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Congreso Anual de la FIFA: la reparación de los abusos cometidos en Qatar sigue pendiente

Por Carlos de las Heras (@carlisevic), responsable de deporte y derechos humanos en Amnistía Internacional,

Tres meses después de que Messi levantara el trofeo como campeón en Qatar 2022... ¿quién se acuerda de los miles de trabajadores migrantes que fallecieron en la construcción de los estadios y sus familias que quedaron desamparadas? La FIFA deben compensarlas. Noruega encabeza la petición de rendición de cuentas.

El jueves 16 de marzo se celebra el 73° Congreso General de FIFA. En su afán por abrir el mundo del fútbol a otros continentes, en esta ocasión Gianni Infantino ha llevado la organización de este encuentro a Kigali, Ruanda. Hace tres meses, el presidente de este país, Paul Kagame, además de otros, acompañaban a Infantino, presidente de FIFA, en el palco del estadio Al Al Bayt durante la ceremonia de inauguración, junto al Emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, o el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammad bin Salman, entre otros.

Lise Klaveness, presidenta de la Federación de Fútbol de Noruega, dando una charla

Lise Klaveness, Campus DFB, Fráncfort del Meno, 19 de septiembre de 2022. © picture alliance/dpa/Julius Nieweler/DFB via Revierfoto

Entre los temas que se discutirán en Kigali destaca la posibilidad de que se amplíe el número de equipos participantes en el Mundial, de 32 a 48, o la elección de la persona que ocupará la presidencia de esta institución para el mandato 2023–2027. Quien seguramente no ocupe ese cargo será Lise Klaveness, presidenta de la Federación de Fútbol de Noruega, quien ha criticado duramente la situación de los derechos humanos en Qatar y la organización de la pasada Copa del Mundo en este país. En este Congreso, la Federación que preside Lise Klaveness ha propuesto incluir un punto en el orden del día para que FIFA informe sobre sus responsabilidades a la hora de proporcionar mecanismos de reparación ante los abusos contra los derechos humanos.


La propuesta de Klaveness es un mensaje directo para que no se olvide lo sucedido en Qatar, donde miles de trabajadores migrantes fallecieron para hacer posible la Copa del Mundo que encumbró a Argentina como campeona en una de las finales más emocionantes de la historia. Pocas horas antes de que Messi y Mbappé se enfrentaran en la final, Gianni Infantino anunció que la FIFA ingresaría 7.500 millones de dólares estadounidenses en ciclo de la Copa Mundial 2022, más de 1.000 millones más de lo previsto. También pronosticó que la FIFA ganará más de 11.000 millones de dólares en los próximos cuatro años. Lo que no anunció Gianni Infantino fue ninguna respuesta al gran número de trabajadores y trabajadoras y sus familias, a las que se sigue negando una indemnización por los salarios robados y las vidas perdidas. Ni una palabra dedicada a las miles de personas que construyeron las carreteras, los hoteles o los estadios que asombraron al mundo el pasado mes de diciembre.

El emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en el interior del estadio antes de la celebración del partido que enfrentó a Qatar con Ecuador en el mundial de fútbol

El emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en el interior del estadio antes de la celebración del partido que enfrentó a Qatar con Ecuador en el mundial de fútbol. © REUTERS/Kai Pfaffenbach

Mecanismos de reparación de la FIFA: el Fondo de Legado

Hasta ahora, la FIFA ha intentado eludir sus responsabilidades en materia de derechos humanos, confiando en los mecanismos de reparación del propio Qatar. Unos mecanismos que actualmente no ofrecen la reparación necesaria, especialmente a los trabajadores que ya se han ido del país o a las familias que han perdido a sus seres queridos y cuyas muertes se han atribuido indebidamente a “causas naturales” porque no se llevaron a cabo investigaciones.

En diciembre, una coalición de organizaciones internacionales de derechos humanos criticó a la FIFA por “engañar al mundo” sobre la indemnización de los trabajadores. A pesar de que los dirigentes de la FIFA habían declarado anteriormente que trabajaban en un plan para garantizar que se indemnizaba a los trabajadores, la víspera del torneo Gianni Infantino pasó la pelota y dijo que quien hubiera sufrido abusos debía simplemente “ponerse en contacto con las autoridades pertinentes para solicitar la compensación debida” del fondo de compensación existente de Qatar. La única respuesta de FIFA a todos los abusos a los derechos humanos cometidos en torno a la organización y celebración de la Copa del Mundo de Qatar ha sido el anuncio de un Fondo de Legado para indemnizar a los trabajadores. Sin embargo, a día de hoy el tamaño de este fondo aún no se conoce y, en la actualidad, su intención es tan solo respaldar proyectos educativos y un “núcleo de excelencia laboral” previsto. Algo que está muy lejos de representar una reparación.

Panel luminoso de Pay Up Fifa 2022 en Katmandú, Nepal, diciembre de 2022. Este panel es parte del trabajo de campaña de Amnistía Internacional sobre los derechos de los trabajadores migrantes en relación a la Copa Mundial de Fútbol 2022 en Qatar.

Panel luminoso de Pay Up Fifa 2022 en Katmandú, Nepal, diciembre de 2022. Este panel es parte del trabajo de campaña de Amnistía Internacional sobre los derechos de los trabajadores migrantes en relación a la Copa Mundial de Fútbol 2022 en Qatar.

No sabemos qué será de la propuesta de la Federación Noruega, pero lo que sí sabemos es que no han sido pocas las voces que se han alzado contra los abusos cometidos en relación al torneo. Hace unos días, FIFA recibía más de un millón de firmas recogidas por Avaaz y Amnistía Internacional en 190 países. Por otra parte, ederaciones como las de Alemania, Francia o Países Bajos, entre otras; selecciones como la alemana o la inglesa, que tuvieron gestos antes de sus partidos; o seleccionadores, como el neerlandés Louis van Gaal o el brasileño Tite, que apoyaron la creación de un fondo para reparar los abusos cometidos, no parecen haber sido escuchadas por Gianni Infantino, que sigue empeñado en escurrir el bulto y permanecer ajeno a la realidad. Especialmente llamativo sigue siendo el silencio de la Federación Española y su presidente, Luis Rubiales, de quien ni antes, ni durante, ni después del Mundial hemos conocido su opinión acerca de este tema. ¿Quizá tenga que guardar silencio para no recibir críticas por colaborar con otro país campeón del blanqueo deportivo como Arabia Saudí?

Hasta ahora, la FIFA sigue tocando, tocando y tocando, pero no ha disparado a puerta ni una sola vez. Esperamos que en el Congreso que se celebra en Ruanda no deje algo más que balones fuera y que las palabras de Lise Klaveness y su propuesta no sean una oportunidad perdida más y se materialicen en el mejor gol del pasado Mundial.

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