En respuesta a la noticia de que tres kurdos iraníes, Zaniar Moradi, Loghman Moradi y Ramin Hossein Panahi, han sido ejecutados esta mañana en la cárcel de Raja’i Shahr, en la ciudad de Karaj, Philip Luther, director de Investigación y Trabajo de Incidencia de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África, ha declarado:
“La noticia de la ejecución de estos hombres por las autoridades iraníes, a pesar de la repulsa generalizada que provocaron sus condenas a muerte y de las peticiones de los expertos en derechos humanos y de otros órganos de la ONU para detener sus ejecuciones, nos ha conmocionado.
“Los juicios de los tres fueron manifiestamente injustos. A todos ellos se les negó el acceso a sus abogados y familiares después de su detención, y todos dijeron que los habían torturado para que ‘confesaran’. Al condenarlos a muerte a pesar de estas graves deficiencias del debido procedimiento, las autoridades iraníes han vuelto a demostrar su desprecio manifiesto del derecho a la vida.
“Pedimos a la comunidad internacional que condene duramente estas ejecuciones e inste a las autoridades iraníes a respetar las obligaciones contraídas por Irán en virtud del derecho internacional. Las autoridades iraníes deben tomar medidas para garantizar que todas las personas tienen un juicio justo, que se prohíben totalmente la tortura y otros malos tratos y que se erradican de una vez por todas las ‘confesiones’ forzadas.
“Además, es preciso que impongan de inmediato una suspensión de las ejecuciones con vistas a abolir la pena de muerte.”