Ante el inicio en el día de hoy de las declaraciones de la causa en la que están imputados los dos editores de la revista Mongolia, Darío Adanti y Pere Rusiñol, en un juzgado en Barcelona por el delito de “ofensas a los sentimientos religiosos”, Amnistía Internacional lamenta que afronten esta causa y reclamala urgente modificación de los artículos del Código Penal que atentan contra la libertad de expresión y que contravinienen los estándares internacionales de derechos humanos.
“Esperamos que esta denuncia no tenga mayor recorrido judicial. La protección de conceptos abstractos o creencias religiosas no es un motivo admisible para restringir la libertad de expresión. El delito de ofensa contra los sentimientos religiosos debe desaparecer de una vez delCódigo Penal para que no se repitan situaciones como la que hoy afrontan los editores de Mongolia”, ha señalado Virginia Álvarez, portavoz de Amnistía Internacional España.
La querella contra los editores de la revista Mongolia fue interpuesta por la asociación Manos Limpias por la portada de su publicación el pasado diciembre. Como en el reciente caso de los guionistas de un programa de TV3, Amnistía Internacional considera que el hecho de que una publicación pueda desagradar a una parte de la población no la convierte en delito y destaca que diferentes organismos internacionales como el Consejo de Europa han reclamado la despenalización del delito de blasfemia.
La organización señala que es cierto que el derecho a la libertad de expresión no es ilimitado, pero recuerda que el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha reiterado que la libertad de opinión y de expresión constituyen la piedra angular de sociedades libres y democráticas, por lo que la prohibición de faltas de respeto hacia una religión o cualquier otro sistema de creencias es incompatible con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.