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Un refugiado, que huye de los bombardeos en Ucrania, es visto tras cruzar la frontera con Polonia.© Beata Zawrzel/NurPhoto vía Getty Images

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Carlos Castresana: “En Ucrania se están cometiendo crímenes de guerra, contra la humanidad y de agresión”

Por Vega Alonso del Val (@VegaAlonsoV), colaboradora de Amnistía Internacional,

Hasta la guerra tiene normas. Están recogidas en el Derecho Internacional Humanitario, que protege a la población civil.

Analizamos las violaciones de este derecho, los crímenes que se están cometiendo en Ucrania y la exigencia de responsabilidades penales con el jurista Carlos Castresana, ex candidato a fiscal jefe de la Corte Penal Internacional. Es autor de las denuncias de jurisdicción universal que iniciaron las causas contra los generales Videla y Pinochet en la Audiencia Nacional. Además, fue nombrado Comisionado contra la Impunidad en Guatemala por la ONU. Gran conocedor del mundo judicial, ha pasado por diferentes puestos de la Fiscalía (Tribunal Supremo, Anticorrupción, etc.). Actualmente es fiscal en el Tribunal de Cuentas. 

Javier Castresana

Carlos Castresana, fiscal en el Tribunal de Cuentas. © Private

¿La invasión de Rusia a Ucrania viola el Derecho Internacional Humanitario?

Viola el derecho internacional porque está prohibido hacer uso de la fuerza, y la ocupación militar de un territorio soberano por otro Estado supone un acto de agresión. La agresión está tipificada en el Estatuto de Roma como uno de los crímenes internacionales.Los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales son clave en el derecho internacional humanitario. Son el conjunto de normas jurídicas que establecen “las reglas del juego” en los conflictos armados. Protegen a las personas que no intervienen en las hostilidades o que han dejado de intervenir en ellas. La norma más importante es el principio de distinción, que establece que una cosa son los combatientes y objetivos militares, y otra, la población civil y los bienes de carácter civil. Solo se pueden atacar los objetivos legítimos. Suelo poner el ejemplo de un partido de fútbol donde hay 11 jugadores contra otros 11. Esos son los combatientes y son los únicos autorizados a matar y los únicos que pueden ser objeto de ataques por parte del enemigo. El resto de personas (civiles, prisioneros, personal médico, periodistas, etc.) no pueden serlo. Son personas protegidas. Pueden producirse daños colaterales, por ejemplo, si habiendo tomado como objetivo algo legítimo como un cuartel se destruyen viviendas vecinas. Pero se denominan "colaterales" porque se produjeron al perseguir un objeto militar que era legítimo.

Una mujer sentada en una tienda de campaña junto a muchas otras personas en la estación de metro de Dorohozhychi, convertida en refugio antibombas, 2 de marzo de 2022, Kiev. © Chris McGrath/Getty Images

¿Se está respetando este principio de distinción en territorio ucraniano?

En una guerra prácticamente retransmitida en directo gracias a los móviles, no hay duda de que se están atacando deliberadamente objetivos prohibidos: centrales nucleares, edificios civiles, hospitales, teatros, lugares donde hay personas refugiadas, etc. Por tanto, se puede decir que se están cometiendo crímenes de guerra. Es decir, ataques indiscriminados e innecesarios contra objetivos prohibidos y contra civiles. Los Convenios de Ginebra dicen que no se puede torturar, que no se puede asesinar a personas que no están en disposición de defenderse, que no se pueden atacar bienes de carácter civil... pero, desgraciadamente, parece que se está haciendo. Ahora hay que ver cuántos crímenes se están cometiendo, de qué gravedad y quiénes son los responsables.

¿Qué crímenes de guerra se están cometiendo en terreno ucraniano?

Cuando hablamos de combates en las calles de Mariúpol, de la destrucción sistemática de una ciudad en la que todavía hay centenares de miles de habitantes que no son beligerantes, eso es un crimen de guerra. O cuando hablamos de bombardeos de viviendas, escuelas, hospitales y teatros, causando, deliberadamente y de manera innecesaria, víctimas civiles. El bombardeo de cualquier instalación que no sea militar o utilizada por fuerzas armadas está prohibido. Por tanto, se están produciendo violaciones graves y reiteradas. No se trata de un misil accidental que cae en el lugar equivocado.

¿Qué supone el ataque a sedes de telecomunicaciones con la muerte de periodistas?

Es lo mismo que el resto de objetivos prohibidos. La muerte de un periodista en un fuego cruzado entre las fuerzas que combaten se puede considerar accidental. La muerte de un periodista en el edificio de una radio, de una televisión, que ha sido tomado con el objetivo de acallar la voz de la parte contraria, es un objetivo prohibido y, por tanto, un crimen de guerra. 

Un hombre sostiene a un recién nacido en el refugio antiaéreo de un hospital de Kiev, el 2 de marzo de 2022. © Chris McGrath/Getty Images

¿Qué otros tipos de crímenes se están cometiendo en Ucrania?

Lo más parecido a los crímenes contra la humanidad es la deportación de la población civil hacia territorios de Siberia, en Rusia. No son personas refugiadas, sino personas transportadas contra su voluntad a otro territorio. Aquí estaríamos hablando de una de las modalidades más generalizadas de crímenes contra la humanidad. Son las mismas deportaciones que vimos hacer en la Segunda Guerra Mundial de la población judía a campos de concentración.

Con los crímenes contra la humanidad hablamos de un plan enfocado a atacar de una manera generalizada o sistemática a la población. Es decir, el objetivo del ataque es la población civil. Quien participe en este ataque contra civiles, a sabiendas de que obedece a un plan o política, está cometiendo un crimen contra la humanidad.

Por lo que vamos sabiendo hasta ahora no está presente el genocidio. No se está exterminando a la población ucraniana solo porque ser ucraniana y no rusa. Tampoco parece que el gobierno de Ucrania esté exterminando a la población rusa, como señalaba la Federación Rusa. El genocidio lo dejaríamos de lado, pero tenemos el crimen de guerra, contra la humanidad y el crimen de agresión. 

Los residentes de Irpin huyen de los intensos combates a través de un puente destruido cuando las fuerzas rusas entraron en la ciudad el 7 de marzo de 2022 en Irpin, Ucrania. © Chris McGrath/Getty Images

¿Qué es el crimen de agresión y cómo se está cometiendo en este conflicto?

Es hacer uso de la fuerza armada contra otro país soberano sin que sea en legítima defensa.

La Carta de las Naciones Unidas permite a los Estados hacer uso de la fuerza en dos situaciones: cuando lo autoriza el Consejo de Seguridad (en este caso ni se ha solicitado ni se ha autorizado) y en legítima defensa. A esta última se ha homologado lo que se conoce como la legítima defensa anticipada. Es decir, si yo voy a ser atacado, no necesito esperar a que me ataquen. Este es el argumento que está usando Rusia para explicar por qué ha invadido Ucrania. Está diciendo que quería evitar un genocidio. Acusa a Ucrania de tener armas biológicas que podía haber usado para atacar a Rusia con propósitos genocidas. Sin embargo, no hay ninguna evidencia de ello. Por tanto, no hay justificación para el ataque que ha hecho Rusia sobre el territorio ucraniano.

Hay que señalar, además, que, desde que Vladimir Putin es presidente de Rusia, la Federación Rusa ha hecho un uso reiterado de la fuerza siempre de manera ilegítima. Lo hizo en Chechenia. Además propició la insurrección de las regiones rusas de Georgia, sostuvo el régimen de Bashar al-Assad en Siria, ocupó Crimea y se la anexionó (lo cual es un acto de agresión) y favoreció la insurrección en Donetsk y Lugansk con milicias prorrusas. Lo último ha sido la invasión de Ucrania. Se trata de un uso constante de la fuerza de manera arbitraria y nunca justificada, lo que hace que estemos, a mi modo de ver, ante un crimen de agresión.

Imagen de un piso dañado tras un ataque aéreo ruso sobre Kharkiv, Ucrania, el 24 de febrero de 2022. © Wolfgang Schwan/Anadolu Agency vía Getty Images

¿Qué puede hacer la Corte Penal Internacional (CPI) en este conflicto?

Los crímenes internacionales son competencia de la CPI, pero ni Rusia ni Ucrania han ratificado el Estatuto de Roma, instrumento constitutivo de la Corte. Los países que han ratificado el Estatuto están sometidos a la jurisdicción de la Corte. Por decisión del Consejo General de Seguridad también se puede llevar a alguien ante la Corte. Ya ocurrió con Sudán y con Libia. Sin ser parte puedes presentar una declaración por la que pides a la Corte que asuma la jurisdicción penal durante un tiempo en relación con una situación determinada. Esto lo hizo Ucrania en 2014 cuando refirió las matanzas del Maidán, reconociendo que sus tribunales no estaban preparados para dar una respuesta adecuada. Con la invasión y ocupación de Crimea hubo una segunda denuncia de Ucrania ante la CPI, en la se que pidió que se investigasen todos los crímenes internacionales que se cometiesen en su territorio. Esa declaración sigue estando vigente a día de hoy, con lo cual toda la violencia que se haya cometido tras el 24 de febrero y que sea constitutiva de crimen internacional es competencia de la Corte.

¿Cómo se están llevando a cabo las investigaciones de la CPI?

No habiendo una denuncia de un Estado parte, el fiscal puede abrir un examen preliminar, pero si quiere abrir una investigación, necesita que la Sala de Cuestiones Preliminares se lo autorice. Lo que ha hecho el fiscal es invitar a los Estados a que presenten denuncias para poder empezar la investigación sin tener que esperar a esa autorización. La respuesta ha sido que, hasta ahora, 41 Estados, entre ellos España, han formalizado la denuncia ante la fiscalía, que ya ha abierto una investigación.

Esta investigación se puede dirigir contra cualquier persona, incluyendo Vladimir Putin, alto cargo militar o cualquiera que sea encontrado responsable de los crímenes, y puede dar lugar a una orden de captura y al procedimiento correspondiente por crímenes contra la humanidad o de guerra. La Corte está ya en el territorio de Ucrania para hacer acopio de documentos, inspecciones oculares, imágenes, testimonios, etc. Con toda esa información, se investigarán los delitos para poner nombre a los crímenes y procesar en un juicio a las personas responsables.

Un tema fundamental es que la Corte investiga a ambas partes. Por el hecho de que haya denunciado Ucrania, no significa que solo investigue los crímenes que cometan los rusos. Si las fuerzas ucranianas cometen crímenes serán igualmente juzgadas por ello.

Esta vista general muestra los daños en los pisos superiores de un edificio de Kiev tras un ataque ruso perpetrado el 26 de febrero de 2022.© Daniel Leal/AFP vía Getty Images

¿Se podría condenar a Rusia o a Putin por crímenes de guerra?

La dificultad no es la inmunidad (porque ni siquiera Putin tiene inmunidad frente a la CPI) sino la entrega. Siendo procesados el ministro de defensa o de exteriores o el propio presidente, es impensable que Rusia los vaya a entregar y no existe la posibilidad de hacer juicios en rebeldía o ausencia. De manera que nos podemos encontrar con Putin y otros altos cargos militares procesados y con una orden internacional de captura en una situación parecida a la que lleva desde hace más de una década Omar al Bashir en Sudán, que está procesado pero no puede ser juzgado porque Sudán no lo entrega.

Rusia, posiblemente, no entregará a nadie, por lo que la competencia material de la CPI llegará hasta ahí. Lo que sí podría ocurrir es que algún alto responsable militar ruso sea capturado en territorio ucraniano y sea enviado a La Haya para ser juzgado por crímenes de guerra o contra la humanidad.

Lo que no tiene la Corte es competencia para perseguir el crimen de agresión porque no es aplicable a Estados que no forman parte. El jurista Philippe Sands, parte de la acusación en el caso Pinochet, ha señalado que hace falta un tribunal internacional como el de Núremberg, una proposición que apoyo. Es decir, propongo la constitución de un tribunal ad hoc para que la agresión cometida no quede sin castigo. Hay distintas propuestas de cómo podría crearse: por una agrupación de Estados, como el de Núremberg, por una decisión de la Unión Europea, del Consejo de Europa o por una decisión de las propias autoridades ucranianas de constituir un tribunal internacional como ya vimos en Sierra Leona o Camboya. Existen cauces y precedentes, ahora vamos a ver si existe la voluntad política. Lo que no se debe permitir es que una agresión de esta gravedad quede impune porque la impunidad es una invitación a repetir los crímenes.

¿Veremos un juicio sobre los crímenes cometidos en este conflicto?

La posibilidad más realista es que haya capturas en territorio ucraniano de militares de alto rango que sean responsables de crímenes. Ver a Putin sentado en La Haya es una posibilidad más hipotética.

La Corte tendría que poder hacer juicios en ausencia. Esta sería una de las reformas urgentes del Estatuto de Roma. Pero forzar la colaboración de países como Rusia es materialmente imposible. Lo mismo pasa con EEUU o China. Están fuera de la CPI, que son 123 socios, y la Corte está para esos socios o para conductas que, otros de fuera, puedan cometer en el territorio de esos socios. Hasta ahora no es una Corte universal.

Sin embargo, tenemos la jurisdicción universal, que sería bueno que España rehabilitase. Fue derogada en 2014 y eso nos deja fuera de juego, a diferencia de lo que están haciendo Francia o Alemania en relación a los crímenes de Siria, por ejemplo. Los criminales sirios que son capturados en Europa son llevados a juicio, pero nosotros no podríamos capturarlos porque no tenemos jurisdicción.

Vista de un edificio dañado tras un bombardeo en la segunda ciudad más grande de Ucrania, Kharkiv, el 3 de marzo de 2022. © Sergey Bobok/AFP vía Getty Images

¿Cuál es el papel en este conflicto de la Corte Internacional de Justicia?

Hay que diferenciar entre la Corte Internacional de Justicia de la Corte Penal Internacional. La Corte Internacional de Justicia está estos días con una demanda muy interesante que ha puesto Ucrania contra la Federación Rusa para desmontar el argumento de la guerra preventiva. Han pedido a la Corte una declaración interpretativa de la Convención del Genocidio. Es de esperar que la Corte declare que no había argumentos para usar la fuerza, ni siquiera el argumento de la legítima defensa (que es lo que esgrime Rusia). También Ucrania ha puesto varias demandas ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra la Federación Rusa por la violación de los derechos de la ciudadanía ucraniana. Tanto el Tribunal Europeo como la Corte Internacional de Justicia han adoptado medidas cautelares pidiendo a Rusia que cese inmediatamente en el uso de la fuerza.

¿El fin del conflicto está lejos?

Quiero pensar que no. Toda la problemática que estamos viendo sobre la exigencia de responsabilidades penales es importantísima, pero la prioridad absoluta sería un alto al fuego y proteger a la población civil. Lo demás, podremos verlo después. Los juristas estamos haciendo y seguiremos haciendo nuestro trabajo.

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