Amnistía Internacional ha realizado hoy un acto de protesta en el estanque del parque de El Retiro de Madrid donde más de 100 activistas han desplegado carteles con la leyenda #PuertoSeguroYa.
La organización considera que la situación en la que se encuentran los barcos "Ocean Viking" y "Open Arms", con cientos de personas rescatadas a bordo sin poder atracar en un puerto seguro, no son sino ejemplos que ponen de manifiesto el fracaso de los Estados Europeos y su responsabilidad en el menoscabo del sistema de rescate en el Mediterráneo.
Para la organización, estas situaciones se producen por diversos factores. Por un lado, el abandono de las operaciones de salvamento y rescate por parte de los Estados. En ausencia de recursos estatales para llevar a cabo estos trabajos, las ONG tratan de llenar este vacio.
Por otro, la cooperación con Libia, y el apoyo a las autoridades de este país para crear una zona de rescate libia e interceptar barcos para devolverlos allí, donde las personas son sistemáticamente detenidas de manera arbitraria, sin revisión judicial, y expuestas a tortura, extorsion, violencia sexual y explotación.
Y también por la política de puertos cerrados y la criminalización de la solidaridad que encabeza Italia con las medidas llevadas a cabo por el Ministro del Interior Matteo Salvini.
Ante esta situación, Maribel Tellado, responsable de Campañas de Amnistía Internacional, ha declarado:
“La respuesta caso por caso tiene que acabar. Solo prolonga el sufrimiento y tiene efectos devastadores sobre el sistema de salvamento. Por ejemplo, la falta de puerto de desembarco disuade a los capitanes de barcos mercantes de cumplir con su obligación de prestar asistencia a barcos en apuros. La solución a situaciones como las que hoy afrontan el "Open Arms" o el "Ocean Viking" pasa por un mecanismo de desembarco entre países Europeos, que asegure que el desembarco es predecible y se realiza cuanto antes en el puerto seguro mas cercano, de acuerdo con el derecho internacional, seguido de un reparto de las personas solicitantes de asilo”.
“A medio plazo, hay que reformar el reglamento de Dublin que obliga a los estados de primera llegada a asumir la responsabilidad de asistir y proteger a las personas solicitantes de asilo”.
Además, Amnistía Internacional considera a las organizaciones de rescate como defensoras de derechos humanos. Como tal su labor debe ser protegida y facilitada, en línea con la Declaracion de Naciones Unidas sobre Defensores de Derechos Humanos. Los Estados deben abstenerse de criminalizarlas, o de impedir su legitima actividad a través de procedimientos judiciales, investigaciones, obstáculos burocráticos, y deben aplaudir sus actividades, en lugar de castigarlas.