La audiencia de testigos en la que se examinará el papel que Shell desempeñó en la ejecución de nueve hombres en Nigeria en la década de 1990 es una oportunidad clave para que el gigante petrolero rinda cuentas por su presunta complicidad en abusos contra los derechos humanos, ha afirmado Amnistía Internacional.
La causa Kiobel vs. Shell se reanuda en La Haya el 8 de octubre, y por primera vez se escucharán las declaraciones de personas que acusan a Shell de haberles ofrecido sobornos para que prestasen testimonios falsos que dieron lugar a la condena a muerte y ejecución de los “nueve ogonis”, entre ellos el esposo de Esther Kiobel.
“Shell lleva más de 20 años eludiendo el escrutinio por el papel que desempeñó en aquellos trágicos acontecimientos. Aplaudimos la valentía y perseverancia de Esther Kiobel y las demás mujeres que han presentado esta demanda”, ha afirmado Mark Dummett, investigador sobre Empresas y Derechos Humanos de Amnistía Internacional.
“Este caso ilustra lo difícil que puede llegar a ser que las víctimas de abusos contra los derechos humanos hagan rendir cuentas a una poderosa empresa multinacional.”
Esther Kiobel y otras tres mujeres —Victoria Bera, Blessing Eawo y Charity Levula— acusan a Shell de complicidad en la detención ilícita, reclusión y ejecución de sus respectivos esposos. Los hombres fueron ahorcados en 1995 junto con el conocido activista Ken Saro-Wiwa y otros cuatro hombres tras ser declarados culpables en un juicio manifiestamente injusto.
Los “nueve ogonis”, como se los conoció más tarde, fueron acusados de estar involucrados en el asesinato de cuatro jefes ogonis cuya oposición al Movimiento por la Supervivencia del Pueblo Ogoni (MOSOP) era notoria. El MOSOP, encabezado por Ken Saro-Wiwa, había protestado contra la contaminación por petróleo causada por las actividades de Shell en la región de Ogoniland.
“Estas cuatro viudas nigerianas representan la causa de los nueve ogonis, así como de innumerables residentes del delta del Níger que piensan que Shell ha pisoteado sus derechos”, ha afirmado Mark Dummett.
Amnistía Internacional apoyó al equipo jurídico de Esther Kiobel a llevar el asunto a Países Bajos en 2017, y detalló en el informe In The Dock) el papel desempeñado por Shell en las detenciones y ejecuciones.
En la primera vista de la causa, en febrero de 2019, se permitió que Esther Kiobel y Victoria Bera hablasen ante el tribunal y prestasen emocionantes testimonios en relación con sus difuntos esposos y las subsiguientes luchas para que se haga justicia. Era la primera vez que se brindaba a ambas esa oportunidad.
El 1 de mayo, el tribunal falló en favor de las demandantes, que tenía competencia sobre el asunto y que éste no debía prescribir. El tribunal falló también que Shell debía entregar algunos documentos internos confidenciales a los abogados de las demandantes.
Sin embargo, el tribunal no ordenó que Shell diese a conocer otros documentos internos confidenciales que había solicitado el equipo jurídico de Esther Kiobel. El tribunal desestimó también algunas de las otras alegaciones importantes realizadas por las demandantes, relativas a los estrechos vínculos de Shell con el gobierno nigeriano y la medida en que la empresa apoyó una campaña de represión de las fuerzas armadas contra el pueblo ogoni en la década de 1990. Estas operaciones dieron lugar a la muerte, detención, violación y tortura de un número grande pero desconocido de personas.
Shell rechaza todas las alegaciones y ha afirmado que el tribunal debe desestimar la reclamación por motivos de jurisdicción y debido al tiempo transcurrido desde que tuvieron lugar los hechos.
Para más información sobre la lucha de Esther Kiobel por la justicia, véase Una mujer contra Shell.
Calendario del caso
2002: Esther Kiobel demanda a Shell en Estados Unidos, país en el que se le había concedido asilo.
2013: La Corte Suprema de Estados Unidos falla que no tiene jurisdicción sobre el caso, por lo que los tribunales estadounidenses nunca llegaron a examinar los fundamentos de hecho de la causa.
2017: Esther Kiobel entabla un nuevo pleito civil contra Shell en Países Bajos, estado de origen de Shell, junto con Victoria Bera, Blessing Eawo y Charity Levula.
Febrero de 2019: El Tribunal de Distrito de La Haya escucha los primeros argumentos en la causa de Esther contra Shell. Es también la primera vez que se les permite a Esther Kiobel y Victoria Bera hablar ante el tribunal. No se conceden visados para viajar a Europa a Blessing Eawo y Charity Levula, que siguen viviendo en Nigeria.
Mayo de 2019:El tribunal falla que la causa no ha prescrito y que tiene competencia sobre el caso, y ordena que los abogados de las demandantes escuchen a los testigos y aporten nuevas pruebas relativas a si Shell sobornó a personas para que declarasen contra los nueve ogonis. El tribunal falla también que Shell debe entregar algunos documentos internos relativos a comunicaciones dentro de la empresa sobre el juicio de los nueve ogonis. Sin embargo, no ordena la publicación de otros documentos internos confidenciales solicitados por el equipo jurídico de las demandantes.
Octubre de 2019:Por primera vez el tribunal escuchará a los testigos.