Londres.- Con motivo de la celebración el próximo 10 de octubre del Día Mundial contra la Pena de Muerte, Amnistía Internacional ha instado hoy a Estados Unidos, único país que llevó a cabo ejecuciones en América en 2009, a dejar de utilizar esta pena cruel e inhumana. “Los países del mundo han rechazado por clara mayoría la pena de muerte –ha manifestado Widney Brown, directora adjunta de Derecho Internacional y Política de Amnistía Internacional– ¿Cómo puede Estados Unidos reclamar el liderazgo en materia de derechos humanos cuanto todavía comete homicidios judiciales?”
“La pena de muerte es cruel, degradante, ineficaz y totalmente incompatible con todo concepto de dignidad humana. Su uso en Estados Unidos se caracteriza por la arbitrariedad, la discriminación y los errores.” Más de 1.200 hombres y mujeres han muerto ejecutados en Estados Unidos desde que se reanudaron las ejecuciones en el país en 1977 tras un decenio sin llevar a cabo ninguna. Tres jurisdicciones –Texas, Virginia y Oklahoma– son responsables de más de la mitad de las ejecuciones del país, es decir, que existe una polarización geográfica en gran escala. Desde 1976 han sido puestos en libertad en todo Estados Unidos más de 130 condenados a muerte por haberse determinado su inocencia, nueve de ellos sólo en 2009. Otros han sido ejecutados pese a existir serias dudas sobre su culpabilidad.
Los estudios realizados muestran que la raza determina a quién se aplica la pena capital en Estados Unidos, pues la probabilidad de que se dicte sentencia de muerte por asesinato es mayor cuando la víctima es de raza blanca que cuando es de raza negra.
“La raza, la geografía, la política electoral, la economía local, la composición del jurado, la calidad de la asistencia letrada, todos estos factores son problemáticos en las causas por delitos penados con la muerte en Estados Unidos –ha señalado Widney Brown-. Ser juzgado por un delito por el que puede imponerse la pena capital es como jugar a una lotería mortal, que no debe tener cabida en ningún sistema de justicia.”
No hay pruebas de que la pena de muerte sea más eficaz que el encarcelamiento para disuadir de cometer delitos violentos. “Es inexcusable que se siga ejecutando, sobre todo cuando se sabe que se ha condenado a muerte a personas inocentes. Estados Unidos tiene que sumarse a la mayoría abolicionista del mundo”, ha afirmado Widney Brown. Aunque sólo desde 1993 se han llevado a cabo más de un millar de ejecuciones en Estados Unidos, hay signos de que el apoyo público y político a la pena capital se está debilitando. En los dos últimos años han abolido la pena de muerte Nuevo México y Nueva Jersey, y el número anual de condenas de muerte se ha reducido en dos tercios desde que alcanzó su punto álgido en la década de 1990. En el último decenio, la Corte Suprema de Estados Unidos ha abolido la pena de muerte para los condenados menores de 18 años en el momento del delito o con “retraso mental”.
“La abolición de la pena capital en Estados Unidos va a ser un momento muy importante en el avance hacia su erradicación mundial, y tiene que llegar ya.” Por el fin de la pena de muerte en Texas En Texas, se han ejecutado a más de 460 personas desde que la pena de muerte se reimplantó en Estados Unidos. Por esa razón, ha sido el Estado elegido por la sección española de Amnistía Internacional para centrar su nueva ciberacción con el objetivo de que la elimine de su legislación. Cualquier ciudadano que lo deseee puede sumarse a esta acción en www.actuaconamnistia.orgNuevo Informe sobre la pena de muerte en el mundo Amnistía Internacional ha presentado hoy el Informe “La pena de muerte en el mundo: entre la arbitrariedad, la crueldad y el uso político” para mostrar la realidad de este castigo. En la actualidad, hay 139 países países abolicionistas en la ley o en la práctica en todo el mundo. Sólo una minoría de los países retencionistas (58) sigue ejecutando. En 2009 se supo de ejecuciones en 18 países, según datos de Amnistía Internacional, aunque la cifra de países en los que se impusieron sentencias a muerte asciende a 56. En el continente europeo sólo Bielorrusia continua ejecutando (lo ha vuelto a hacer en 2010), y en el americano sólo Estados Unidos ejecutó en 2009. Muy pocos países ejecutan en el África subsahariana (en 2009 sólo lo hicieron Botsuana y Sudán). En China, el país del mundo donde se llevan a cabo más ejecuciones, aunque no es posible conocer la cifra real, se ha anunciado una reforma que suprimiría 13 de los 68 delitos punibles con la muerte. Sin embargo Amnistía Internacional teme que la reforma, de llevarse a cabo, apenas afecte al número de ejecuciones, ya que parece que se limita a suprimir delitos por los que rara vez se ha pedido la pena capital en los últimos años. Pese a ello, más de 17 mil personas seguían condenadas a muerte a finales de 2009. Amnistía Internacional tuvo noticia de al menos 714 ejecuciones durante el año 2009, produciéndose la inmensa mayoría en Irán, Irak, Arabia Saudí y Estados Unidos. Sin embargo, este total no incluye las miles de ejecuciones que presumiblemente se consumaron en China. Hoy en Irán se sigue ejecutando a menores y se sigue condenando a mujeres y hombres a morir lapidados. Un ciudadano español, Pablo Ibar, sigue en un corredor de la muerte de Estados Unidos, a la espera de que el tribunal supremo de Florida acepte la repetición del juicio en el que fue condenado. Información adicional Miles de activistas de Amnistía Internacional saldrán a la calle en distintas ciudades del mundo y algunas españolas como Madrid, Palma de Mallorca, Pamplona o Tenerife, así como organizarán actos en varias universidades de Vigo, Valencia o Madrid para protestar contra la pena capital. Estos actos comienzan el 10 de octubre y culminan el 30 de noviembre con la iluminación de edificios en más de un millar de ciudades de todo el mundo para conmemorar la primera vez que se abolió la pena de muerte: en 1786 en Toscana.