras, sus emociones y su agradecimiento.
Red de Acciones Urgentes
Norma Cruz, directora de la Fundación Sobrevivientes de Guatemala. © AI
Cuando Amnistía Internacional tiene conocimiento de que una persona se encuentra en extrema situación de riesgo activa la Red de Acciones Urgentes. Se trata de una red integrada por miles de personas en el mundo dispuestas a enviar mensajes de protesta a las autoridades de cualquier país tan pronto saben que alguien está en peligro. La primera acción urgente se emitió en 1973 en favor del profesor brasileño Luiz Basilio Rossi, detenido por motivos políticos. Cuando su situación mejoró, Luiz atribuyó esa mejoría al apoyo de Amnistía Internacional:
En otros casos no solo se apreció una mejoría. En otros casos se salvó una vida.
Tortura
En 1984, tras el incansable trabajo de campaña de Amnistía Internacional y otras organizaciones, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Como consecuencia de ello, la tortura está prohibida por el derecho internacional y los Estados están obligados a tomar medidas efectivas para prevenirla.
El ex alto cargo del gobierno de Uzbekistán y trabajador de la ONU, Erkin Musaev, fue torturado y condenado a 20 años de cárcel en 2007 tras juicios manifiestamente injustos, acusado de espiar para un Estado miembro de la OTAN y de utilizar indebidamente fondos de la ONU. Su declaración de culpabilidad se basó en una confesión que firmó después de que su familia fuera amenazada por agentes del servicio de seguridad. Miles de simpatizantes de Amnistía Internacional actuaron en su favor en el marco de la campaña Escribe por los Derechos 2014. Una vez en libertad, Erkin nos transmitió su agradecimiento en una carta que nos hizo llegar.
“Quiero expresar mi enorme agradecimiento a todos los y las activistas de Amnistía Internacional y a todas las personas que nos han apoyado a mi familia y a mí en un momento difícil. Mi liberación es realmente una gran victoria y su contribución ha tenido un valor incalculable. Quiero contar que la dirección de la colonia penitenciaria cambió su actitud hacia mí tras las cartas de apoyo de los activistas. El personal de la colonia empezó a tratarme con más cautela y me encargaron un trabajo más fácil.
Mi padre dijo que la actitud de la comunidad internacional hacia mi caso también cambió tras la campaña de Amnistía Internacional. De nuevo, les estoy muy agradecido a ustedes y a todos los activistas de su organización.
Quiero añadir que estamos sólo al principio de la victoria, ya que [esta campaña] ha infundido esperanza y ánimo de lucha a otras personas condenadas de manera infame y a sus familias. Mucha gente de la zona [colonia penal] también presenció nuestra lucha, y ustedes dieron esperanza a sus almas. No se trata de una victoria sólo mía, sino también de todas las personas que han sido condenadas de manera infame.
Muchas gracias por todo lo que hicieron por mí”, Erkin Musaev, ex alto cargo del gobierno de Uzbekistán.
Ni Yulan es activista del derecho a la vivienda en China. Ella y su familia presenciaron la demolición de su casa poco antes de la celebración de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008. Organizó protestas y las autoridades chinas dieron orden de detenerla y encarcelarla. Debido a las brutales torturas que la policía le infligió en una ocasión, sufrió fracturas en pies y rótulas, y quedó postrada en una silla de ruedas para siempre. Ni Yulan y su marido Dong Qiqing agradecieron el trabajo de Amnistía Internacional. Gracias a nuestra campaña sus vidas mejoraron: disminuyeron la intimidación y el acoso de la policía y se sintieron respaldados por la membresía de la organización.
Pena de muerte
Moses Akatugba. © Miikka Pirinen / Amnesty Finland
Amnistía comenzó a trabajar contra la pena de muerte en 1977. Entonces solo la habían abolido 16 países. Hoy en día, la cifra asciende a 108.
Nigeria es uno de los países que todavía la aplican. Moses Akatugba fue caso de Amnistía Internacional. Este joven nigeriano aguardaba los resultados de sus exámenes de secundaria cuando fue detenido por el ejército, acusado de robar tres teléfonos. Durante la detención le dispararon en la mano y lo golpearon en la cabeza y la espalda. Más tarde fue trasladado a la comisaría de policía, donde según su propio testimonio, lo golpearon brutalmente con machetes y porras, y permaneció atado y colgado durante varias horas en salas de interrogatorio. Además, le arrancaron las uñas de las manos y de los pies con unos alicates para lograr que firmara dos confesiones. Durante el juicio, el agente encargado de la investigación no se presentó y Moses fue condenado a muerte por ahorcamiento.
Amnistía Internacional trabajó incansablemente por su caso. La organización envió más de 800.000 firmas y cartas de todo el mundo para pedir al gobernador del estado de Delta del Níger, Emmanuel Uduaghan, que conmutara la condena a muerte de Moses. Finalmente el gobernador reconoció haber recibido muchos mensajes a través de la campaña de Amnistía Internacional y respondió públicamente en un discurso (ver video) a la petición de la organización. La condena a muerte de Moses fue conmutada.
"Estoy abrumado. Quiero dar las gracias a Amnistía Internacional y a sus activistas por su gran apoyo, que me ha permitido salir victorioso de esta situación. Los y las activistas de Amnistía Internacional son mis héroes (…) Quiero asegurarles que este enorme esfuerzo que me han dedicado no será en vano. Por la gracia especial de Dios estaré a la altura de sus expectativas. Prometo ser un activista de los derechos humanos para luchar por otras personas", Moses Akatugba.
Educación
Las niñas y los niños son titulares de todos los derechos reconocidos por la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los tratados y convenciones internacionales que los desarrollan. La Convención sobre los derechos del Niño es el tratado de derechos humanos más ratificado de la historia: 195 países lo han hecho. Todos menos Sudán del Sur y Estados Unidos. Pese a ello, millones de menores son víctimas de violaciones de sus derechos humanos.
La Premio Nobel de la Paz y activista en favor del derecho a la educación, Malala Yousefzai, fue caso de Amnistía Internacional. Fue galardonada por la organización con el premio Embajadora de Conciencia 2013.
Malala recibe el premio Embajadora de Conciencia otorgado por Amnistía Internacional. © AI Irlanda
Defensores y defensoras de derechos humanos
Hombres y mujeres de todo el mundo asumen riesgos enormes para defender nuestros derechos. Pueden ser docentes, estudiantes, opositores políticos, periodistas, profesionales de la abogacía, de la sanidad... A estas personas se las acosa, tortura, encarcela, e incluso se las mata, simplemente por atreverse a alzar la voz por lo que es correcto. Sin su valentía, el mundo sería menos justo y menos igualitario.
Ales Bialiatski. © AI
Ales Bialiatski es un destacado defensor de los derechos humanos que preside el Centro de Derechos Humanos Viasna. En 2022 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz. Ales fue caso de Amnistía Internacional tras ser detenido por defender los derechos humanos en Bielorrusia. A través de una declaración publicada en el sitio web de la organización a la que pertenece, nos hizo saber:
Aleksei Sokolov es un defensor ruso que fue detenido en 2009 bajo sospecha de haber participado en un robo cometido en 2004. Amnistía Internacional España defendió que las pruebas contra él eran falsas y trabajó por su caso durante la Presidencia española de la Unión Europea. La organización se congratuló cuando fue puesto en libertad. Aleksei, una vez libre, nos dio las gracias.
Nasrin Sotoudeh. © Behrouz Mehri, AFP
Nasrin Sotoudeh es una abogada iraní condenada a 38 años de cárcel y 148 latigazos por defender los derechos de las mujeres en Irán. Es la sentencia más dura que se recuerde en muchos años contra un defensor o defensora de los derechos humanos. En Irán, a las mujeres y a las niñas no se les permite salir de sus hogares a menos que se cubran el cabello con un pañuelo y los brazos y las piernas con ropa suelta. Nasrin quería cambiar esto y fue detenida por ello. Amnistía Internacional lucha sin descanso por su liberación.
“Sé que desde hace muchos muchos años os esforzáis para conseguir justicia y para garantizar los derechos de las personas presas. Me siento honrada por haber contado yo también con vuestro generoso apoyo. Quiero que sepáis que vuestro respaldo y vuestras acciones inspiradoras me han reconfortado no sólo a mí, sino también a mis hijos, que han tenido que enfrentarse al encarcelamiento de su madre a una edad muy temprana. Por ello, es importante para mí expresaros mi gratitud y aprecio por vuestros amables actos de solidaridad. (...) Me gustaría haceros llegar mi sincero agradecimiento y deciros que es vuestro apoyo el que está haciendo posible el movimiento de derechos humanos en todo el mundo”, Nasrin Soutedeh, abogada iraní.
Nasrin sigue en la cárcel y no pararemos hasta lograr su liberación. ¡Ayúdanos!
Vigilancia masiva
Edward Snowden. © Amnistía Internacional
En junio de 2013 Edward Snowden hizo llegar a unos periodistas documentos de inteligencia de Estados Unidos, destapando así la impresionante envergadura del aparato de vigilancia masiva a escala global. Snowden reveló cómo los gobiernos estaban extrayendo en secreto una gran parte de nuestras comunicaciones personales, como mensajes privados de correo electrónico, ubicaciones telefónicas, historiales de páginas web visitadas y mucho más. Y todo ello sin nuestro consentimiento. Su acción cambió el mundo y desencadenó un debate a escala mundial, que se tradujo en reformas legales y ayudó a proteger nuestra intimidad.
El gobierno estadounidense presentó cargos contra Edward Snowden en virtud de la Ley de Espionaje y Amnistía Internacional incluyó su caso en la campaña Escribe por los Derechos 2016.
Derechos sexuales y reproductivos
En El Salvador el aborto está prohibido en todos los casos. La pena para las mujeres y las niñas declaradas culpables de abortar pueden ser de entre dos y ocho años de prisión. Si el aborto es espontáneo, la mujer puede ser acusada de homicidio agravado y condenada a hasta 50 años. Los profesionales de la salud que las ayudan pueden ser condenados a hasta 12 años de cárcel. En Amnistía Internacional trabajamos por los casos de muchas mujeres, como el de Beatriz, que tuvo un embarazo anencefálico no viable que entrañaba una grave amenaza para su vida y su salud; el de María Teresa Rivera, condenada a 40 años de prisión por sufrir un aborto espontáneo y Teodora Vásquez, condenada a 30 años de cárcel por dar a luz a un bebé muerto.
Guantánamo
Amnistía Internacional fue la primera voz en el mundo que pidió el cierre del centro de detención de Guantánamo en 2002. La organización contribuyó a desvelar los vuelos secretos de la CIA que trasladaban “detenidos fantasma” a Guantánamo y a otros centros de detención secretos por el mundo. Gracias al trabajo de Amnistía Internacional, un elevado número de presos de Guantánamo han tenido juicios justos o han sido liberados sin cargos.
Lapidación
Amina Lawal junto a su equipo jurídico y miembros de Amnistía Internacional, reunidos frente al tribunal de Katsina, en Nigeria. © AI
Hemos paralizado en los últimos años las lapidaciones de algunas mujeres en Irán. Uno de los casos más célebres fue el de Amina Lawal. Cerca de nueve millones de personas pidieron al Gobierno de Nigeria su liberación. Ésta finalmente se produjo el 25 de septiembre de 2003. Más recientemente, la presión internacional y el trabajo de organizaciones como la nuestra detuvieron la lapidación de Sakineh Mohammadi Ashtiani.
“La presión que ejercéis sirve para avergonzar públicamente a los gobiernos que violan los derechos humanos a nivel internacional, y esa vergüenza que sienten puede salvar vidas”, Mohammad Mostafaei, abogado defensor de Sakineh Mohammadi Ashtiani (Irán).
Vivienda
Acto de Amnistía Internacional pidiendo la puesta en libertad de Tep Vanny, activista del derecho a la vivienda en Camboya. © AI
Tep Vanny es una activista del derecho a la vivienda que defiende a su comunidad, en el centro de Phnom Penh, Camboya, donde miles de familias sufren el desalojo forzado de su hogar. Amnistía Internacional adoptó su caso y trabajó por ella hasta obtener su puesta en libertad. Más de 200.000 personas de todo el mundo se unieron a nuestra campaña por su liberación.
“Extiendo la mano para dar las gracias a quienes han hecho campaña para obtener mi libertad y permitir que volviera a reunirme con mis hijos y mis padres. Ustedes me consolaron e impidieron que me sintiera sola. Les agradezco su bondad y su trabajo para mejorar los derechos humanos en todo el mundo", Tep Vanny, defensora del derecho a la vivienda.
Diversidad sexual y de género
Kelly González Aguilar, mujer transgénero de 24 años, hondureña , llegó en agosto de 2017 a Estados Unidos huyendo de la violencia que sufría por su identidad transgénero. Las autoridades de inmigración estadounidenses la detuvieron mientras se tramitaba su solicitud de asilo. Durante los casi tres años que permaneció detenida en Estados Unidos, Kelly pasó meses en régimen de aislamiento exclusivamente a causa de su identidad de género. El 14 de julio de 2020, las autoridades la pusieron en libertad. Al quedar en libertad, Kelly hizo las siguientes declaraciones:
Alejandra Barrera, activista salvadoreña transgénero que estuvo recluida bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) desde noviembre de 2017 hasta 2019, dio las gracias por los esfuerzos de trabajo de incidencia en el ámbito internacional encabezados por Amnistía Internacional. Alejandra había luchado durante más de diez años por los derechos de las personas transgénero en El Salvador, pero se vio obligada a huir tras recibir reiterados ataques de una banda criminal, y tras sufrir abusos a manos del ejército salvadoreño. Fue agredida sexualmente tanto por miembros de la banda como por personal militar debido a su identidad transgénero.
Empresas
Las empresas tienen un impacto enorme sobre las vidas de las personas y las comunidades en las que operan. Amnistía Internacional ha sacado a la luz innumerables ejemplos en los que las empresas se aprovechan de normativas nacionales poco eficientes y mal aplicadas, con consecuencias devastadoras para las personas y las comunidades.
Máxima Acuña es una campesina del norte de Perú defensora de los derechos medioambientales que fue hostigada, intimidada y desalojada de su casa por entablar una batalla legal contra Yanacocha, una de las mayores minas de oro y cobre del mundo. Amnistía Internacional trabajó por su caso.
En 2015, tras años de presión por parte de Amnistía Internacional, la filial nigeriana de Shell anunció el pago de 55 millones de libras esterlinas en concepto de indemnización a 15.600 campesinos y pescadores de Bodo, Nigeria, cuyas vidas se habían visto truncadas por dos grandes vertidos de petróleo de Shell en 2008. El anuncio preparó el terreno para futuras acciones de otras comunidades nigerianas que han sufrido las consecuencias de la negligencia de la compañía. En 2021, el Tribunal Supremo de Reino Unido decidió que otras dos comunidades del delta del Níger afectadas por años de vertidos puedan demandar al gigante petrolero ante los tribunales británicos.