Ante la aprobación por el Parlamento finlandés de la ley de emergencia sobre la llamada “instrumentalización” de la migración, Dinushika Dissanayake, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para Europa, ha declarado:
“Esta ley socava gravemente el acceso al asilo y la protección frente a la devolución en Finlandia. No sólo pone en peligro los derechos de las personas que buscan seguridad, sino que, además, conducirá a la arbitrariedad y la violencia en la frontera.”
“No sólo pone en peligro los derechos de las personas que buscan seguridad, sino que, además, conducirá a la arbitrariedad y la violencia en la frontera”
“Esta ley nunca debió haberse aprobado. Pone en tela de juicio el compromiso de Finlandia con el Estado de derecho. El derecho europeo e internacional es claro: el principio de no devolución debe respetarse siempre y deben investigarse las denuncias de violaciones graves de derechos humanos en caso de regresar, independientemente de cómo hayan llegado las personas al territorio.”
“Esta ley es incompatible con la recién aprobada normativa de la UE sobre crisis y fuerza mayor. Va más allá de todos los poderes otorgados por la legislación de la UE y esperamos que la Comisión Europea examine rigurosamente su legalidad.”
Información complementaria
La nueva ley de emergencia define la “instrumentalización” de la migración como las acciones de “Estados u otros actores” encaminadas a facilitar movimientos migratorios irregulares hacia otro país en un intento de desestabilizar éste. Esta ley es parte de una serie de medidas recientes propuestas por el gobierno finlandés que restringen los derechos de quienes buscan asilo y las personas migrantes, presentadas como respuesta al aumento del número de personas que entran en Finlandia desde Rusia en busca de asilo desde el pasado mes de septiembre.
La ley finlandesa sigue los peligrosos pasos de Letonia,Lituaniay Polonia, donde se han introducido, desde 2021, numerosas políticas y prácticas que vulneran el derecho de los derechos humanos en nombre de la lucha contra los llamados intentos de “instrumentalización”.
