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Justyna Wydrzyńska, condenada a trabajos para la comunidad por apoyar a mujeres que necesitaban abortar en Polonia
Justyna Wydrzyńska es una defensora de los derechos humanos cuyo trabajo es apoyar a mujeres que necesitaban abortar en Polonia, país con una de las legislaciones sobre el aborto más restrictivas de Europa.
El 14 de marzo, Justyna Wydrzyńska ha sido condenada a 8 meses de trabajos comunitarios.
Esta condena es un claro ejemplo de la represión de los derechos reproductivos en Polonia: un retroceso por el que las mujeres y las niñas están pagando un alto precio. Además, sienta un peligroso precedente en Polonia, donde el aborto está casi totalmente prohibido. La sentencia no es firme y los abogados de Justyna tienen previsto recurrir.
Justyna es una de las fundadoras del colectivo activista Aborto Dream Team, que lucha contra la estigmatización del aborto y facilita información imparcial y basada en evidencias científicas sobre el aborto, incluidas las directrices de la OMS sobre la autogestión segura del aborto médico.
La presentación de cargos en su contra obedece al deseo de castigar su activismo y sus esfuerzos por garantizar el derecho al aborto seguro y legal en Polonia.
Pide a las autoridades polacas que retiren todos los cargos, dejen de perseguir a las activistas de los derechos sexuales y reproductivos, y despenalicen el aborto.
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Firma y enviaremos esta petición en tu nombre al Fiscal general de Polonia.
Enviaremos esta petición junto con tu nombre, apellidos y correo electrónico.
Zbigniew Tadeusz Ziobro
Fiscal general de Polonia
Señor fiscal general:
Le escribo para transmitirle mi profunda consternación ante los cargos interpuestos contra la defensora de los derechos humanos Justyna Wydrzyńska, a causa, exclusivamente, de su activismo en favor del aborto seguro. Justyna Wydrzyńska ha sido acusada de “ayuda a la consumación de un aborto”, en aplicación del artículo 152.2 del Código Penal polaco, y de “posesión de drogas no autorizadas con el fin de introducirlas en el mercado”, en aplicación del artículo 124 de la Ley de Farmacia. De ser declarada culpable, podría ser condenada a hasta tres años de prisión.
Me preocupa profundamente, asimismo, el aparente deseo de castigar su activismo con la presentación de estos cargos, y de tomar represalias en su contra por sus legítimas iniciativas de defensa del aborto seguro y legal en Polonia. Justyna Wydrzyńska presta servicios como doula, y en el marco de su activismo ha hablado abiertamente sobre su propio aborto. Es una de las fundadoras del colectivo activista Aborto Dream Team de Polonia, que lucha contra la estigmatización del aborto y facilita información imparcial y basada en evidencias científicas sobre el aborto, incluidas las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la autogestión segura del aborto médico.
Me gustaría resaltar que las leyes que restringen el acceso al aborto en Polonia —y lo permiten sólo cuando la vida de la embarazada corre peligro o el embarazo es resultado de una violación o un incesto, criminalizando, a su vez, a quienes practican el aborto o ayudan a ello— ponen en peligro la vida y la salud de muchas personas y violan las obligaciones de Polonia en virtud del derecho y las normas internacionales de derechos humanos. Justamente, la existencia de esas nocivas leyes convierte en crucial —hasta el punto de que puede salvar vidas— la ayuda de esta activista a personas cuyas necesidades de salud han sido desatendidas y negadas por el sistema polaco de atención a la salud. Su trabajo merece ser ensalzado, y no criminalizado.
Su labor se integra en el creciente movimiento polaco y de todo el mundo, formado por personas solidarias y compasivas, que ayudan a otras personas a acceder a la salud sexual y reproductiva y a los derechos conexos. Polonia debe tomar urgentemente medidas para garantizar la despenalización total del aborto, y para que aquellas personas que defienden los derechos sexuales y reproductivos, incluido el acceso al aborto seguro, puedan llevar a cabo su legítima labor sin temor a represalias ni a intimidación.
En consecuencia, le insto a tomar todas las medidas necesarias para garantizar que se revoque la injusta condena de Justyna Wydrzyńska y a abstenerse de presentar nuevos cargos en su contra o en contra de otras activistas por prestar una ayuda que puede salvar vidas a quienes buscan abortar
Atentamente,
Fiscal general de Polonia
Señor fiscal general:
Le escribo para transmitirle mi profunda consternación ante los cargos interpuestos contra la defensora de los derechos humanos Justyna Wydrzyńska, a causa, exclusivamente, de su activismo en favor del aborto seguro. Justyna Wydrzyńska ha sido acusada de “ayuda a la consumación de un aborto”, en aplicación del artículo 152.2 del Código Penal polaco, y de “posesión de drogas no autorizadas con el fin de introducirlas en el mercado”, en aplicación del artículo 124 de la Ley de Farmacia. De ser declarada culpable, podría ser condenada a hasta tres años de prisión.
Me preocupa profundamente, asimismo, el aparente deseo de castigar su activismo con la presentación de estos cargos, y de tomar represalias en su contra por sus legítimas iniciativas de defensa del aborto seguro y legal en Polonia. Justyna Wydrzyńska presta servicios como doula, y en el marco de su activismo ha hablado abiertamente sobre su propio aborto. Es una de las fundadoras del colectivo activista Aborto Dream Team de Polonia, que lucha contra la estigmatización del aborto y facilita información imparcial y basada en evidencias científicas sobre el aborto, incluidas las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la autogestión segura del aborto médico.
Me gustaría resaltar que las leyes que restringen el acceso al aborto en Polonia —y lo permiten sólo cuando la vida de la embarazada corre peligro o el embarazo es resultado de una violación o un incesto, criminalizando, a su vez, a quienes practican el aborto o ayudan a ello— ponen en peligro la vida y la salud de muchas personas y violan las obligaciones de Polonia en virtud del derecho y las normas internacionales de derechos humanos. Justamente, la existencia de esas nocivas leyes convierte en crucial —hasta el punto de que puede salvar vidas— la ayuda de esta activista a personas cuyas necesidades de salud han sido desatendidas y negadas por el sistema polaco de atención a la salud. Su trabajo merece ser ensalzado, y no criminalizado.
Su labor se integra en el creciente movimiento polaco y de todo el mundo, formado por personas solidarias y compasivas, que ayudan a otras personas a acceder a la salud sexual y reproductiva y a los derechos conexos. Polonia debe tomar urgentemente medidas para garantizar la despenalización total del aborto, y para que aquellas personas que defienden los derechos sexuales y reproductivos, incluido el acceso al aborto seguro, puedan llevar a cabo su legítima labor sin temor a represalias ni a intimidación.
En consecuencia, le insto a tomar todas las medidas necesarias para garantizar que se revoque la injusta condena de Justyna Wydrzyńska y a abstenerse de presentar nuevos cargos en su contra o en contra de otras activistas por prestar una ayuda que puede salvar vidas a quienes buscan abortar
Atentamente,