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Los países europeos deben esforzarse más para prevenir los vuelos con “entregas extraordinarias"

Londres.- Amnistía Internacional acoge con satisfacción el llamamiento del comisario de Justicia de la Unión Europea Franco Frattini para que los gobiernos europeos colaboren plenamente con la investigación del Consejo de Europa sobre las “entregas extraordinarias” y centros secretos de detención. El informe provisional del Consejo de Europa, hecho público el pasado 24 de enero, dejó claro que la respuesta de algunos países europeos no había sido suficiente. Tanto el gobierno británico como el rumano, por ejemplo, han manifestado su confianza en las garantías ofrecidas por la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice. Amnistía Internacional considera que estas garantías no pueden considerarse una protección adecuada frente a los abusos. Amnistía Internacional reitera su llamamiento al gobierno del Reino Unido para que abra una investigación inmediata, exhaustiva e independiente sobre los indicios de que se ha utilizado su territorio para asistir en el transporte ilegal de detenidos a países donde podrían ser sometidos a tortura. Por su parte, las autoridades polacas deben poner a disposición del Consejo de Europa las conclusiones de su investigación sobre la presunta existencia de centros secretos de detención de la CIA. Las autoridades de Bosnia y Herzegovina deben facilitar más información sobre cómo es posible que seis ciudadanos bosnios fueran secuestrados por agentes estadounidenses en suelo bosnio y llevados a la bahía de Guantánamo. El informe también pone en duda la afirmación del gobierno italiano de que no había sido informado de la operación en la que al menos 25 agentes extranjeros secuestraron a un ciudadano egipcio en medio de la ciudad de Milán. Sin duda las autoridades italianas deben dar más explicaciones. Como señala Dick Marty en el informe, “el hecho de que se hayan trasladado centros de detención e interrogatorio a otros países es prueba de que las autoridades son plenamente conscientes de que los métodos empleados son incompatibles con el sistema legal estadounidense”. Amnistía Internacional respalda firmemente su llamamiento para que Europa “declare con claridad y sin ambigüedades que se niega rotundamente a tolerar estos hechos en su territorio y en otros lugares." Amnistía Internacional considera que los países europeos deben hacer todo lo que esté en su mano para garantizar que no se realizan más vuelos con entregas. Dadas las graves alegaciones expuestas tanto por Amnistía Internacional en ocasiones anteriores como ahora por Dick Marty, los gobiernos europeos deben formular preguntas más detalladas sobre los propósitos de todos estos vuelos y la identidad y condición de todos los pasajeros que llevan a bordo. Amnistía Internacional ha analizado los movimientos de 17 aeronaves que han sido identificadas con casos concretos de entrega o con compañías que al parecer apoyan la logística del programa. El señor Marty ha identificado 14 aviones más presuntamente pertenecientes a entidades que tienen lazos directos o indirectos con la CIA y que se cree han sido utilizados por la agencia para transportar detenidos. Aunque la mayoría de estos vuelos no guarda relación con las entregas, no hay ningún mecanismo seguro por el que los gobiernos europeos puedan garantizar que no se utilizan sus aeropuertos ni su espacio aéreo para apoyar y facilitar las múltiples violaciones de derechos humanos que abarcan las entregas, que a menudo implican secuestros, detenciones arbitraria y traslados ilegales. Los Estados tienen la obligación absoluta de no trasladar a ninguna persona a un país donde pueda correr un riesgo significativo de ser sometida a tortura. Por tanto, Amnistía Internacional recomienda que, a la espera del resultado de las investigaciones del Consejo de Europa, los operadores de los 31 aviones identificados por el señor Marty sean obligados a facilitar información detallada cada vez que aterricen en un aeropuerto de Europa o entren en el espacio aéreo europeo. Esto incluiría, como mínimo, todo el plan de vuelo del avión, incluidas las paradas previstas desde Europa y todo el itinerario desde que sale de Estados Unidos, así como los nombres completos y la nacionalidad de todos los pasajeros que viajan a bordo, y los fines de su viaje. Si hay pasajeros que figuran como presos o detenidos, habrá que facilitar información más detallada. Los gobiernos europeos deben negar el acceso a su espacio aéreo y a sus aeropuertos si no se entrega esta información. Información complementaria Durante los cuatro años transcurridos entre septiembre de 2001 y septiembre de 2005, los 17 aviones analizados por Amnistía Internacional registraron 2.238 movimientos en 270 aeropuertos de 62 países y territorios, incluidos más de 800 vuelos dentro y fuera de Europa y de la CEI. Estos aviones han aterrizado en Alemania, Azerbaiyán, Bélgica, Croacia, Chipre, Dinamarca, España, Estonia, Finlandia, Francia, Georgia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Macedonia, Malta, Noruega, los Países Bajos, Portugal, el Reino Unido, la República Checa, la República de Irlanda, Rumania, Rusia, Suiza, Turquía y Uzbekistán.

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