Londres.- En vísperas del Día Mundial contra la Pena de Muerte, Amnistía Internacional recibe con agrado el compromiso público por parte del presidente guatemalteco Álvaro Colom de vetar la propuesta de ley que llevaría a la reinstauración de la pena de muerte.
El Congreso guatemalteco votó el 5 de de octubre de 2010 para aprobar una ley que permitiría el uso de la pena de muerte. Sin embargo, el presidente Colom ha dicho que vetaría esta ley porque no cree que el presidente deba decidir sobre la vida de otras personas.
“Ésta es una muy buena noticia. La pena de muerte es la negación más extrema de los derechos humanos, es el homicidio premeditado y a sangre fría de un ser humano por parte del Estado,” dijo Sebastián Elgueta, investigador sobre Centroamérica de Amnistía Internacional.
“El presidente Colom ahora debe hacer su compromiso realidad, tal como hizo en 2008 tras una propuesta similar del Congreso. Si Guatemala reinstaurara la pena de muerte, iría en contra de la tendencia mundial y regional hacia la abolición de esta pena.”
Más de dos tercios de los países del mundo han abolido la pena de muerte en la ley o en la práctica.
“Incluso Estados Unidos, que es el único país de la región que continúa realizando decenas de ejecuciones, envía señales de que se está volviendo en contra de este trato inhumano y degradante,” dijo Sebastián Elgueta.
Amnistía Internacional insta al Congreso guatemalteco a desistir de presentar este tipo de iniciativas y en su lugar proponer leyes para la abolición de la pena de muerte, así como leyes que aborden los verdaderos problemas que causan la delincuencia. Lejos de lograr que una sociedad sea más segura, la pena de muerte ha mostrado tener un efecto brutalizante. Los homicidios autorizados por el Estado únicamente sirven para aprobar el uso de la fuerza y perpetuar el ciclo de violencia.
“El Congreso debe debatir y aprobar leyes que preparen de manera efectiva a los sistemas policial y judicial para erradicar la impunidad, así como leyes que aborden la desigualdad y la discriminación,” dijo Sebastián Elgueta.