Una delegación de Amnistía Internacional se reunió con el presidente Gabriel Boric hoy para dialogar sobre el panorama de derechos humanos en el país y entregarle un documento que establece temas prioritarios en la agenda de diálogo entre el gobierno chileno y la organización.
La delegación fue encabezada por Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, y Rodrigo Bustos, director ejecutivo de Amnistía Internacional Chile. Los temas prioritarios que discutieron con el presidente Boric incluyen: acceso a la justicia y reforma policial, derechos sexuales y justicia reproductiva, política migratoria y de refugio, desigualdad y acceso al derecho a la salud, y el rol de Chile en la protección de los derechos humanos en la región, de manera particular en la crisis de derechos humanos en Venezuela. A la reunión también asistieron la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Ríos, y la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola.
“El gobierno del presidente Gabriel Boric tiene una oportunidad histórica de poner los derechos al centro del actuar estatal en Chile y dejar atrás el legado sombrío del gobierno anterior en cuestión de las graves y generalizadas violaciones de derechos humanos cometidas durante el estallido social,” manifestó Rodrigo Bustos.
“Celebramos la voluntad del nuevo gobierno de hacerse cargo de sus obligaciones en materia de derechos humanos y jugar un rol de liderazgo internacional al respecto. La administración del presidente Boric tiene la oportunidad de mostrar una efectiva forma de colaboración entre Estados cimentada en la protección de los derechos humanos. En el continente más desigual del mundo, el Estado chileno y los demás Estados de la región deben enfocarse en una recuperación justa que no deje a nadie afuera,” dijo Erika Guevara Rosas.
Durante la reunión, el presidente Boric se comprometió a mantener un espacio de colaboración constante, manteniendo la agenda de derechos humanos como pilar en sus políticas de gobierno. Ante la preocupación de Amnistía Internacional por la falta de una política de reparación integral, el presidente manifestó su compromiso de que las víctimas de violaciones a los derechos humanos sean centrales en las acciones prioritarias de su gobierno. Asimismo, se mostró firme en su convicción por ejercer un liderazgo distinto y condenar las crisis de derechos humanos en el resto de la región con un solo estándar, sin que pase por intereses de los gobiernos de turno.