El gobierno de Hong Kong ha anunciado hoy en una conferencia de prensa que va a invocar una ley de la época colonial, la Normativa de Excepción, con el fin de prohibir taparse la cara en reuniones públicas. La ley concede además al gobierno de Hong Kong amplios poderes de detención y restricción de la libertad de expresión y de reunión pacífica.
Joshua Rosenzweig, jefe de la Oficina Regional para el Asia Oriental de Amnistía Internacional, ha manifestado:
“Es un intento más del gobierno de Hong Kong de disuadir de ejercer sus derechos a quienes participan en las protestas, que hasta ahora se han mantenido firmes frente al empleo innecesario y excesivo de la fuerza y las amenazas de procesamiento.
“Es el clima de miedo que las autoridades de Hong Kong han creado lo que ha hecho necesario llevar máscaras en las protestas. Esta prohibición es especialmente preocupante en el contexto de temor de quienes participan en las protestas a la detención arbitraria, la vigilancia y el uso indiscriminado de gas lacrimógeno y otros proyectiles.
Durante las protestas del 1 de octubre, la policía disparó a un hombre en el pecho, y se dispararon más de 1.400 proyectiles de gas lacrimógeno y aproximadamente 900 balas de goma. Desde entonces han seguido celebrándose protestas a diario en todo Hong Kong.
“En vez de reducir la tensión, las autoridades de Hong Kong han optado por arrogarse amplios poderes nuevos para sofocar las manifestaciones, demostrando así la magnitud de su creciente intolerancia hacia la libertad de reunión pacífica”, ha añadido Joshua Rosenzweig.
“Las autoridades de Hong Kong no deben utilizar normativas de excepción como pantalla de humo con que ocultar nuevas y fuertes restricciones de las protestas. Reiteramos nuestro llamamiento a las autoridades de Hong Kong para que respeten el derecho de las personas que participan en las protestas a expresar pacíficamente sus opiniones y se abstengan de ejercer amplios y excesivos poderes para silenciarlas.”
La nueva ley, que entra en vigor el 5 de octubre, prohibirá cubrirse total o parcialmente el rostro en las manifestaciones. Sólo estarán exentos quienes lo hagan por razones de enfermedad o religiosas. La infracción de la ley será punible con hasta un año de prisión.