Ante las noticias de la intensificación del conflicto en El Fasher, en la región de Darfur Septentrional, Sudán, Tigere Chagutah, director regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral, ha afirmado:
“La escalada de violencia en El Fasher (Sudán) es atroz. Una vez más, la población civil de Sudán se siente olvidada; la comunidad internacional, incluidas la Unión Africana y las Naciones Unidas, deben actuar con urgencia para impedir que continúen las atrocidades en El Fasher y localidades circundantes, proteger a la población civil y hacer rendir cuentas a los responsables.
“Se ha informado del bombardeo del campo para personas internamente desplazadas de Abu Shouk, que causaron víctimas civiles que en muchos casos no pudieron huir”
“En El Fasher viven decenas de miles de personas internamente desplazadas que inicialmente huyeron de la violencia en otras zonas de Darfur. El conflicto se está cobrando un precio devastador entre la población civil. Se ha informado del bombardeo del campo para personas internamente desplazadas de Abu Shouk, que causaron víctimas civiles que en muchos casos no pudieron huir.
“Amnistía Internacional pide que todas las partes en el conflicto pongan fin a los ataques deliberados e indiscriminados contra civiles. Deben permitir el acceso seguro y sin trabas de ayuda humanitaria y garantizar el paso seguro de civiles que intenten huir de la violencia.
“Tras la caída de otras ciudades de Darfur en poder de las Fuerzas de Apoyo Rápido, como El Geneina en Darfur Occidental el año pasado, se cometieron violaciones masivas de derechos humanos, como ataques por motivos étnicos, homicidios deliberados de civiles, violencia sexual contra mujeres y niñas y matanzas, que recuerdan los crímenes de lesa humanidad, los crímenes de guerra y la limpieza étnica que tuvieron lugar en Darfur hace dos decenios.”
Información complementaria
En El Fasher viven 1,8 millones de personas, incluidos cientos de miles de personas internamente desplazadas que huyeron de los combates en los primeros años de la década de 2000.
La escalada de violencia en abril de 2023 tuvo lugar después de semanas de tensiones entre las Fuerzas Armadas de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido por la reforma de las fuerzas de seguridad durante las negociaciones para un nuevo gobierno de transición.
Las Fuerzas Armadas de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido derrocaron conjuntamente el gobierno de transición de Sudán en octubre de 2021. En un informe publicado en agosto, Amnistía Internacional reveló que ambas fuerzas estaban cometiendo crímenes de guerra generalizados en el conflicto.
El informe “Death Came To Our Home”: War Crimes and Civilian Suffering in Sudan documentaba un número enorme de muertes de civiles tanto en ataques deliberados como en ataques indiscriminados de las partes enfrentadas. Asimismo, detallaba actos de violencia sexual contra mujeres y niñas, ataques selectivos contra bienes de carácter civil como hospitales e iglesias, y saqueos generalizados.