Ante la noticia de que las fuerzas armadas israelíes han ordenado a más de 100.000 residentes, en su mayoría personas internamente desplazadas, que “evacúen” barrios enteros del este de Rafá mientras que ya han comenzado sus operaciones militares en la zona, Erika Guevara Rosas, directora general de Investigación, Incidencia, Política y Campañas de Amnistía Internacional, ha manifestado:
“La última orden de ‘evacuación’ emitida por el ejército israelí sólo 24 horas antes de iniciar una incursión terrestre en el este de Rafá llega inmediatamente después del bombardeo intensificado en la gobernación del sur y ha estado precedida de amenazas durante meses con lanzar una operación terrestre en gran escala en Rafá, que agravará aún más el sufrimiento indescriptible de la población palestina en Gaza”.
“En una iniciativa cruel e inhumana que ya ilustra los catastróficos efectos de semejante operación en la población civil, los tanques israelíes han lanzado una incursión terrestre en el lado palestino del paso de Rafá, bloqueando una vía esencial para hacer llegar la ayuda humanitaria a una población ya afectada por la hambruna y en peligro de genocidio”.
“Los tanques israelíes han lanzado una incursión terrestre en el lado palestino del paso de Rafá, bloqueando una vía esencial para hacer llegar la ayuda humanitaria a una población ya afectada por la hambruna y en peligro de genocidio”
“Todos los Estados deben presionar a Israel para que suspenda de inmediato sus operaciones terrestres en Rafá y garantice el acceso sin trabas a la ayuda humanitaria en cumplimiento de su obligación de prevenir el genocidio, como reiteró la Corte Internacional de Justicia el 28 de marzo de 2024”.
“Además, las fuerzas armadas israelíes deben anular la orden que dieron a la población civil de ‘evacuar’ el este de Rafá hasta que puedan garantizar su seguridad, lo cual es sumamente improbable bajo los intensos ataques militares perpetrados por Israel sin descanso desde hace siete meses en toda la Franja de Gaza.”
Las “zonas seguras” ampliadas que proponen los folletos de las fuerzas armadas para la reubicación de civiles carecen de las condiciones básicas para garantizar una vida segura y digna. Algunas zonas de Jan Yunis adonde ordenan ir a la población civil ya han sufrido destrucción masiva por bombardeos israelíes y han quedado inhabitables. La mayor parte de la población residente a la que se ordenó —una vez más— “evacuar” la zona ya habían sufrido múltiples desplazamientos desde octubre de 2023.
“La población palestina de Gaza son seres humanos, no peones para ser movidos sobre un tablero de ajedrez al antojo de las autoridades israelíes. Una y otra vez, la noción de que las personas civiles desplazadas pueden estar a salvo en alguna parte de Gaza ha resultado ser una falacia, ya que las fuerzas armadas israelíes han atacado zonas previamente designadas como seguras”.
“Como potencia ocupante, Israel tiene la obligación de garantizar la seguridad de la población palestina en la Franja de Gaza ocupada, que debe ser protegida en virtud del derecho internacional humanitario, lo que incluye la provisión de servicios y suministros necesarios para su supervivencia. Israel no sólo ha persistido en incumplir esa obligación, sino que además ha seguido obstaculizando la provisión de estos servicios a la población civil de Gaza por los organismos humanitarios de la ONU y las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria desde 2007”, ha afirmado Erika Guevara Rosas.
“En ausencia de garantías para el retorno seguro de los residentes a sus casas —incluso a zonas al norte de Wadi Gaza— como establece el derecho internacional humanitario, las repetidas órdenes de evacuación son ilegítimas con arreglo al derecho internacional y pueden constituir traslado forzoso. Sólo un alto el fuego inmediato y sostenido por todas las partes puede poner fin al sufrimiento generalizado de la población civil y restablecer cierta confianza en el valor universal del derecho internacional.”
Información complementaria
El 13 de octubre, las fuerzas armadas israelíes emitieron la primera orden de “evacuación” masiva dirigida a la población civil de Gaza, que ordenaba a 1,1 millones de personas residentes al norte de Wadi Gaza desplazarse hacia el sur en el plazo de 24 horas. Desde entonces, casi el 90% de la población gazatí ha sufrido desplazamiento al menos en una ocasión. Una nueva ola de desplazamientos masivos en Rafá, en medio de bombardeos incesantes, no hará sino empeorar esta catástrofe humanitaria causada por el ser humano. La última orden de “evacuación” a los residentes del este de Rafá se emitió al día siguiente de un ataque con morteros reivindicado por Hamás que mató a cuatro soldados israelíes cerca del paso fronterizo de Kerem Shalom.