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Miles de personas se concentraron en la Plaza Mayor de Burgos para protestar contra la eliminación de los convenios municipales con tres ONG de...

Miles de personas se concentraron en la Plaza Mayor de Burgos para protestar contra la eliminación de los convenios municipales con tres ONG de ayuda a migrantes. © EFE/Santi Otero

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Burgos y la defensa de los derechos humanos: una historia de éxito gracias a la protesta en España

Por el Equipo de derecho a la protesta de Amnistía Internacional España,

Cuando el Ayuntamiento de Burgos, respaldando una propuesta del partido Vox, decidió recortar las subvenciones municipales a organizaciones esenciales como Accem, Atalaya Intercultural y Burgos Acoge, miles de vidas se vieron amenazadas.

Estas ONG no solo proporcionan apoyo a las personas migrantes, sino que realizan una labor fundamental en la construcción de una sociedad acogedora y respetuosa con los derechos humanos. Frente a esta injusticia, Cáritas, en un acto de dignidad y solidaridad, rechazó la subvención que le correspondía, exigiendo que todas las organizaciones excluidas recibieran el mismo trato y reconociendo la labor que realizan.

La respuesta de la ciudadanía

La respuesta de la ciudadanía no tardó en llegar y puso de manifiesto que la solidaridad y la unidad son más fuertes que cualquier intento de división. 3.500 personas se reunieron en la Plaza Mayor, formando un frente unido bajo la pancarta “Burgos por la convivencia”, un mensaje claro y poderoso que resonó en todo el corazón de la ciudad. En ese momento se alzaron miles de voces dispuestas a defender la justicia.

El manifiesto dejaba claro que "Burgos no sufre, ni de lejos, los problemas que se aducen para justificar la medida que pretenden". En lugar de conflictos, lo que realmente ha caracterizado a esta ciudad es su clima pacífico, donde las personas conviven en armonía, sin sobresaltos, respetando la diversidad y el derecho a la diferencia. El manifiesto señalaba que “los problemas no se resuelven buscando “chivos expiatorios” a quienes culpar de todos nuestros males. Eso es lo fácil, lo que no requiere esfuerzo ni trabajo y ya se hizo en tiempos pasados, pagando un alto precio por ello. No podemos repetirlo”.

Collage con los periódicos que publicaron la noticia

Desde las entidades convocantes de la concentración se destacó que la llegada de personas migrantes, lejos de ser un desafío, ha sido una oportunidad para enriquecer la comunidad con nuevas culturas, talentos y perspectivas. La mayoría trabajan de la mano, en un esfuerzo colectivo, por construir un lugar basado en el diálogo, la apertura y la acogida. Este acto de protesta no solo fue una reivindicación, sino una celebración de la unidad, del compromiso por un futuro más inclusivo y de la fuerza de la ciudadanía cuando se alza para defender lo que es correcto.

El derecho a la protesta

Amnistía Internacional, fiel a su línea de defensa de los derechos humanos, permaneció en el lugar que le corresponde, uniéndose a la convocatoria de la sociedad civil. Carlos Sancho explicó: “Fue difícil no emocionarse ante la rápida y masiva respuesta de la ciudadanía burgalesa en apoyo a las organizaciones que trabajan con las personas migrantes a las que el equipo de gobierno del Ayuntamiento pretendía retirarles su apoyo económico. La Plaza Mayor se convirtió en un clamor para recordar que ninguna persona es ilegal, que estas organizaciones hacen un trabajo necesario e impagable, en muy buena medida voluntario, y que las personas migrantes forman parte esencial de la sociedad burgalesa, a la que enriquecen con su trabajo y diversidad cultural. Fue la respuesta de la dignidad y de la humanidad que compartimos".

Este acto de protesta no solo defendió los derechos de las personas migrantes, sino también demostró que el derecho a la protesta es una herramienta esencial para exigir justicia, lograr avances o evitar retrocesos en derechos humanos. Desde Amnistía Internacional trabajamos para que todas las personas puedan alzar su voz sin miedo a represalias. La libertad de expresión y la protesta pacífica son derechos fundamentales que deben ser protegidos, especialmente cuando se trata de situaciones como ésta, donde se pone en juego la dignidad humana y el acceso a derechos básicos.

Derecho al refugio y asilo

Este episodio también resalta la importancia de defender los derechos de las personas migrantes, así como el derecho de refugio y asilo. Las personas migrantes deben ser acogidas con dignidad, sin ser estigmatizadas ni despojadas de sus derechos fundamentales. Las ONG como Accem, Atalaya Intercultural y Burgos Acoge realizan un trabajo imprescindible en la integración y el apoyo a las personas migrantes para promover sus derechos y que puedan vivir de manera digna. Es crucial que todos los gobiernos y entidades locales reconozcan y respeten estos derechos, protegiendo a aquellas personas que buscan un futuro mejor.

La rectificación del Ayuntamiento de Burgos

Finalmente, la movilización de la sociedad burgalesa logró algo fundamental: la rectificación del Ayuntamiento de Burgos. Esta victoria demuestra que cuando la ciudadanía se une, cuando se alza con firmeza y convicción, se puede cambiar el rumbo. Miles de voces recordaron que las personas migrantes no son una carga, sino un valor, y que el verdadero progreso de una sociedad se mide por cómo trata a las personas en situación de mayor precariedad.

El éxito de esta movilización nos recuerda que el cambio está en nuestras manos. La sociedad civil somos la fuerza que puede transformar el futuro. No dejemos que el miedo o la indiferencia nos frenen porque un mundo mejor no es solo un sueño, es una realidad que construimos cada día.

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