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La historia de Mansour: "El primer juicio por tortura en Siria es un momento verdaderamente histórico"

Por Mansour Omari, defensor de derechos humanos sirio,

En el noveno aniversario de la guerra en Siria, recogemos el testimonio impactante del defensor de derechos humanos sirio, Mansour Omari, superviviente a las cárceles y tortura del régimen de Bashar al-Assad.

Cansado de ser una víctima

Cansado de ser una víctima durante tantos años, con el permanente sentido de derrota de una víctima, estaba sentado frente a la ventana mirando a la calle llena de niños yendo al colegio.

Trataba de animarme a mí mismo. Escuchaba "Sailing away" de Chris de Burgh mientras movía mi pierna izquierda hacia delante y hacia atrás para aliviar el dolor en las articulaciones del talón y la rodilla. Resultaron dañadas hace ocho año cuando mi carcelero me empujó con los ojos vendados por las escaleras de la prisión.

Desde mi liberación en 2013 he estado haciendo lo que otros en mi misma situación hacen a menudo, "sensibilizar". Es decir, he estado contando mi historia. Y la historia de mis compañeros detenidos. Contándosela a periodistas, políticos, académicos, a organizaciones de derechos humanos.

Cada vez que creo que ya lo he dicho todo, un periodista me pregunta algo sobre lo que no había pensado antes y vuelvo a ser arrojado a la oscuridad de la tercera planta en el subsuelo de una cárcel de Damasco. De vuelta a la oscuridad y a la tortura. Entonces, cuando la entrevista se acaba me consuelo a mí mismo diciéndome que al menos estoy manteniendo la promesa que le hice a mis compañeros presos.

¿Pero cuánto durará esto? Mi capacidad de seguir adelante se está desvaneciendo. La verdad es que ya no quiero ser una víctima. Mi cuerpo y mi alma están al borde del colapso. Quiero dejar de viajar de país en país rogando a la comunidad internacional que actúe.

Pero por otro lado no puedo parar. Es un tormento. Tengo un gran sentimiento de pérdida desde hace años. Perdí mi casa, mi país y a mis amigos. Perdí ante mi carcelero, que dejó sus marcas en mi cuerpo para siempre. Perdí por la inacción del mundo. No pude salvar a un solo detenido de la muerte bajo tortura. ¿Debería seguir engañándome a mí mismo pensando que puedo soportar seguir perdiendo? ¿Debería seguir mintiendo cada vez que alguien me dice "hola, qué tal estás"?

¿Cuándo terminará? ¿Cuándo acabará este dolor sin fin?

Y entonces llegó una respuesta.

Tortura Siria

Formas de tortura empleadas en las cárceles sirias. © Amnesty International / Mohamad Hamdoun

Las tornas están cambiando

El año pasado, Alemania emitió una orden de arresto contra el General Jamil Hassan, responsable de la notoria Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea.

Era el General Hassan quien supervisaba mi tortura subterránea, y la tortura y asesinato de miles de personas. Hassan ordenó mi detención porque trabajaba para una organización de derechos humanos, el Centro Sirio para Medios y Libertad de Expresión, documentando abusos contra personas detenidas.

Ahora las tornas han cambiado. A él se le busca por crímenes contra la humanidad. He esperado tanto tiempo este momento.

Uno de mis primeras publicaciones en Facebook tras ser liberado gracias a la presión de la comunidad internacional y de la campaña incansable de Amnistía Internacional, fue una foto de una taza de café con este simple mensaje: "Estamos volviendo para querer, con una taza de café lo quieras tú –Jami Hassan y tu Inteligencia de la Fuerza Aérea- o no". Leyéndolo ahora, después de estos años, puedo ver que era una feroz reafirmación de mi humanidad después de esos meses de sufrimiento subterráneo.

El otro acontecimiento que reavivó la esperanza en mi alma atormentada fue la noticia del juicio en Alemania de "Anwar R", un ex oficial de alto rango de la Dirección General de Inteligencia siria. Anwar R. es sospechoso de complicidad en la tortura de al menos 4.000 personas entre 2011 y 2012. Esta tortura provocó la muerte de 58 personas e incluyó casos de violencia sexual. El juicio comenzará en Coblenza el 23 de abril y yo estaré allí para informar sobre los procedimientos.

Es un momento trascendental. Los supervivientes sirios finalmente estarán frente a uno de sus torturadores. Un momento realmente histórico. Será la primera vez que esto pasa no sólo desde el levantamiento contra Bashar al-Assad en 2011, sino la primera vez desde que los Assad llegaron al poder hace 50 años, convirtiendo a Siria en un feudo familiar gobernado por una máquina de torturar y matar.

Pasos hacia la justicia

Tanto yo como otros compañeros supervivientes sirios hemos trabajado duro para llegar hasta este momento. Hemos estado documentando las atrocidades en masa que se cometieron en Siria desde hace años (probablemente ya sea el crimen masivo más documentado de la historia).

Después de años de incidencia y de respaldo por parte de organizaciones como Amnistía Internacional, junto con el trabajo crucial e innovador por parte de grupos de derechos humanos de Siria y de organizaciones como el Centro Europeo para Derechos Constitucionales y Humanos, ahora hemos dado un importante paso hacia la justicia.

Es cierto, no pude salvar a mis compañeros detenidos y me llevaré este amargo pesar a la tumba. Pero todavía puedo hacer algo útil. Puedo trabajar para prevenir que esto vuelva a suceder. Y puedo trabajar para intentar evitar a las futuras generaciones sirias el sufrimiento por el que yo pasé.

Mansour Omari es defensor de derechos humanos sirio. Actualmente vive en Londres.

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