Londres.- Amnistía Internacional ha acusado hoy, 3 de diciembre de 2008, al gobierno mauritano de practicar tortura de manera habitual y sistemática, al afirmar que su aparato de seguridad ha adoptado la tortura como método preferido de investigación y represión.
“En Mauritania se utiliza la tortura contra todas las categorías de detenidos, sean presuntos islamistas, soldados acusados de participar en un golpe de Estado o simples delincuentes comunes”, ha manifestado Gaëtan Mootoo, investigador de Amnistía Internacional sobre Mauritania, que ha llevado a cabo investigaciones en el país.
En un informe muy crítico publicado hoy, Amnistía internacional detalla los métodos de tortura, indica la situación exacta de algunos centros de tortura y denuncia la participación de agentes marroquíes.
“Amnistía Internacional ha recogido numerosas declaraciones de víctimas de tortura que proporcionan información exacta sobre las personas que las torturaron, incluidos sus nombres, su graduación y sus funciones”, ha explicado Gaëtan Mootoo.
Los testimonios recogidos por la organización entre presos revelan técnicas similares de tortura. Ninguno de los casos ha sido investigado ni se ha puesto a los responsables a disposición judicial.
Entre los lugares donde se lleva a cabo la tortura figuran; la brigada primera de policía (situada frente al edificio de la Organización Mundial de la Salud), la escuela de policía de Nuakchot, cuarteles de la gendarmería, la sede del Estado Mayor del Ejército e instalaciones de la Marina.
Amnistía Internacional ha cuestionado también la presencia de agentes marroquíes en Mauritania.
“Los testimonios que hemos recogido indican que los agentes marroquíes participan directamente en los interrogatorios y la tortura en Mauritania”, ha señalado Gaëtan Mootoo.
Un preso contó a Amnistía Internacional que los agentes marroquíes eran más violentos aún que sus colegas mauritanos: “Tras la tercera noche, a eso de las diez de la noche, vinieron a interrogarme unos marroquíes. Querían que confesara que pertenecía al grupo ‘salafista’ y que era partidario de la Yihad [...] dijeron que si no confesaba me iba a costar la vida. Dijeron que lo que me habían hecho hasta entonces los mauritanos seria como el paraíso comparado con lo que iban a hacerme ellos [...] Utilizaron los mismos métodos, incluso el “jaguar”. Eran peor que los mauritanos, que paraban de cuando en cuando, y a veces [...] te daban agua a escondidas. Pero con los marroquíes no había respiro.”
Amnistía Internacional no ha podido determinar la base legal de la presencia de fuerzas de seguridad marroquíes en Mauritania. Las condiciones de reclusión mismas constituyen a menudo trato cruel, inhumano y degradante.
Representantes de Amnistía Internacional que han visitado la prisión de Dar Naïm este año fueron recibidos con el increíble espectáculo de decenas de hombres apretados unos contra otros en una celda con un calor agobiante. Los presos no pueden salir de las celdas ni respirar aire fresco, a menudo durante meses o incluso años seguidos. “En algunas prisiones, no podíamos entrar siquiera en las celdas debido al excesivo número de presos”, ha contado Gaëtan Mootoo. “El hedor de estas celdas, que estaban plagadas de bichos y llenas de moscas, era indescriptible.”
Antes de una visita de Amnistía Internacional se amenazó a los presos. Uno de ellos dijo: “Cuando nos comunicaron la visita de Amnistía Internacional, los guardias nos amenazaron. Dijeron que podíamos decir lo que quisiéramos, pero que lo lamentaríamos, porque los de Amnistía Internacional se iban a ir, pero nosotros íbamos a seguir allí con ellos”.
La policía, los fiscales, los jueces, todos, lamentablemente, consideran que las pruebas obtenidas con tortura son perfectamente admisibles y utilizan estas “confesiones” para declarar culpables a los acusados, a menudo sin ninguna otra prueba material. “Los torturadores pueden perpetrar sus abusos sin problema pues saben que el sistema judicial va a mirar para otro lado –ha explicado Gaëtan Mootoo-. Es una abominación de justicia.”
Nota para la prensa Desde 2005, Mauritania ha sufrido dos golpes de Estado militares. En el más reciente, ocurrido en agosto de 2008, se detuvo al presidente y al primer ministro. El presidente continúa bajo arresto domiciliario, y el primer ministro ha sido trasladado a una prisión cercana a Nuakchot. El nuevo gobierno militar dijo que iba a organizar unas elecciones libres y transparentes “a la mayor brevedad posible”, pero aún no se han convocado.
La Unión Africana ha suspendido la pertenencia de Mauritania a la organización, y varios Estados, como Francia y Estados Unidos, han congelado su ayuda no humanitaria al país.
Se han celebrado varias manifestaciones pacíficas en Mauritania para pedir la liberación del presidente y el restablecimiento del orden constitucional. Algunas fueron disueltas por la fuerza a principios de octubre de 2008. Previamente a la represión, el 30 de septiembre, el gobernador de Nuakchot habia decidido suspender "todas las manifestaciones de naturaleza política en lugares públicos hasta nuevo aviso”.
Métodos de tortura: Se repiten sucesivamente actos de tortura como los descritos a continuación hasta que el detenido “confiesa”. Normalmente se llevan a cabo de noche y acompañados de un “ritual”.
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