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Debe terminar la campaña contra la madre de fallecido tras huelga de hambre

Marcha de las Damas de Blanco en la Habana, Cuba, 23 de mayo de 2010. © Carlos Serpa Maceira

Londres.- Las autoridades cubanas deben actuar para poner fin al hostigamiento del que es objeto la madre de un preso de conciencia que murió después de una huelga de hambre para presionar por la liberación de otros presos, ha afirmado hoy Amnistía Internacional.

Reina Luisa Tamayo, cuyo hijo Orlando Zapata Tamayo murió en febrero de este año, dijo a Amnistía Internacional que ha sufrido reiterados actos de hostigamiento por parte de las autoridades y de partidarios del gobierno durante las marchas que lleva a cabo periódicamente en la localidad de Banes en memoria de su hijo.

“Reina Luisa Tamayo sólo está rindiendo tributo a su hijo, que murió en trágicas circunstancias, y eso debe ser respetado por las autoridades”, ha afirmado Kerrie Howard, directora adjunta del Programa Regional para América de Amnistía Internacional.

Todos los domingos, Reina Luisa Tamayo, a quien suelen acompañar familiares y amigos, va caminando desde su casa hasta la iglesia de Nuestra Señora de la Caridad, para asistir a la misa, y desde allí la comitiva se dirige hasta el cementerio donde está enterrado Orlando.

El domingo 15 de agosto, partidarios del gobierno llegaron a primera hora de la mañana a las inmediaciones de su domicilio y rodearon la casa, según relató Reina Luisa Tamayo a Amnistía Internacional, e impidieron que ella y sus familiares y amigos llevasen a cabo la marcha y asistieran a la misa en la iglesia.

En el periodo previo a la marcha, las fuerzas de seguridad cubanas también detuvieron presuntamente en sus hogares, durante periodos de hasta 48 horas, a algunas de las mujeres que iban a asistir, sin que se ofreciera explicación alguna de esta medida.  

Reina Luisa dijo a Amnistía Internacional que habían instalado cerca de su casa seis altavoces que se usaron para gritar consignas contra ella y contra las Damas de Blanco, organización de mujeres familiares de presos de conciencia que hace campaña por su liberación.

El 8 de agosto, Reina Luisa Tamayo se encontró frente a partidarios del gobierno que bloquearon su camino y, según su relato, golpearon a familiares y amigos de la familia. Reina Luisa Tamayo agregó que una patrulla de la policía se encontraba estacionada en las proximidades observando los hechos, pero no intervino.

Amnistía Internacional ha expresado también su preocupación por una serie de detenciones recientes de periodistas independientes y disidentes practicadas por la policía.

El escritor Luis Felipe Rojas Rozabal fue detenido por la policía a las 7 de la mañana del 16 de agosto, en su domicilio de la localidad de San Germán, provincia de Holguín.

La familia de Luis Felipe no conoce las razones de su detención, pero ha afirmado que sospechan que podría estar relacionada con sus críticas al gobierno. Luis Felipe ha sido detenido arbitrariamente en varias ocasiones anteriores en circunstancias semejantes.

También se ha detenido a varios miembros de la Alianza Democrática Oriental, una red de organizaciones disidentes.

“En un momento en que el gobierno cubano ha comenzado a liberar a presos de conciencia, la campaña de hostigamiento contra Reina Luisa Tamayo y la detención arbitraria de periodistas y personalidades disidentes muestran que las autoridades deben hacer todavía progresos importantes en materia de derechos humanos”, ha afirmado Kerrie Howard.

Información complementaria Orlando Zapata Tamayo fue detenido en marzo de 2003, y un año más tarde lo condenaron a tres años de prisión por “desacato”, “desorden público” y “resistencia”. Fue la primera de una sucesión de condenas por “desobediencia” y “desorden en un establecimiento penitenciario”.

Orlando fue uno entre decenas de presos de conciencia adoptados por Amnistía Internacional en Cuba en esas fechas. La mayoría formaban parte de un grupo de 75 personas detenidas en el marco de la represión masiva que las autoridades llevaron a cabo en marzo de 2003 contra activistas políticos.

A principios de diciembre de de 2009, Orlando comenzó una huelga de hambre para hacer campaña por la liberación de presos de conciencia recluidos en Cuba. Murió el 23 de febrero de 2010.

En las cárceles cubanas hay actualmente un mínimo de 30 presos de conciencia. Amnistía Internacional pide su libertad inmediata e incondicional.Para más información, véase:

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