Ante el resultado de la votación celebrada hoy en el Consejo de Derechos Humanos, en la que no han votado suficientes Estados a favor de ampliar el mandato del Grupo de Eminentes Expertos sobre Yemen debido a las presiones de Arabia Saudí y otros socios de su coalición, Heba Morayef, directora de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África, ha manifestado:
“Esta votación supone el abandono de la población de Yemen, que está sufriendo una de las peores crisis humanitarias del mundo. Arabia Saudí, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y otros miembros de la coalición han dedicado sin disimulo sus energías a acabar con el único mecanismo de investigación internacional sobre Yemen. Los países que han votado en contra o se han abstenido deberían avergonzarse de haber abandonado al pueblo yemení en momentos de tanta necesidad.
“Esta votación implica dar luz verde a todas las partes en conflicto para continuar con sus atroces violaciones de derechos humanos, que han alterado la vida de millones de yemeníes en los últimos años. Disolver el Grupo de Eminentes Expertos no hará que desaparezcan las violaciones de derechos humanos. Tampoco pondrá fin a las acuciantes necesidades humanitarias de la población civil yemení, al trabajo de personas y organizaciones valientes que defienden los derechos humanos en Yemen ni a nuestro trabajo para apoyarlas. Tenemos la determinación de redoblar nuestros esfuerzos para garantizar justicia y reparación a las víctimas de violaciones de derechos humanos en Yemen, lo que incluye defender que se apliquen las recomendaciones clave del Grupo de Eminentes Expertos sobre vías hacia la rendición de cuentas. Los Estados y los órganos de la ONU deben hacerlo igualmente.”
Información complementaria
Más de cuatro millones de personas se han visto desplazadas internamente debido a un conflicto que ya dura siete años. Las graves violaciones del derecho internacional humanitario, incluidos crímenes de guerra, y los atroces abusos contra los derechos humanos cometidos por todas las partes en conflicto han contribuido a generar la mayor crisis de derechos humanos causada por el ser humano en el mundo. Los ataques indiscriminados y otros ataques ilegítimos han matado o herido a civiles y han destruido o dañado viviendas, centros médicos e infraestructuras, entre otras instalaciones civiles. Estos ataques y la obstrucción simultánea de la ayuda humanitaria han agravado la propagación de la pandemia de COVID-19 y han abocado a millones de civiles a la enfermedad, el hambre y la pobreza. Además, el país se enfrenta a la amenaza inminente de una hambruna en gran escala y, desde junio de 2021, 16,2 millones de yemeníes sufren inseguridad alimentaria.