Tras casi 40 años de exilio en un suburbio de Londres, Leopoldo García es el primer chileno superviviente de tortura en ganar un proceso judicial histórico. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha decidido que Chile debe encontrar a los responsables de sus abusos y brindarle indemnización.
Para Leopoldo García, quien ahora tiene 80 años, olvidar al menos por un día la tortura que sufrió bajo el régimen de Pinochet hace 40 años es una tarea imposible.
El largo camino hacia la justicia
Las cosas comenzaron a cambiar para Leopoldo y su familia cuando en abril de 1994 se pusieron en contacto con REDRESS, una organización con sede en Londres de ayuda a víctimas de tortura.Con su asesoramiento, en mayo de 2002, la familia García se embarcó en una denuncia ante el sistema interamericano contra el Estado chileno en reclamo por la falta de justicia y reparaciones.
Más de dos años después, en octubre de 2005, el caso fue admitido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que en 2011 lo remitió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Los abogados de REDRESS argumentaron que ni Leopoldo ni su familia han tenido acceso a justicia ni a reparaciones adecuadas. Han hecho un llamado a Chile para que remueva todos los obstáculos que previenen su acceso a la justicia, como la Ley de Amnistía. Además, argumentaron que la pensión que recibe como exonerado político se reajuste para tener en cuenta el mayor costo de vida en Londres y por la restitución de los ahorros que tenía en Chile.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos falló que Chile debe finalizar, lo antes posible, una investigación sobre los abusos sufridos por Leopoldo y llevar a los responsables a la justicia. La Corte, además, dijo que Leopoldo debería recibir una indemnización.
“Este fallo es positivo. El estado Chile ahora debe asegurar que aquellos que torturaron al señor García enfrenten la justicia”, dijo Guadalupe Marengo, directora adjunta del Programa Regional para América de Amnistía Internacional.
Este es el primer caso de un superviviente de tortura en Chile de la época de Pinochet que llega a esta instancia internacional. Leopoldo tiene claro que es Chile quien tiene que asumir la responsabilidad de lo que le ocurrió 40 años atrás y de las consecuencias que tuvo para él y su familia el exilio.