Amnistía Internacional siente honda preocupación por la seguridad de dos mujeres palestinas de las que no se ha vuelto a tener noticia desde el 6 de enero, después de que los servicios de seguridad palestinos en la Franja de Gaza las obligaran a regresar bajo la custodia de su abusivo padre. Wissam al Tawil, de 24 años, y su hermana Fatimah, de 20, han sufrido múltiples formas de violencia a manos de su padre, entre ellas palizas, amenazas de muerte e “interrogatorios”. En dos ocasiones (la primera, durante 35 días), el padre las encerró a una habitación en la sexta planta de un edificio residencial propiedad de la familia.
Wissam y Fatimah llevaban ocultas desde noviembre de 2022, tras dos intentos fallidos anteriores de escapar de su padre. Justo antes de la medianoche del 5 de enero de 2023, las hermanas fueron detenidas por los servicios de seguridad, sin orden judicial y sin explicación, y fueron entregadas a su tío paterno, quien las llevó de vuelta a la casa de su padre en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza. A las 12.45 de la madrugada del 6 de enero, una de las hermanas envió a Amnistía Internacional un mensaje que decía: “Estamos en la casa de nuestro padre; dentro de un rato nos va a enviar a la sexta planta. Estamos condenadas”. Desde entonces, no se han vuelto a tener noticias suyas.
“Pedimos pruebas de que Wissam y Fatimah al Tawil están vivas y a salvo. Las autoridades de la Franja de Gaza están obligadas, en virtud del derecho tanto palestino como internacional, a brindar protección y apoyo a cualquier persona que corra peligro de sufrir violencia de género. En lugar de eso, han elegido ponerse de parte del maltratador de las dos hermanas y exponer a ambas a nuevos abusos”, ha manifestado Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“Wissam y Fatimah han soportado toda una serie de horrores a manos de su padre, de cuyas violentas garras no pudieron escapar hasta hace poco. Amnistía Internacional examinó anteriormente hechos, presentados por las hermanas y por personas cercanas a su familia, y concluyó que devolverlas a su padre pondría sus vidas en peligro inminente. Ahora, nuestros peores temores se han hecho realidad: nos preocupan enormemente las vidas y la seguridad de Wissam y Fatimah.”
“Interrogatorios” y amenazas
Wissam y Fatimah al Tawil han intentado en varias ocasiones huir de la violencia de su padre. En agosto de 2022, las dos fueron encerradas de nuevo en la habitación de la sexta planta en la que anteriormente habían pasado más de un mes. Consiguieron escapar saltando por una ventana y buscaron cobijo en un refugio privado para mujeres. Pero, tan sólo tres días después, su tío paterno las presionó para que dejaran el refugio, prometiéndoles seguridad; en lugar de eso, las devolvió a la casa de su padre.
El 9 de septiembre, Wissam y Fatimah consiguieron escapar una vez más, y en esta ocasión buscaron cobijo en un refugio para mujeres gestionado por el gobierno. Vivieron allí hasta el 12 de noviembre, cuando unos policías se las llevaron contra su voluntad y las enviaron a la casa de un familiar. Ante el temor de ser devueltas a su padre, las hermanas huyeron y se ocultaron.
Wissam y Fatimah habían contado anteriormente a Amnistía Internacional que su padre solía empuñar un arma mientras las sometía a horas de “interrogatorio” sobre las actividades que realizaban cuando él estaba ausente.
Las hermanas dijeron que no confiaban en que la policía ni otras autoridades públicas las protegieran; de hecho, en septiembre de 2022, la persona que dirigía el refugio para mujeres gestionado por el gobierno les impidió salir para acudir a la fiscalía, donde confiaban en emprender acciones legales contra su padre.
El 15 de noviembre de 2022, mientras Wissam y Fatimah estaban ocultas, Amnistía Internacional escribió al Ministerio de Desarrollo Social y al Ministerio del Interior en Gaza. La organización reclamó protección incondicional para Wissam y Fatimah al Tawil frente a todas las formas de violencia de género, incluida la violencia intrafamiliar, y garantías de que las autoridades de Gaza no las presionarían para que regresaran a la casa de su padre contra su voluntad. Amnistía Internacional reclamó también que se respetara y protegiera la libertad de circulación de las dos hermanas.
En 2014, el Estado de Palestina ratificó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW). Las autoridades palestinas están obligadas a proteger a las mujeres frente a la violencia, proporcionar reparación a las supervivientes y hacer que los maltratadores rindan cuentas de sus actos.
Valor extraordinario
Durante los últimos cinco meses, Wissam y Fatimah han demostrado un valor extraordinario al denunciar la violencia que han soportado, al publicarla en las redes sociales y al narrar en los medios de comunicación impactantes relatos de su suplicio. Se negaron a guardar silencio pese a que su padre publicó amenazas de muerte contra ellas en la página que él mismo tiene en Facebook. Las hermanas dijeron que hablaban no sólo por ellas, sino por todas las mujeres que sufren violencia de género.
“Las autoridades de la Franja de Gaza han regalado al padre de Wissam y Fatimah la oportunidad de hacer realidad sus amenazas. Pedimos a las autoridades que emprendan acciones urgentes para garantizar la seguridad inmediata de las dos hermanas, y para protegerlas a largo plazo. También es fundamental que los autores de la violencia que ambas han soportado rindan cuentas de sus actos”, ha manifestado Heba Morayef.
“Este estremecedor caso ilustra lo difícil que es para las supervivientes de violencia de género en la Franja de Gaza escapar de situaciones en las que su vida corre peligro. Pedimos a las autoridades de Gaza que emprendan acciones inmediatas y concretas para alinear su enfoque de la violencia de género intrafamiliar con sus obligaciones contraídas en virtud de la CEDAW.
Las autoridades deben tomar medidas proactivas para proteger a las mujeres que corren peligro de sufrir cualquier tipo de violencia de género, y deben garantizar a las supervivientes el acceso a reparación y justicia. La investigación de las violaciones de derechos humanos es fundamental para disuadir a otros maltratadores y para proteger a otras mujeres de la pesadilla a la que se enfrentan Wissam y Fatimah.”