En respuesta a los informes de que una persona ha muerto tras contraer la COVID-19 mientras estaba bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Denise Bell, investigadora sobre derechos de las personas refugiadas y migrantes de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha declarado:
“Si se confirma, esta muerte sería la consecuencia de la constante deshumanización de la gente por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. Unida a una pandemia, esta conducta inmutable da lugar a muertes trágicas que podrían haberse evitado.”
“Las familias, los vecinos de las comunidades y los activistas han estado pidiendo la liberación de todas las personas detenidas por motivos de inmigración, pero este gobierno se ha negado constantemente a escuchar y respetar la dignidad y humanidad más fundamentales de las personas. Cada día que una persona pasa recluida innecesariamente por el único motivo de su condición de migrante es un día que amenaza de forma innecesaria y cruel la salud y la seguridad pública.”