Londres / Madrid.- Amnistía Internacional ha dado a conocer hoy pruebas del sistemático y excesivo uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad de Bahréin al reprimir las manifestaciones, hecho que ha ocasionado la muerte de al menos ocho personas.
El nuevo informe, titulado Sangrando pero incólumes: violencia estatal injustificada contra manifestantes bahreiníes, documenta cómo las fuerzas de seguridad utilizaron munición real y fuerza extrema contra los manifestantes sin previo aviso y pusieron obstáculos y agredieron a personal médico que intentaba ayudar a los heridos.
El informe, que está basado en testimonios de primera mano recogidos por un equipo de investigación de Amnistía Internacional en Bahréin, llega en unos momentos en que el país se encuentra paralizado por la violencia, después de que las fuerzas de seguridad de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos entraran en este pequeño Estado del Golfo hace tres días, y de que el rey de Bahréin declarara el estado de emergencia.
"Es alarmante ver ahora a las autoridades de Bahréin recurrir de nuevo a las mismas tácticas que utilizaron contra los manifestantes en febrero, pero a una escala aún mayor", dijo Malcolm Smart, director de Amnistía Internacional para Oriente Medio y África del Norte.
"Parece que el Gobierno ha decidido que la manera de hacer frente a las protestas es a través de la represión violenta, una posición totalmente insostenible y un ejemplo inquietante en una región donde otros Gobiernos se enfrentan también a manifestaciones populares que piden un cambio."
"Las autoridades deben ejercer el debido control sobre las fuerzas de seguridad y respetar y proteger el derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión, incluido el derecho de manifestación pacífica", ha señalado Malcolm Smart.
El Dr. Hani Mowafi, médico estadounidense que formaba parte del equipo de Amnistía Internacional, observó un patrón de heridas graves y mortales fruto de la violencia en febrero, que revelaba cómo las fuerzas de seguridad habían utilizado munición real a corta distancia, disparado balas de mediano y gran calibre con fusiles muy potentes y apuntado, aparentemente a la cabeza, el pecho el abdomen de los manifestantes. También dispararon balas de calibre mediano a grande con rifles de alta potencia el día 18 de febrero.
El episodio más violento se produjo el 17 de febrero de madrugada, cuando murieron cinco personas. Algunos testigos contaron a Amnistía Internacional que los tanques habían bloqueado el acceso a la glorieta de la Perla mientras la policía utilizaba munición real y escopetas, además de gas lacrimógeno, porras y balas de goma, para dispersar a los manifestantes, muchos de los cuales estaban acampados allí.
Un testigo contó que la policía antidisturbios disparaba desde distintos ángulos, incluido un puente que se eleva sobre la glorieta, mientras al gente corría desesperada para ponerse a cubierto.
Entre los heridos había trabajadores médicos claramente identificables como tales, que fueron atacados por la policía mientas atendían a los heridos en la glorieta o cera de ella.
El 3 de marzo, el ministro de Desarrollo Social de Bahréin, de visita en Londres, dijo a Amnistía Internacional que su gobierno había abierto una investigación sobre los homicidios de la que se informaría directamente al rey y que dos miembros de las fuerzas de seguridad habían sido puestos bajo custodia. Amnistía Internacional pide una investigación independiente que sea transparente y rigurosa.
"Todas las acciones de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes desde febrero deben ser plena e independientemente investigadas. Los responsables de ordenar y desatar la fuerza letal contra manifestantes pacíficos deben ser identificados y obligados a rendir cuentas."
"No debe haber impunidad ante los homicidios indiscriminados, agresiones y otros abusos contra los manifestantes y el personal médico."
Amnistía Internacional ha identificado algunos de los proyectiles encontrados tras el asalto del 17 de febrero a la plaza de la Perla.
Entre ellos hay botes de gas lacrimógeno de fabricación estadounidense, balas goma de 37 mm de fabricación estadounidense, granadas de gas lacrimógeno de fabricación francesa y granadas de "dispersión” de goma de fabricación francesa, que se parten en 18 trozos y producen un fuerte efecto sonoro.
Amnistía Internacional ha pedido a los gobiernos que suministran armas a Bahréin que suspendan de inmediato la transferencia de armas, munición y material conexo que puedan utilizarse para cometer nuevas violaciones de derechos humanos y revisen con urgencia todas las operaciones de suministro de armas y adiestramiento al ejército, las fuerzas de seguridad y la policía de Bahréin.
Tras el uso por parte de las fuerzas de seguridad bahreiníes de fuerza injustificada contra manifestantes, el gobierno británico ha anulado algunas licencias de exportación de armas a Bahréin, y las autoridades francesas han suspendido la exportación de equipo de seguridad al país.
Exportaciones españolas de armas
Según datos oficiales del Ministerio de Industria, España ha exportado armas a Bahréin por valor de 18.971.067 € entre los años 2006 y 2008 en la categoría 4 (Bombas, torpedos, cohetes, y misiles). En 2009 y primer semestre de 2010 no hubo exportaciones. Todavía no se han hecho públicos los datos del segundo semestre de 2010.
Ante la situación que vive Bahréin, en la que se han documentado el uso excesivo de la fuerza y gravísimos abusos a manos a las fuerzas de seguridad, Amnistía Internacional insta al Gobierno español a suspender de forma inmediata toda transferencia de armamento a este país, incluyendo municiones y explosivos, y otros materiales utilizados por la policía antidisturbios y las fuerzas de seguridad en Bahrain.
La organización también solicita llevar a cabo una revisión urgente e integral de todas las transferencias de armas y formación a las fuerzas militares, policiales y de seguridad de Bahrein, con el objetivo de asegurar que no se autoriza ninguna transferencia si existe un riesgo sustancial de que pueda ser utilizada para la comisión de graves violaciones a los derechos humanos.
Información complementaria
Amnistía Internacional realizó una visita de investigación a Bahréin del 20 al 26 de febrero. La delegación estaba formada por dos investigadores de la organización y un médico estadounidenses especializado en atención de urgencia y salud pública. La delegación entrevistó a testigos de los violentos sucesos de mediados de febrero, a víctimas y familiares de víctimas, y a personal hospitalario y del depósito de cadáveres. También se reunió con funcionarios del Estado y con activistas de los derechos humanos.