En respuesta a la noticia de que el Parlamento italiano ha votado a favor de desplegar buques de guerra en aguas libias para apoyar a la guardia costera de Libia en la interceptación y devolución de personas refugiadas y migrantes a ese país, Gauri Van Gulik, directora adjunta de Amnistía Internacional para Europa, ha declarado:
“Las autoridades italianas han demostrado hoy que consideran más importante mantener a las personas refugiadas y migrantes lejos de sus costas que proteger su vida y su bienestar. Facilitar la interceptación y devolución de personas refugiadas y migrantes a Libia da lugar a que sean recluidas arbitrariamente en centros en los que, casi con toda seguridad, corren peligro de tortura, violación e incluso homicidio, y la votación de hoy podría convertir a las autoridades italianas en cómplices de estos horrores”.
“Italia, junto con otros Estados miembros de la UE, debería estar centrándose en incrementar sus operaciones de búsqueda y salvamento. En lugar de eso, ha optado por eludir su responsabilidad y poner en peligro a las mismas personas a las que dice que intenta ayudar, con medidas como proporcionar cobertura y apoyo militar a la guardia costera libia, cuya conducta temeraria y abusiva contra las personas refugiadas y migrantes durante las interceptaciones se ha documentado repetidamente por parte de Amnistía Internacional, entre otros. Además, Italia, con el aboyo de la UE, pone trabas a la capacidad de las ONG de rescatar a personas en el mar, demostrando la mala orientación de todo el enfoque.”
“Esta no es la respuesta a la crisis humanitaria en el Mediterráneo central: es la receta para aumentar el sufrimiento. Toda cooperación con las autoridades libias debe dar prioridad a la vigilancia y la rendición de cuentas por cualquier violación de derechos humanos que hayan cometido. Además, debe estar condicionada al compromiso verificable de las autoridades libias de mejorar las condiciones de las personas refugiadas y migrantes en el país.”